Vida n¨®mada de un escalador de ¨¦lite
Jorge D¨ªaz Rullo intenta el segundo 9c de la historia, m¨¢xima dificultad alcanzada, mientras vive en una furgoneta
Jorge D¨ªaz Rullo descubri¨® la escalada al poco de cumplir 12 a?os, el d¨ªa que lo llevaron a una peque?a lonja reformada para acoger una estructura de escalada. No le apasion¨®. Salas como en la que se inici¨® el joven vallecano existen por todo el pa¨ªs: varios amigos se asocian, alquilan un local barato, lo adecentan y lo acondicionan para crear una sala artesanal de b¨²lder, con sus paredes revestidas de paneles de conglomerado plagados de presas atornilladas. Ni siquiera hay altura suficiente para usar una cuerda. Ni falta que hace, se trata de entrenar en solitario. Jorge D¨ªaz Rullo jugaba al f¨²tbol por entonces, pero poco a poco, en sus visitas a la lonja se enganch¨® ¡°hasta la m¨¦dula¡±.
Si no hubo glamour alguno en su descubrimiento, ahora que se ha convertido en uno de los escaladores de roca m¨¢s fuertes del planeta, la vida deportiva de D¨ªaz Rullo sigue sin estar ba?ada en purpurina. Lo suyo es el trabajo. Un obrero de la escalada. Ocho meses al a?o, como m¨ªnimo, este joven de 22 a?os vive en su furgoneta, aparcada en alg¨²n parking pegado a una de sus escuelas de escalada favoritas. El otro gran escalador espa?ol del momento, Alberto Gin¨¦s, primer oro ol¨ªmpico en la historia de la escalada, reside en el CAR de Sant Cugat y su ¨¦xito tan rotundo como inesperado le ha cambiado la vida. D¨ªaz Rullo no se queja: poco a poco ha ido acumulando patrocinadores, algunos de la talla del fabricante italiano de calzado de monta?a y escalada Scarpa. ¡°Actualmente vivo de las ayudas de mis marcas, y tambi¨¦n estoy dentro del equipo de SoulClimb, un roc¨®dromo en Legan¨¦s, donde trabajo como equipador y suelo hacer algunas actividades. Es de alguna manera como mi casa, al margen de la casa de mis padres, en Madrid, a la que regreso para recargar energ¨ªas, dormir calentito con los lujos que tiene una casa y por supuesto, para recibir el cari?o de mi familia¡±, cuenta.
Si Alberto Gin¨¦s est¨¢ totalmente centrado en la competici¨®n (se da en estructuras artificiales de resina), D¨ªaz Rullo vive obsesionado con la roca. De hecho, su lista de encadenamientos es impresionante: suma ya varias v¨ªas de dificultad 9b (el grado de complejidad sube seg¨²n avanzan los n¨²meros y las letras a, b y c). La m¨¢xima dificultad jam¨¢s alcanzada por el ser humano es el 9c, honor para el checo Adam Ondra, logrado en 2017. En 2020, el alem¨¢n Alex Megos propuso una dificultad de 9c para la v¨ªa Bibliographie, pero un a?o despu¨¦s el italiano Stefano Ghisolfi resolvi¨® asimismo la ruta y la rebaj¨® hasta el 9b+. D¨ªaz Rullo tambi¨¦n prob¨® la ruta, pero al estar en Francia, tan lejos, decidi¨® aparcarla y crear un proyecto propio. La dificultad de dicho proyecto es monstruosa. ¡°Puede ser m¨¢s duro que Bibliographie, pero al no haber logrado a¨²n encadenarlo [alcanzar el descuelgue sin colgarse a reposar ni agarrar los seguros] no se sabe qu¨¦ dificultad puede tener. Todav¨ªa me falta algo de trabajo para encadenarla, pero cada d¨ªa me siento m¨¢s cerca de lograrlo. Ya he invertido casi 60 d¨ªas en la v¨ªa. De momento mi sue?o es subir mi nivel en la escalada deportiva y no te puedes imaginar todo lo que estoy luchando por conseguirlo y la de horas que estoy invirtiendo en este reto. Espero conseguirlo alg¨²n d¨ªa¡±, explica el madrile?o. La v¨ªa tiene nombre, Caf¨¦ Colombia, y se encuentra en la escuela catalana de Margalef.
?Puede ser suyo el segundo 9c de la historia? Su caso recuerda a las semanas previas al encadenamiento de Iker Pou de la v¨ªa Acci¨®n Directa (Alemania), cuando el alav¨¦s se convirti¨® en el tercer ser humano en alcanzar el 9a. Han pasado desde entonces 22 a?os¡ y los escaladores espa?oles siguen aprovechando el mayor terreno de juego: la cantidad y calidad de la roca del pa¨ªs. ¡°Espa?a es el centro del mundo de la roca. El nuestro es uno de los pa¨ªses con m¨¢s roca, adem¨¢s con formaciones y estilos totalmente diferentes entre unas zonas y otras. Si escalas, es impresionante ver todas las ¨¢reas que tenemos, desde el sur, el centro y hasta el norte y pasando por Catalu?a, con una calidad impresionante y, adem¨¢s, con bloques y v¨ªas que se sit¨²an entre las l¨ªneas m¨¢s duras¡±, analiza D¨ªaz Rullo.
A ratos desubicado, al madrile?o le ha costado encontrar su camino. Viviendo solo en su furgoneta, hab¨ªa d¨ªas en los que ni siquiera ten¨ªa asegurador y deb¨ªa pedir a desconocidos que lo acompa?asen: ¡°Creo que he aprendido a elegir mi lugar de estancia y mis proyectos en torno a lugares donde s¨¦ que van a ir amigos o donde s¨¦ que suele pasar gente. Esta regla antes no la sab¨ªa y eleg¨ªa proyectos sin pensar, en lugares bastante escondidos, sin mucho tr¨¢nsito. Esto ha hecho que viva algunas experiencias en solitario y que sepa trabajar mis proyectos sin depender de nadie, aprender a escalar solo y aprender a fiarme de gente que no conozco como asegurador. Pens¨¢ndolo bien, me lo pasaba tambi¨¦n bien as¨ª y conoc¨ªa mucha gente, pero creo que sin duda, es m¨¢s c¨®modo compartir experiencias y motivaci¨®n con buenos amigos¡±, resuelve. Y minimiza las consecuencias de su vida n¨®mada: ¡°No me puedo quejar, vivo en la monta?a, algo que siempre ha sido un sue?o para m¨ª, me dedico a lo que m¨¢s me gusta y conozco y comparto aventuras con gente incre¨ªble¡±.
Sin cuerda
Pese a la tremenda eclosi¨®n del deporte de la escalada, vivir de forma holgada de ello sigue siendo hom¨¦rico: ¡°Soy un escalador profesional y para venir de donde vengo creo que tengo bastantes ayudas. Hay escaladores espa?oles que a mi juicio son muy buenos o pueden estar en la ¨¦lite mundial y que no tienen ning¨²n apoyo. A¨²n as¨ª, yo, a veces, siento que no tengo la suficiente ayuda. Hay viajes y proyectos que no puedo cumplir porque no me lo puedo permitir¡±, adelanta Jorge, que estudi¨® Ciencias del Deporte y piensa formarse como nutricionista y gu¨ªa de escalada.
Tambi¨¦n fruto de su car¨¢cter sin prejuicios, el vallecano lleva un tiempo sorprendiendo con escaladas de alta dificultad¡ sin cuerda. Son v¨ªas cortas de corte deportivo, pero de hasta 8c, dificultad reservada a muy pocos. ¡°Creo que es un poco complejo explicar por qu¨¦ escalo sin cuerda, cada uno tiene su propia sensaci¨®n, cada uno pone sus propios desaf¨ªos y cada uno elige lo que realmente le motiva. A m¨ª me gusta ese factor mental, la adrenalina de saber que no puedes caer, pero a la vez sentirme seguro de m¨ª mismo y saber que pase lo que pase no me voy a caer. Yo, la verdad, me siento seguro en todo momento y si lo hago es porque s¨¦ al 200% que no me voy a caer y que lo voy a disfrutar¡±.
El debate sobre los grados
La escalada no es una ciencia exacta, de ah¨ª que acotar su dificultad sea el origen de encendidos debates: ¡°Es totalmente cierto: el grado de dificultad es subjetivo. Siempre hay pasos que por altura, tama?o de los dedos, longitud de brazos, fuerza, t¨¦cnica, flexibilidad... se sienten diferentes entre escaladores, pero creo que es algo bonito que tiene este deporte, por eso hay retos muy personales y definitivamente, nunca vamos a decir que hay un escalador mejor que otro, sino que hay escaladores mejor preparados y mejor adaptados para destacar en diferentes tipos de escalada¡±, explica el madrile?o. ¡°Tambi¨¦n es cierto que la graduaci¨®n depende de tu estado de forma. A veces vas en tu mejor momento y puedes alcanzar una meta algo m¨¢s r¨¢pido. Pero si te enfrentas a un reto en un peor estado de forma y algo te cuesta mucho m¨¢s, sin duda lo sientes diferente, y te parece m¨¢s dif¨ªcil de lo que es. E incluso puedes ir a un proyecto y tener suerte con las condiciones meteorol¨®gicas o que vayas y la lluvia y la humedad te perjudiquen... El grado depende de mil cosas. Yo siempre digo que lo importante es cumplir tus objetivos y ver el progreso y ver todo lo que has logrado con tu esfuerzo. El grado motiva, pero no deja de ser un simple n¨²mero¡±, analiza. Aunque, eso s¨ª, es la tarjeta de visita de un escalador de ¨¦lite, la medalla ol¨ªmpica oficiosa.
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