Nirmal Purja, un meteorito a punto de estrellarse
El himalayista de Nepal, acusado de agredir sexualmente a dos mujeres, irrumpi¨® en 2019 para liderar el turismo de monta?a, pero sufre muchas cr¨ªticas
Surgido de la nada, sin pedigr¨ª alguno como alpinista, Nirmal Purja irrumpi¨® en el mundo del himalayismo como un hurac¨¢n, ri¨¦ndose de la historia de la conquista de las 14 monta?as m¨¢s elevadas del planeta. Fue en 2019 y le bastaron 189 d¨ªas para escalar todos los ochomiles. Cinco a?os despu¨¦s, su fama sigue gozando de buena salud, pero un buen n¨²mero de pol¨¦micas arruinan su paz, la ¨²ltima de ellas de una enorme gravedad: dos mujeres aseguraron el pasado 31 de mayo en un art¨ªculo publicado por The New York Times ser v¨ªctimas de agresiones sexuales por parte de Nims, como se conoce a este exmilitar de las unidades Gurkhas de ¨¦lite del ej¨¦rcito de Reino Unido, miembro asimismo de la Orden del Imperio Brit¨¢nico. La estadounidense April Leonardo y la finlandesa Lotta Hintsa aseguran haber sido objeto de sendas agresiones sexuales por parte del l¨ªder de la agencia Elite Exped, quien ha negado la veracidad de las acusaciones.
Nirmal Purja es un calculado y milagroso producto de mercadotecnia, un hombre con una idea: sacar tajada y liderar el creciente empoderamiento de los sherpas de Nepal para hacerse con el negocio de escalar monta?as en el Himalaya. Al frente de una compa?¨ªa de gu¨ªas llamada Elite Exped, pero sin ostentar t¨ªtulo alguno de gu¨ªa (en Nepal existen, sin embargo, gu¨ªas profesionales con certificado UIAGM, el mismo que ostentan los gu¨ªas europeos), se puede decir que el plan de Nims es un ¨¦xito rotundo, tanto que ninguna de las pol¨¦micas que arrastra ha alterado su hoja de ruta ni la pujanza de su empresa.
M¨¢s all¨¢ de su destreza para los negocios, llama la atenci¨®n la admiraci¨®n desmedida de una parte de la comunidad internacional de alpinistas, incluyendo al mism¨ªsimo Reinhold Messner, el primer hombre que escal¨® los 14 ochomiles (entre 1970 y 1986) casi siempre con un estilo y una ¨¦tica adelantados a su tiempo. Nims, en cambio, es ni m¨¢s ni menos lo que ofrece el documental de Netflix Los 14 ochomiles: No hay nada imposible, es decir, un hombre con una misi¨®n, un ego tremendo, las monta?as como enemigo y ning¨²n tipo de simpat¨ªa por la historia del alpinismo, por sus c¨®digos ¨¦ticos.
Los puristas se?alaron r¨¢pidamente el modus operandi de Purja y su equipo: ox¨ªgeno embotellado all¨ª donde nadie suele usarlo, aproximaciones en helic¨®ptero, abastecimiento de campos desde el aire, sherpas abriendo huella, equipando la ruta y trabajando en condiciones peligrosas. Todo por la carrera. En el r¨¦cord de velocidad de Purja nunca hubo asomo de himalayismo de vanguardia. Pero s¨ª un plan. Tampoco parece importar que el analista Eberhard Jurgalski demostrase que el exmilitar no pis¨® la cima verdadera del Manaslu en 2019 (regres¨® en 2021), lo que invalidaba su r¨¦cord de velocidad, en posesi¨®n de la noruega Kristin Harila desde 2023: tres meses y un d¨ªa.
El siguiente gran movimiento de Purja fue abrir la ventana de escenarios posibles: ?Por qu¨¦ no llevar clientes al Annapurna, el ochomil m¨¢s peligroso del planeta? A su rueda, se registraron el 16 de abril de 2021 un total de 68 personas en su cima, casi tantos como en 70 a?os desde su conquista. Testigo directo, el alpinista legendario Marc Batard denunci¨® un escenario tan peligroso como carente de sentido: las agencias de Nepal equipan mal la ruta y gu¨ªan a clientes incapaces de separarse del ox¨ªgeno embotellado y mucho menos de las cuerdas fijas. Hoy en d¨ªa, el Annapurna sigue en la agenda de varias compa?¨ªas nepalesas.
El nuevo objetivo colonizador de Purja fue el Karakoram pakistan¨ª, donde destaca el K2, un lugar sin apenas competencia empresarial. All¨ª, en el invierno de 2021, Nims y otros nueve escaladores de Nepal firmaron la primera ascensi¨®n de la segunda monta?a m¨¢s elevada del planeta en pleno invierno. El K2 destacaba como el ¨²ltimo ochomil que no hab¨ªa sido escalado en invierno, un reclamo publicitario id¨®neo. Todo el m¨¦rito fue para Purja.
Nims y el resto de agencias de Nepal copian el modelo occidental de explotaci¨®n de las monta?as sin corregir ninguna de las derivas propias del turismo de monta?a que existe en Europa desde hace un siglo. Helic¨®pteros por doquier, suciedad en las monta?as, clientes sin autonom¨ªa ni capacidad alguna¡ la estrategia es bien sencilla: el que paga mucho dinero tiene derecho a la apisonadora sherpa que convierte en autopista lo que un d¨ªa fue sendero reservado para alpinistas consagrados.
Nirmal Purja alimenta su mito en sus redes sociales, con m¨¢s de dos millones de seguidores en Instagram a los que alecciona con enormes dosis de orgullo viril y un mantra: nada es imposible si piensas en positivo. Una de las l¨ªneas de actuaci¨®n de su compa?¨ªa de gu¨ªas pasa por animar al p¨²blico femenino a unirse a sus expediciones. Por ejemplo, en 2018 solo el 16% de las cimas en el Everest fueron femeninas, por un 24% en 2022, y los analistas lo achacan al fen¨®meno Nirmal Purja. Ahora nadie se atreve a aventurar qu¨¦ ser¨¢ de su popularidad tras la denuncia a la que se enfrenta por supuestas agresiones sexuales.
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