Inglaterra recupera Wembley
La selecci¨®n de Southgate se clasifica para cuartos tras eliminar a Alemania por primera vez en un gran torneo desde 1966, con otro gol de Sterling y el estreno de Kane
Al final, despu¨¦s de d¨ªas de masticar a?os de melancol¨ªa, Inglaterra no tuvo que pasar por los penaltis ante Alemania, sino que se deshizo de aquel trauma de su seleccionador con otro gol de Sterling, el chico del barrio. A partir de su tanto, Inglaterra recuper¨® Wembley, el jard¨ªn trasero de su casa de ni?o, y el estadio nacional tantas veces mancillado por los alemanes, hasta el punto de que el pa¨ªs tiembla cada vez que asoman por la puerta. Llevaban sin sacarles de un gran torneo desde la final del Mundial de 1966, m¨¢s de medio siglo de disgustos, hasta que Southgate, una de las fotos de esas desilusiones, junt¨® a este nuevo grupo de chicos y expuls¨® a Alemania de la Eurocopa, y quiz¨¢ de sus pesadillas. Inglaterra, que no ha recibido un gol en cuatro partidos, jugar¨¢ los cuartos el s¨¢bado en Roma contra Ucrania.
El partido, como se hab¨ªa empe?ado en repetir Southgate, era solo un partido, y los chicos ni siquiera hab¨ªan nacido en las tr¨¢gicas entregas anteriores, s¨ª; pero cuando el bal¨®n ech¨® a rodar y se agit¨® Wembley, primera tarde en a?o y medio con 45.000 butacas, no pareci¨® solo eso, sino que ten¨ªa toda la cara de ser otro episodio engarzado en aquella antigua serie de desesperaciones. Alemania cogi¨® la pelota y el metr¨®nomo, se acomod¨® en el centro de Wembley, como en casa, y comenz¨® a administrar una r¨¢faga de balones entre los defensas. Pickford despej¨® un par de disparos, Rice se llev¨® una amarilla madrugadora, y el chaparr¨®n segu¨ªa.
Hasta que apareci¨® Bukayo Saka, 19 a?os, solo en su s¨¦ptimo partido con la selecci¨®n. Si alguien pertenec¨ªa a ese grupo de futbolistas desmemoriados invocado por su seleccionador, ese era el deslumbrante extremo del Arsenal, a quien sus padres, nigerianos, ni siquiera le habr¨ªan contando los a?ejos cuentos de miedo de la trituradora alemana. Saka se desliza como un patinador, sorprende como un tah¨²r y choca con el gigante R¨¹diger sin salirse de los ra¨ªles. ?l no ten¨ªa tiempo para masticar el miedo, o la impresi¨®n, o el inusual coro de la grada. ?l ten¨ªa un destino: Neuer, y lo enfil¨® a la primera, y a la segunda. Y Trippier, su socio en la banda derecha se arranc¨® a aplaudirle la primera vez que ret¨® a R¨¹diger, se escap¨® y les abri¨® un mundo.
Saka tambi¨¦n fue el primero que se fue a por Kroos y lo tir¨®. Enseguida se le sum¨® Kalvin Phillips, que pis¨® al alem¨¢n y recibi¨® una advertencia del ¨¢rbitro. Phillips hab¨ªa vivido las v¨ªsperas poni¨¦ndose en YouTube v¨ªdeos del madridista y anunci¨¢ndole un partido f¨ªsico para arrebatarle el bal¨®n. El despertador de Saka llev¨® en su estela hasta el primer tiro lejano de Sterling.
Sexto d¨ªa como internacional
El chico del Arsenal era una novedad y no lo era. Fue titular en el encuentro anterior, contra la Rep¨²blica Checa, en su sexto d¨ªa como internacional, que culmin¨® como mejor del partido. Hab¨ªa cambiado m¨¢s lo que dispuso Southgate a su alrededor: pas¨® de una defensa de cuatro a una de tres con dos carrileros, Trippier por la derecha y Shaw en la izquierda. Ganaron m¨¢s centros al ¨¢rea, pero tampoco por ah¨ª encontraban a Harry Kane, otra tarde que empez¨® flotando arriba en soledad.
Alemania apenas se inquietaba y segu¨ªa teniendo las mejores ocasiones, como una volea de Havertz que sac¨® Pickford con las yemas. O un bal¨®n filtrado de Havertz a Werner, u otro de Kroos a Kimmich. De Inglaterra, apenas se pod¨ªan apuntar algunos cabezazos sin rumbo y un doble barullo en el que primero cay¨® Sterling y luego Kane.
Lleg¨® un momento en el que los mayores temblores en la grada ven¨ªan de la pantalla, cuando apareci¨® Beckham, y cuando la c¨¢mara enfoc¨® a Grealish. ?Una pista del realizador a Southgate? Un par de minutos m¨¢s tarde introdujo a ese talento tan raro, falso lento, apuesto, resistente, con ligeros ecos de Gascoigne hasta en el aroma a tragedia. Lo que le sucedi¨® al partido a partir de entonces estuvo a la altura de la excitaci¨®n de la grada.
Sterling encontr¨® a Kane, y Kane ten¨ªa a Grealish donde lo necesitaba. De ah¨ª a Shaw y a Sterling, que marc¨® su tercer gol del torneo en Wembley, entonces los ¨²nicos tres de su selecci¨®n.
Alemania no quiso darse pausa y a los dos minutos Havertz dej¨® solo a M¨¹ller ante Pickford. Pero la ech¨® fuera por un palmo, quiz¨¢ palmo y medio, y se qued¨® clavado de rodillas, agarr¨¢ndose la cabeza. Eso no le pasa a Alemania. Tampoco lo siguiente, de nuevo entre Grealish y Kane. El bailar¨ªn del Aston Villa le dej¨® flotando un pase delicado que el capit¨¢n, seco hasta entonces en el torneo, desconectado y trist¨®n, cabece¨® a la red. Despu¨¦s de eso, ya solo qued¨® la larga vuelta al ruedo y los preparativos del viaje al Ol¨ªmpico de Roma, donde juegan el s¨¢bado los cuartos. Si siguen adelante regresar¨ªan a Wembley para la semifinal y la final, de vuelta a casa de Sterling.
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