Jack Grealish, un bailar¨ªn entre cocodrilos
El talento m¨¢s especial de Inglaterra, el que m¨¢s faltas recibe en la Premier, empieza a encajar
Cuando despu¨¦s de una hora de partido Inglaterra certific¨® el viernes pasado que hab¨ªa encallado contra Escocia, Gareth Southgate reclut¨® a Jack Grealish y un leve pulso de esperanza se extendi¨® por Wembley. El futbolista del Aston Villa, de 25 a?os, es el talento menos predecible de la selecci¨®n inglesa, el m¨¢s invocado cuando en la grada crece la inquietud, aunque Southgate no lo alineara como titular hasta el tercer encuentro, contra la Rep¨²blica Checa. En la zaga escocesa, Stephen O¡¯Donnell, toda la noche achicando agua, no lo recibi¨® con el mismo entusiasmo. ¡°En aquel punto del partido, empezaba a estar un poco harto¡±, dijo al d¨ªa siguiente. ¡°Pens¨¦: ¡®Voy a tener que pegarle¡¯. Estaba harto de que intentara burlarme. Le di un golpecito¡±. Tarjeta amarilla. Enseguida cambi¨® de enfoque.
Antes del encuentro, O¡¯Donnell hab¨ªa pedido orientaci¨®n a McGinn, que comparte vestuario con Grealish en el Villa. Le aconsej¨® no cabrearlo. ¡°As¨ª que en el momento que entr¨® me puse a decirle lo guapo que era, que me encantaban sus pantorrillas [juega con las medias ca¨ªdas] y que c¨®mo hac¨ªa para tener el pelo tan bien. Me hab¨ªan dicho que si le das patadas o le pegas muy duro se vuelve contra ti¡±, cont¨®. El centrocampista ingl¨¦s est¨¢ acostumbrado a moverse entre embestidas, como quien aparca al tacto. Ha sido el jugador que m¨¢s faltas ha recibido en la Premier las tres ¨²ltimas temporadas (109, 167 y 149), seg¨²n los datos de fbref.com.
De esos choques emerge un futbolista extra?o si se le compara con las balas que lo siguen en el ranking de m¨¢s golpeados, Zaha (88), Traor¨¦ (86) y Man¨¦ (76), en el ¨²ltimo curso. Grealish no puede ser m¨¢s distinto una vez sale repelido del choque: una especie de bailar¨ªn que controla la pelota como si la acariciara, con un repertorio que evoca a Zidane, y que despu¨¦s es capaz de detener el tiempo a lo Butrague?o, en ese parpadeo en que se dispon¨ªa a dar una dentellada. Para los defensas resulta desconcertante. Para el hincha, la inminencia perpetua de un instante feliz. El martes contra la Rep¨²blica Checa, por fin titular, de nuevo fue el que m¨¢s faltas recibi¨® de Inglaterra, tres seg¨²n Opta, y tambi¨¦n el asistente del gol de Sterling, en cuya cabeza puso un bal¨®n que parec¨ªa flotar.
Para explicar que de la violencia insistente salga esa delicadeza, su familia ha recordado alguna vez que Grealish creci¨® compaginando el f¨²tbol y el f¨²tbol ga¨¦lico, una variante centenaria con choques m¨¢s similares a los del rugby que se practica, sobre todo, en Irlanda, donde el futbolista tiene ra¨ªces. De hecho, jug¨® con la selecci¨®n irlandesa sub-16, sub-19 y sub-21, aunque la primera concentraci¨®n en la que estuvo, con 15 a?os, fue de Inglaterra. Termin¨® de manera dram¨¢tica. ¡°El d¨ªa antes de empezar a entrenar, me desmay¨¦ y me mandaron a casa¡±, cont¨®. ¡°No s¨¦ lo que pas¨®. Estaba en el ba?o y me despert¨¦ en el suelo¡±.
No volvi¨® con Inglaterra hasta que lo llamaron de la absoluta, en 2020, ya con 24 a?os. ¡°Soy ingl¨¦s, mis padres nacieron en Inglaterra, yo nac¨ª en Inglaterra: me siento ingl¨¦s¡±, dijo hace unos d¨ªas, y record¨® que adem¨¢s hab¨ªa jugado en el Villa desde los seis a?os. Grealish atesora tambi¨¦n otro pedigr¨ª rar¨ªsimo: uno de sus tatarabuelos por parte de madre, Billy Garraty, jug¨® antes que ¨¦l en el Villa (entre 1897 y 1908) y en la selecci¨®n inglesa (un partido contra Gales en 1903).
Esta vez, en la concentraci¨®n inglesa se siente casi como en casa. ¡°Cuando fui a la habitaci¨®n, me esperaba una habitaci¨®n normal, pero estaba llena de fotos de mi familia. Hasta del perro¡±, cont¨®. ¡°Lamentar¨ªa no haber cambiado [de Irlanda a Inglaterra]¡±. Los ingleses tambi¨¦n. Grealish es el tipo que les hace esperar lo inesperado.
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