Poca Francia y algo de Mbapp¨¦
Una buena jugada de la estrella gala, que se march¨® lesionado con un fuerte golpe en la nariz, propicia el autogol de W?ber que derrota a la combativa Austria
Despu¨¦s de reinar en la sala de prensa, a Kilyan Mbapp¨¦ le tocaba gobernar a Francia sobre la hierba del Arena Stadion de Dusseldorf. Con todos los focos puestos sobre su condici¨®n de gran vedette del torneo, marc¨® la diferencia en un partido tobillero, de mucha falta t¨¢ctica. Dej¨® fogonazos, entre ellos la bicicleta en el ¨¢rea y el pase atr¨¢s que provoc¨® el gol en propia puerta de W?ber. El ¨²nico del partido para un triunfo que no llen¨® ni el ojo de los aficionados ni las expectativas creadas. Se esperaba m¨¢s de la estrella gala y de la selecci¨®n se?alada como gran candidata al t¨ªtulo. Acab¨® Francia atrincherada en su ¨¢rea, agobiada por el entusiasmo de los austriacos y unos cuantos saques de esquina y centros al ¨¢rea. Y con Mbapp¨¦ lesionado con un fuerte golpe en la nariz que le oblig¨® a salir del terreno de juego.
Nunca ha sido muy bonita de ver la Francia de Didier Deschams, pese a la n¨®mina estelar de jugadores con la que se presenta como candidata indiscutible a Eurocopas o Mundiales. Menos si el rival no le concede espacios para poner a galopar a Mbapp¨¦ o a cualquiera de sus extremos, ya fuera Demb¨¦l¨¦ o Marcus Thuram. Ninguno de los dos brill¨® anoche.
Tambi¨¦n es un cl¨¢sico de esta Francia despachar un partido pragm¨¢tico como el de anoche en los primeros escarceos de los torneos. Un ¨²nico gol y un falso letargo en campo propio por si hay ocasi¨®n de lanzar a Mbapp¨¦. Todo sin ning¨²n rubor, aunque el contrario no sea un primer espada del f¨²tbol europeo. Tampoco lo tuvo Mbapp¨¦ para entrar al campo por su cuenta con el partido agonizando y dejarse caer, ensangrentado tras un golpe en la nariz, tras haber sido atendido con anterioridad en la banda. Gil Manzano le sac¨® la tarjeta amarilla.
El problema para Francia tambi¨¦n fue que cuando se repleg¨®, tampoco lig¨® contragolpes. La Austria de Ralf Rangnick, uno de los gur¨²s del f¨²tbol vertiginoso, es un equipo muy f¨ªsico, huesudo hasta decir basta para las disputas y los duelos por todo el campo. Mbapp¨¦ tuvo consciencia de ello cuando en la primera pelota que toc¨® en condiciones de progresar fue derribado. Ca¨ªdo a la izquierda, comenz¨® chisposo y encarador, mientras Griezmann trataba de limpiar jugadas con toques que hicieran fluir el juego franc¨¦s. Uno de los pocos ataques que pudo aclarar acab¨® con Mbapp¨¦ flechado hacia la porter¨ªa de Penz. Sin apenas ¨¢ngulo, el meta austriaco resolvi¨® el disparo raso con un manotazo para desviarlo.
Entr¨® en colapso Francia despu¨¦s de esa primera ocasi¨®n. La alternancia de Marcus Thuram con Mbapp¨¦ como cabeza de ¨¢rea no despist¨® a los centrales austriacos. Las permutas de ambos hab¨ªan sido la comidilla t¨¢ctica de la concentraci¨®n francesa en los d¨ªas previos al partido. Deber¨¢n ser m¨¢s trabajadas. Tampoco Griezmann lograba armar juego. Solo pudo dejar un pase por arriba para Mbapp¨¦ que este no control¨® bien ante la salida de Pentz.
La reiteraci¨®n de faltas de los austriacos sac¨® de punto a Francia, de repente metida de lleno en un combate que no le conven¨ªa. Las imprecisiones en los pases de los futbolistas galos alimentaron la crecida de los austr¨ªacos. De repente, Sabitzer, Laimer y Gregoritsch encontraron praderas a la espalda de Kant¨¦ y Rabiot. El despertar austriaco enfureci¨® a Deschamps, que contempl¨® en la banda como Baumgartner se trastabillaba ante su cita con Maignan en la frontal del ¨¢rea peque?a.
La desgracia se cebar¨ªa a¨²n m¨¢s con Austria porque en la siguiente jugada encaj¨® el gol. Mbapp¨¦ se hab¨ªa descolgado a la banda derecha y apareci¨® por ese flanco del ¨¢rea. Con una bicicleta clav¨® a Mwene para ganarle la l¨ªnea de fondo. El centro atr¨¢s lo introdujo en su propia puerta W?ber con un escorzo imposible.
El tanto, al borde del intermedio, puso el partido en el paisaje en el que Francia se siente m¨¢s c¨®moda y segura. Administr¨® su ventaja y solo Mbapp¨¦ amenaz¨® en alguna estampida de las suyas con ampliar el marcador. En una aceleraci¨®n desde campo propio se llev¨® por delante a su marcador y vol¨® a desafiar a Pentz. Tuvo tiempo para asegurarse el disparo con un ¨²ltimo toque antes de imprimir esa rosca que tantos goles le ha dado. La pelota no le cogi¨® la curva que deseaba.
Mbapp¨¦, con la nariz rota
Ese fue el contragolpe m¨¢s claro de Francia en todo el segundo tiempo. No le import¨® entregarle la pelota y el campo a los austriacos, envalentonados porque la diferencia no hab¨ªa sido ampliada. Esos momentos en la Francia de Deschamps son en los que reina Kant¨¦. El hombre se multiplica para tapar agujeros all¨ª donde sea. Si Francia ataca con Mbapp¨¦, se puede decir que defiende sus resultados con su menudo y carism¨¢tico mediocentro. Anoche, una vez m¨¢s, fue el jugador sobre el que Deschamps tuvo que sostener una cl¨¢sica victoria de las suyas. Uno cero y a dormir. Una pena la lesi¨®n de la estrella de Francia con el fuerte golpe en su nariz, que le fue recolocada con la posibilidad de una cirug¨ªa m¨¢s compleja.
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