Un pobre empate clasifica a B¨¦lgica y elimina a Ucrania con los mismos puntos que el primero
Partido sopor¨ªfero entre belgas y ucranios, que mostraron las carencias de su juego durante los 90 minutos
Kevin De Bruyne lo hace todo, lo maneja todo, lo piensa todo. Falta un minuto para el final, y con un saque de esquina a favor, al futbolista total se lo llevan los demonios porque todos sus compa?eros se van al remate como alevines cuando no toca, y llama enfadado para que se acerque alguien a jugar en corto con ¨¦l, y llega Bakayoko, asustado de la reprimenda por no saberse la lecci¨®n de primero de defender el resultado. Es la imagen de la B¨¦lgica empanada, a la que el empate le clasifica, pero que se tiene que agarrar a De Bruyne y la impericia de Ucrania, que se va de la Eurocopa con m¨¢s puntos que algunos de los que siguen, porque a Eslovaquia y Ruman¨ªa tambi¨¦n les va de maravilla el empate.
B¨¦lgica acaba segunda de grupo porque en su equipo todo empieza y acaba en De Bruyne, pero la estrella del City no puede multiplicarse, aunque lo intenta, cuando Lukaku solo mete goles anulables, Doku pasa a ser un extremo previsible y Trossard ni est¨¢ ni se le espera, y todo eso se reproduce tambi¨¦n de medio campo hacia abajo.
Los belgas salieron al campo con ese incalificable uniforme como homenaje a Tint¨ªn, aunque hubiera sido mejor recordar de blanco a Mil¨², con una marcha menos que en la segunda jornada y el freno de mano echado, tal vez pensando en que ten¨ªan m¨¢s que perder si se descuidaban, porque adem¨¢s era Ucrania la que sal¨ªa en una posici¨®n m¨¢s vulnerable del grupo, a pesar del cu¨¢druple empate al comienzo de la jornada. El p¨¢jaro en mano, aunque sin renunciar a llevar el peso del partido y a esa obsesiva tendencia, a veces, a buscar a Lukaku, que se desmarca, abre espacios, intimida, salta y se atasca en el ¨¢rea peque?a.
La primera parte fue un tost¨®n sin paliativos. Nadie sab¨ªa qu¨¦ proponer. Ten¨ªa la pelota B¨¦lgica y Ucrania se defend¨ªa, esperando no se sabe qu¨¦, si un milagro tal vez en el otro partido del grupo, aunque fuera poco probable. Llegaban al ¨¢rea ucraniana los belgas, pero con una desesperante lentitud. Doku no arrancaba como frente a Rumania, y las pelotas intencionadas que met¨ªa De Bruyne all¨¢ donde ve¨ªa un hueco, raramente eran interpretadas con tino por sus compa?eros.
Durante muchos minutos de la segunda parte sigui¨® todo igual que en la primera, aunque a Ucrania no le quedaba m¨¢s remedio que espabilar, pero lo hac¨ªa a impulsos, sin continuidad. La primera ocasi¨®n fue para B¨¦lgica, en una jugada que acab¨® en los pies de Carrasco. Su disparo duro e intencionado, lo mand¨® a c¨®rner Trubin.
Ya en la recta final, cuando Rebrov quem¨® sus naves y sac¨® al campo a Yarmolenko, sost¨¦n moral de su selecci¨®n, intentaron los ucranianos el milagro. Casi lo consigue Malinovskyi en el minuto 82, cuando cerr¨® un saque de esquina que Casteels sac¨® de la l¨ªnea con apuros. Ten¨ªa que ser en acciones de ese cariz, porque a su estrella Dovbyk, el jugador del Girona, se le vio poco o nada.
El partido se fue al intercambio de golpes en los instantes finales, porque Ucrania dejaba espacios que B¨¦lgica trataba de aprovechar. Bakayoko tuvo la mejor ocasi¨®n para finiquitar el partido, pero el centro de Carrasco no fue bueno, y no encontr¨® la mejor postura para el remate. En la ¨²ltima r¨¦plica de Ucrania, Sudakov se encontr¨® con un bal¨®n franco en la frontal, pero dispar¨® centrado, a las manos de Casteels, as¨ª que su equipo se queda fuera con cuatro puntos, por un mal arranque de la Eurocopa.
Puedes seguir a EL PA?S Deportes en Facebook y X, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.