Una mala noche en Las Vegas: as¨ª ha fracasado el regreso de la F¨®rmula 1 a la Ciudad del Pecado

Desde que Liberty Media adquiri¨® los derechos de explotaci¨®n de la F¨®rmula 1, en una operaci¨®n cifrada en 7.300 millones de euros y que se complet¨® en 2017, el gigante del entretenimiento se obsesion¨® con algo que ninguno de los anteriores propietarios hab¨ªa conseguido, a pesar de sus m¨²ltiples intentos: penetrar con fuerza en el mercado norteamericano. Los confinamientos derivados de la pandemia coincidieron con el lanzamiento por parte de Netflix de Drive to Survive, la serie documental que catapult¨® la popularidad del certamen y que le hizo llegar al gran p¨²blico, ese m¨¢s interesado en la vertiente m¨¢s salsera y humana, que en la competitiva. Ya m¨¢s adelante, el a?o pasado, Miami entr¨® en escena para unirse a Austin, como la segunda parada en Estados Unidos. Con tal de aprovechar el tir¨®n, los propietarios del Gran Circo se propusieron un doble salto mortal que tratar¨¢n de cuadrar este domingo (7.00 horas, DAZN), d¨ªa en que Las Vegas volver¨¢ a albergar un gran premio, 41 a?os despu¨¦s de la ¨²ltima vez. La rimbombancia del evento, eso s¨ª, no tiene nada que ver con aquella carrera que gan¨® Michele Alboreto en 1982, en el circuito Cesar Palace.

?ltimamente, Max Verstappen no solo se ha confirmado como el mejor piloto de la parrilla, sino tambi¨¦n uno de los m¨¢s elocuentes. Lo volvi¨® a dejar claro hace unos d¨ªas, cuando se le pidi¨® su opini¨®n sobre la prueba en Nevada. ¡°Responde m¨¢s al inter¨¦s por el show, que por el que generan el aspecto deportivo¡±, defini¨® semanas antes el holand¨¦s, que se presenta en la Ciudad del Pecado ya como tricampe¨®n, y con la intenci¨®n de seguir ampliando su n¨®mina de r¨¦cords. Durante la pomposa presentaci¨®n, en la que le exhibieron como si fuera un gladiador, a¨²n fue m¨¢s all¨¢: ¡°Parecemos payasos¡±. El show pas¨® a ser de mal gusto en la primera jornada de entrenamientos, marcada por la cancelaci¨®n del primer ensayo, al cuarto de hora de comenzar, despu¨¦s de que la tapa de un sumidero destrozara el Ferrari de Carlos Sainz, quien, adem¨¢s, fue sancionado con diez posiciones en la parrilla de salida por recurrir a una nueva unidad de potencia. La cosa a¨²n fue a peor en el segundo entrenamiento, que comenz¨® a las dos y media de la madrugada ¡ªdos horas y media m¨¢s tarde de lo previsto¡ª, y sin un alma en las gradas, que fueron desalojadas por ¡°cuestiones log¨ªsticas¡±, seg¨²n inform¨® la organizaci¨®n. En la segunda sesi¨®n, los monoplazas saltaron a la pista a las dos y media de la madrugada, sobre un asfalto helado habida cuenta de que la temperatura ambiente no superaba los diez grados.

Sin el principal reclamo como argumento de venta, dado que el t¨ªtulo hace m¨¢s de un mes que se decidi¨®, las monstruosas expectativas generadas no mezclan con el inter¨¦s o curiosidad que ha generado el tinglado, que de momento ya ha pinchado seriamente. No es de extra?ar si tenemos en cuenta los precios de seg¨²n qu¨¦ paquetes que se ofrec¨ªan. Uno de los m¨¢s caros es el conocido como 888 Experience, que este verano se ofrec¨ªa a un precio de 888.000 d¨®lares (831.000 euros). Esta oferta inclu¨ªa cuatro noches en una suite del hotel Crockfords Palace, con servicio de mayordomo las 24 horas; adem¨¢s de otras cinco habitaciones m¨¢s; seis entradas de Paddock Club, diez localidades de grada, rematado todo con billetes de avi¨®n en primera clase y traslados en un Rolls-Royce.

La venta de localidades no ha ido ni mucho menos en la l¨ªnea esperada. No se colgar¨¢ el cartel de no hay billetes, que es la t¨®nica all¨ª por donde campa la caravana. Estos d¨ªas era f¨¢cil encontrar entradas disponibles, a las que se les aplic¨® un descuento que pod¨ªa oscilar entre un 30% y el 60%. A diferencia de lo que ocurre con la mayor¨ªa de grandes premios, donde es el promotor local quien asume los gastos de organizaci¨®n, y tambi¨¦n el riesgo de p¨¦rdidas en taquilla, en este caso es Liberty Media quien se hace cargo del desembolso que supone llevar a cabo un acontecimiento tan potente como para poner en pausa la serie de conciertos que U2 est¨¢ realizando en la Sphere, un recinto futurista que cost¨® 2.150 millones de euros, cuya superficie tanto interior como exterior est¨¢ rebozada con pantallas, y que se ubica en medio del trazado por donde circular¨¢n los monoplazas.

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