Italia galopa a lomos de Federico Chiesa
El extremo conjura el miedo de su selecci¨®n a quedar nuevamente eliminada de un gran torneo. La victoria ante Macedonia (5-2) permite la clasificaci¨®n con un empate ante Ucrania
Italia encarril¨® su dif¨ªcil empresa de clasificaci¨®n hacia la Eurocopa con un 5-2 a Macedonia. La goleada disimula el paso por un aro de fuego. Porque Macedonia, el rival que elimin¨® a Italia en los playoffs de clasificaci¨®n para el Mundial de Qatar, meti¨® dos goles, llev¨® el partido al 3-2, y estuvo a punto de remontar en un clima cargado de tensi¨®n en el estadio Ol¨ªmpico de Roma, este viernes por la noche. Ahora a Italia le basta con conseguir un empate ante Ucrania en la ¨²ltima jornada del Grupo C, el lunes que viene, para asegurar el segundo puesto que proporciona un billete directo y superar el trauma que arrastra desde el 12 de noviembre de 2017, cuando en v¨ªsperas de la repesca ante Suecia el capit¨¢n Buffon emiti¨® la proclama maldita: ¡°Nosotros los italianos estamos abonados al Mundial¡±. Al d¨ªa siguiente Italia qued¨® fuera de la Copa del Mundo de Rusia y Buffon anunci¨® su retirada.
¡°Caminamos junto al miedo¡±, advirti¨® Spalletti esta semana. Fue revelador. El f¨²tbol de m¨¢ximo nivel es un juego de miedo, pero sus protagonistas rara vez lo racionalizan, mucho menos en p¨²blico. Los nervios, el temor, tambi¨¦n el p¨¢nico, asechan silentes a los jugadores detr¨¢s de cada control del bal¨®n, especialmente cuando una naci¨®n deposita todas sus esperanzas en una victoria que se reconoce como un derecho adquirido por tradici¨®n.
Despu¨¦s de sufrir dos eliminaciones tr¨¢gicas que expulsaron a Italia de los Mundiales de 2018 y 2022, y tras encaminarse peligrosamente hacia otra calamidad a las puertas de la Eurocopa de 2024, Luciano Spalletti, nombrado seleccionador en plena crisis de resultados, el pasado verano, supo que su misi¨®n al frente de la selecci¨®n consist¨ªa principalmente en combatir el terror que sus jugadores sent¨ªan a quedar se?alados como responsables de otro fracaso hist¨®rico. Lejos de emplear eufemismos, present¨® el problema a viva voz: he aqu¨ª el espanto. Inmediatamente se?al¨® el camino hacia la soluci¨®n. Coraje para pedir y pasar la pelota con sentido a trav¨¦s de un circuito en el que el orden queda determinado por la elecci¨®n de los hombres de temple m¨¢s firme. Primero Jorginho, el timonel, luego Chiesa, uno de esos extremos que se multiplican por cien, y finalmente Raspadori, el movedizo delantero del N¨¢poles, un falso nueve en toda regla, otro centrocampista camuflado. Contra Macedonia, debido a las lesiones, Spalletti descubri¨® otro pilar: Federico Gatti, el central de la Juventus, de 25 a?os. Un atrevido.
Aferrado a los pies seguros de Jorginho y a la bravura de Chiesa, el equipo fue rompiendo la presi¨®n f¨ªsica y psicol¨®gica que le impusieron Macedonia y la atm¨®sfera. Ausente por lesi¨®n en la repesca del 23 de marzo de 2022 que gan¨® Macedonia en La Favorita de Palermo, el fogoso Federico Chiesa se elev¨® en Roma hasta ofrecer todo aquello que requer¨ªa un partido angustiante. Hijo de Enrico, el fant¨¢stico delantero de la Fiorentina y la Roma, el extremo de la Juve es un caso raro de transmisi¨®n gen¨¦tica de agresividad del padre consagrado al hijo rico de cuna. Nunca se esconde. Nunca se acomoda. Nunca da ninguna tarea por resuelta antes de acometerla. Acude el primero a la llamada. No asume derechos adquiridos. Tampoco se inhibe si lo persiguen a patadas, como hizo Bojan Dimoski, que le paraliz¨® el muslo derecho con un rodillazo en los primeros minutos de la noche. Chiesa insisti¨® por la banda izquierda, cojo hasta que lo sustituyeron al cabo de una hora pero importante en los momentos cruciales.
Chiesa provoc¨® el c¨®rner que desemboc¨® en el 1-0, obra de Darmian, de cabeza, y Chiesa meti¨® el 2-0 despu¨¦s de uno de esos momentos que parecen se?alar una suerte de maldici¨®n. Fue sobre el minuto 40 cuando el ¨¢rbitro se?al¨® penalti por mano y Jorginho acudi¨® al punto de penalti arrastrando una tonelada sobre sus hombros. Todo el p¨²blico sab¨ªa que un penalti fallado por Jorginho en esa misma porter¨ªa, en 2022, ante Suecia, hab¨ªa arrastrado a Italia hacia la repesca fat¨ªdica de La Favortia. Y claro, Jorginho no ejecut¨® su remate m¨¢s fino. Dimitravski, el portero del Rayo, le adivin¨® la intenci¨®n proyect¨¢ndose a su palo izquierdo y el marcador se qued¨® en 1-0. Al menos, durante un minuto m¨¢s. El tiempo que le llev¨® a Chiesa empalmar un bal¨®n desde fuera del ¨¢rea y mandarlo a la red junto con toda la sensaci¨®n de fracaso que amenazaba con atenazar a sus compa?eros, afligidos ante el fallo de Jorginho.
Spalletti hace equilibrio
Inflamado como estaba, Chiesa anot¨® el 3-0 en el ¨²ltimo minuto de prolongaci¨®n, antes del descanso. Sobre el minuto 60, con el partido razonablemente encauzado, Spalletti hizo cambios pensando en el duelo decisivo ante Ucrania. Los primeros, el fatigado Jorginho, que no juega mucho en el Arsenal y va justo de forma; Chiesa, que cojeaba ostensiblemente, y Bonaventura.
Pensando que con los jugadores menos capaces ser¨ªa suficiente para aguantar la ventaja ante Macedonia al tiempo que reservaba fuerzas para el duelo con Ucrania, Spalletti transit¨® una fina cornisa. Estuvo a punto de derrumbar todo lo conseguido. Los sustitutos, Cristante, Frattesi y Zaniolo, no lograron hacerse con el control del juego frente a unos macedonios absolutamente desinhibidos. Si el primer gol de Atanasov hizo aflorar los nervios disimulados, el segundo puso a las tribunas a rumorear. La perplejidad se extend¨ªa por la hinchada cuando Raspadori hizo el gol del alivio. Le sucedi¨® El Shaarawy con el quinto, el definitivo en una noche de liberaci¨®n.
¡°El segundo gol de Macedonia ha sido un accidente¡±, dijo Spalletti; ¡°y nuestra reacci¨®n merece ser puesta en evidencia. Hemos jugado bien 90 minutos¡±.
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