La prisa frustra al Barcelona
Ya no quedan m¨¢s excusas para justificar al Bar?a, amenazado por un a?o en blanco si no se corrige mucho y pronto
Tiene el Bar?a tanta prisa por ganar que se olvid¨® de jugar y acab¨® por perder en solo diez d¨ªas la Copa y la Supercopa. La comida r¨¢pida nunca le sent¨® bien a un equipo sibarita que hoy es v¨ªctima de su propio relato, incapaz por tanto de digerir los dos ¨²ltimos t¨ªtulos ganados, la Copa con Koeman en 2021 y la ¨²ltima Liga, ya con Xavi.
Apenas queda rastro de aquellos trofeos, nada se ha consolidado, y el barcelonismo ha regresado al punto de partida, el mismo del que salieron el entrenador y el presidente: el reto obligado de Xavi es clasificar al equipo para la pr¨®xima Champions, igual que cuando lleg¨® al banquillo, y el de Laporta encontrar un proyecto deportivo fiable que evoque el f¨²tbol dise?ado por Cruyff, Guardiola y Rijkaard, como prometi¨® para ser reelegido en 2021. Muy pocos apuestan mientras por la posibilidad de renovar el t¨ªtulo liguero y de conquistar la Copa de Europa.
La frustraci¨®n se impone despu¨¦s que el entrenador haya sido incapaz de construir un equipo y la direcci¨®n deportiva, maleada por la directiva, tampoco haya sabido formar una plantilla, condicionada ciertamente por una herencia da?ina, especialmente disparatada por la err¨¢tica pol¨ªtica de fichajes iniciada a partir de la huida de Neymar. Nadie supo c¨®mo pagar ni seducir a Messi, ni tampoco retener a Busquets, y los jugadores desfilan por una tierra quemada que ha borrado cualquier rastro sobre la excelencia del Bar?a.
No queda m¨¢s remedio que recurrir a la Masia sin olvidar que el ¨²ltimo s¨ªmbolo ca¨ªdo fue Ansu Fati. Hoy la figura es un ni?o de 16 a?os de nombre Lamine Yamal que, de momento, al menos no carga con el 10. El mismo Xavi, que nada m¨¢s llegar se sorprendi¨® por la degradaci¨®n de la tarea formativa en la cantera, se ha rendido a Yamal y a la capacidad de captaci¨®n de la Masia. Yamal fue titular en San Mam¨¦s y, por circunstancias del partido -sobre todo lesiones,- acabaron por jugar Pau Cubars¨ª, H¨¦ctor Fort y Marc Guiu, mientras Vitor Roque calentaba banquillo despu¨¦s de ser incorporado en el mercado invernal por 30 millones fijos y 30 variables a pagar al Athletico Paranaense.
El equipo que al final aline¨® Xavi en el ¨²ltimo encuentro de Copa muy bien pod¨ªa haber sido el mismo con el que pod¨ªa haber iniciado en su estreno si no se hubiera visto apremiado por la necesidad de ganar, de volver a ser, de recuperar la gloria perdida durante a?os en una noche como aquella en la que el estruendo de Ronaldinho despert¨® Barcelona contra el Sevilla. El club ha invertido m¨¢s de 250 millones en los ¨²ltimos 18 fichajes en un proceso en el que ha intervenido tanta gente e intereses diferentes que al final nadie se siente al equipo como suyo, ni siquiera Xavi.
La improvisaci¨®n, o si se quiere la necesidad de actuar sobre la marcha por la falta de dinero, ha deparado un puzzle sin ning¨²n tipo de liderazgo ni jerarqu¨ªas por la indolencia de algunos veteranos y el extrav¨ªo de futbolistas que se han sentido traicionados por la propia instituci¨®n como De Jong. El holand¨¦s sabe que estuvo en venta durante un tiempo y no encuentra la manera de abanderar el cambio que exige el paso de lo viejo a lo nuevo sin perder las esencias de las que tanto presume el Bar?a.
El tr¨¢nsito dej¨® una Liga ganada en las ¨¢reas con los goles de Lewandowski y las paradas de Ter Stegen. El portero todav¨ªa est¨¢ lesionado y el ¨²ltimo gol del delantero fue de rebote en San Mam¨¦s. No hay jugadores que marquen la diferencia ni tampoco sentido de equipo en un club en el que la familiaridad se impone a la profesionalidad y cuyo motor es el optimismo de Laporta.
A veces da la sensaci¨®n incluso de que Xavi ha actuado m¨¢s como compa?ero o capit¨¢n que en calidad de entrenador de un plantel que a juzgar por el comportamiento de sus jugadores parece poco trabajado, nada fiable ni consistente por sus concesiones, tan falto de identidad que m¨¢s que jugar hace jugadas, una orfandad sorprendente si se atiende al curr¨ªculo precisamente de Xavi. Ya no quedan m¨¢s excusas para justificar al Bar?a, amenazado por un a?o en blanco si no se corrige mucho y pronto, atrapado siempre por la prisa y desamparado por la desmovilizaci¨®n social que ha supuesto el traslado a Montju?c. ?nicamente 17.000 socios se abonaron al Estadio Ol¨ªmpico. La mayor¨ªa cul¨¦ se ha convertido en espectador de su propio equipo hasta que no regrese al nuevo Camp Nou. No se sabe c¨®mo llegar¨¢ despu¨¦s de tener que volver sobre sus pasos y escuchar el eco de quienes ya se fueron como Koeman y Messi.
¡°Es lo que hay¡±, afirm¨® el t¨¦cnico antes de su despedida, despu¨¦s que el argentino hubiera admitido como pase previo a su salida: ¡°No nos alcanza¡±. Hoy es Xavi el que para combatir la desconfianza general habla de un equipo ¡°en fase de construcci¨®n¡± dos a?os despu¨¦s de acudir a su rescate desde Qatar.
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