Una derrota a la italiana: el Atl¨¦tico cae por la m¨ªnima ante el Inter
El equipo de Simeone pierde en Mil¨¢n en la ida de los octavos de la Champions por un gol encajado en el tramo final del partido tras un error de Reinildo
Derrotado, pero a¨²n vivo en la eliminatoria, el Atl¨¦tico sali¨® de San Siro penalizado por un error en el tramo final del partido. Reinildo hizo una mala entrega y el Inter no la desperdici¨®. Suele pasar cuando se pisa cualquier estadio italiano. El tanto reflej¨® lo que durante muchas fases fue el partido. Un duelo de a ver qui¨¦n hac¨ªa una concesi¨®n letal. La hizo el Atl¨¦tico y perdi¨®. Castigado por ese fallo, necesitar¨¢ remontar en el Metropolitano el gol de Arnautovic ante un equipo que juega mejor cuando puede correr que cuando est¨¢ obligado a pensar.
El coliseo milan¨¦s fue una caldera en la que el equipo de Simeone compiti¨® y jug¨® con el reloj y el marcador en la cabeza. Le falt¨® metralla para sacar r¨¦dito de los momentos en los que acongoj¨® al Inter. El equipo de Inzaghi sali¨® ganador de un partido en el que ninguno de los dos se atrevi¨® a desplegarse para dar un golpe definitivo a la eliminatoria.
No se forr¨® tanto Simeone como hab¨ªa dejado caer en la prueba que hizo el lunes. No tir¨® de Reinildo en el carril izquierdo y le dio vuelo a Lino, aunque s¨ª mantuvo la apuesta de Marcos Llorente como pareja de Griezmann. Eso s¨ª, de cemento tampoco iba escaso el Atl¨¦tico. En la alineaci¨®n se pod¨ªan contabilizar hasta cinco pivotes incluyendo a Witsel y a Llorente. Fue el belga el que sostuvo a su equipo en la traca inicial del Inter y durante todo el primer acto. Barri¨® lo suyo y lo de los dem¨¢s para frenar el intento del equipo de Inzaghi de empotrar al Atl¨¦tico en su ¨¢rea. Plant¨® a Thuram y a Lautaro en la media luna en los primeros saques de Oblak y oblig¨® al meta esloveno a jugar en largo.
Tampoco le corr¨ªa la pelota a los futbolistas de Simeone en sus primeras intentonas en salir jugando desde atr¨¢s. Apretaba San Siro y solo encontr¨® la calma con dos internadas de Lino. En la segunda dibuj¨® una rosca a la que le falt¨® ajuste, pero sirvi¨® para dar entrada a ese partido ya m¨¢s t¨¢ctico. Con ninguno de los dos equipos dispuesto a destaparse m¨¢s de la cuenta. Uno y otro tuvieron secuencias prolongadas de malos pases. El juego sol¨ªa morir en las inmediaciones de las ¨¢reas. Faltaban pies afilados y precisos a uno y otro lado del campo.
M¨¢s gremial que fino, el Atl¨¦tico logr¨® desconectar del juego al virtuoso tr¨ªo de centrocampistas del Inter. Barella, que suele ser su gran agitador, no encontraba espacios ni pases internos. Tampoco Mkhitaryan divisaba espacios para llegar y cortar por el ¨¢rea. ?alhanoglou estuvo aseado. Sorprendi¨® m¨¢s la inactividad de Di Marco, habitual tuneladora del f¨²tbol ofensivo interista. En las pocas ocasiones en las que lig¨® juego y pudo desplegarse acus¨® la ausencia de un delantero m¨¢s puro que Llorente. Este va bien hacia arriba de cara, pero no de espaldas. No hab¨ªa rematador de altura tampoco para practicar los centros laterales.
Con el pelaje contenido adoptado por los dos equipos, expectantes ambos de qui¨¦n comet¨ªa un error, el primer remate entre los tres palos no lleg¨® hasta pasada la primera media hora. Fue un cabezazo de Lautaro centrado a centro de Barella que Oblak embols¨® sin problemas. De ese jugar a la pifia del contrario pudo salir peor parado el Atl¨¦tico cuando De Paul le regal¨® a Thuram la pelota sin nadie a la espalda del franc¨¦s. Tuvieron que rectificar al argentino primero Witsel y despu¨¦s Gim¨¦nez para evitar que Lautaro embocara. Un disparo manso de Thuram fue la ¨²ltima andanada del Inter antes del intermedio. En la caseta se qued¨® tocado Gim¨¦nez, reemplazado por Savic, y tambi¨¦n Thuram, relevado por Arnautovic.
Fue m¨¢s movido el segundo acto. El mismo Arnautovic lleg¨® muy forzado a un centro raso con mucha cicuta de Barella. Hab¨ªa otro ritmo y m¨¢s campo para correr. Simeone lo apreci¨® y realiz¨® un cambio amenazante. Sent¨® a Sa¨²l, que corri¨® mucho y jug¨® miedoso con la pelota para dar cabida a Morata. De ese equipo m¨¢s punzante brot¨® primero una ocasi¨®n de Lino tras una pared con De Paul. Este tambi¨¦n engarz¨® un tuya m¨ªa con Griezmann antes de poner a correr a Llorente para que se midiera muy forzado a Sommer. Entre el meta suizo y De Vrij evitaron el tanto. Fueron los momentos m¨¢s autoritarios del Atl¨¦tico.
No concretaron ese buen momento los futbolistas de Simeone y el Inter se envalenton¨® en el tramo final. Simeone se vio obligado a prescindir de Hermoso y de Griezmann. Lautaro le dej¨® medio gol a Arnuatovic, pero este empal¨® mal el remate. El propio Lautaro exigi¨® a Oblak con un cabezazo. Encajonado, el Atl¨¦tico fue v¨ªctima de ese juego de errores que hab¨ªa presidido el primer tiempo. Reinildo perdi¨® el bal¨®n ante Fratesi y este dej¨® mano a mano con Oblak a Lautaro. El esloveno tap¨® ese primer remate, pero Aranautovic lo remach¨® a puerta vac¨ªa para dar ventaja al Inter en el primer asalto.
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