La Federaci¨®n se cierra como una concha
Rocha se hab¨ªa hecho el listillo ante la juez y el fiscal, y si entr¨® como testigo, sali¨® como investigado. No se me ocurre m¨¢s salida que la intervenci¨®n de la FIFA, al modo de la que tuvo en Argentina a la muerte de Grondona
Pedro Rocha se present¨® en el juzgado brillante y juncal, con su mejor traje, la barbilla alta y una sonrisa ir¨®nica, y sali¨® fingiendo que manten¨ªa una conversaci¨®n telef¨®nica de alto inter¨¦s¡ hasta que el m¨®vil son¨®, denunciando la supercher¨ªa. Fue el retrato perfecto de una situaci¨®n rid¨ªcula en torno a un hombre rid¨ªculo.
Se hab¨ªa hecho el listillo ante la juez y el fiscal (a m¨ª me vas a pillar, con lo que traigo aprendido de la universidad de la calle) y si entr¨® como testigo sali¨® de investigado. Muy poco despu¨¦s le lleg¨® otro estacazo: el expediente del TAD.
No me extender¨¦ sobre lo que ya sabemos: era vicepresidente econ¨®mico de esa Federaci¨®n descuidadilla con las cuentas, le design¨® Rubiales como sucesor, maniobr¨® para convertir su condici¨®n transitoria en definitiva, fue echando colaboradores no por motu proprio, sino cuando las circunstancias hicieron evidente que eran insostenibles.
A los ¨²ltimos que ech¨®, lo hizo cuando entraron en calidad de investigados. Cuando ¨¦l cay¨® en esa pesarosa condici¨®n no se apart¨®, decidi¨® resistir.
Pero es buena persona, me dicen.
Tan buena persona que hab¨ªa acumulado 107 avales, dejando s¨®lo unas pocas migas para Carlos Herrera (seis, sacados a pico y pala por Roberto G¨®mez, el hombre mejor relacionado y con m¨¢s amistades de todos los periodistas deportivos de Espa?a) y Eva Parera (confiesa cuatro, sin decir qui¨¦nes). La Federaci¨®n, cuyo control est¨¢ en manos de los 19 presidentes regionales (uno por autonom¨ªa m¨¢s Ceuta y Melilla) entre los que abundan procesos y conductas poco edificantes, se ha cerrado como una concha. Todo su inter¨¦s es mantener el chiringuito como est¨¢, que no entre nadie que se lo estropee. Tal como es el sistema, controlan m¨¢s de 80 de los 145 votos de la asamblea, ahora disminuidos porque hay asamble¨ªstas que han perdido la condici¨®n en este tiempo.
De entre ellos no han sabido extraer ninguno m¨¢s capacitado y ejemplar que Rocha, lo que da una idea del colectivo.
Pero no llegan a los 107 avales. Les ha llegado un pu?ado del f¨²tbol profesional porque Tebas respalda a Rocha. Le desprecia (¡°estaba de florero¡±, declar¨® en Relevo, al tiempo que dec¨ªa que hay miles mejores que ¨¦l), pero cuenta con manejarlo, y de hecho en cuanto Rocha encabez¨® la gestora desactiv¨® la guerra que Rubiales manten¨ªa contra Tebas y se ech¨® en sus brazos.
Y casi dir¨ªa que el Gobierno se hubiera merecido eso, una Federaci¨®n en manos de Tebas, porque el apoyo que, v¨ªa CSD, le prest¨® a Rubiales, en especial durante el mandato de Jos¨¦ Manuel Franco con una complacencia c¨®mplice rayana en la prevaricaci¨®n, se justificaba en que ¡°hab¨ªa que equilibrar el poder de Tebas¡±. Ya vemos d¨®nde nos llev¨® ese lema.
?Ay el CSD! Quiz¨¢ ahora est¨¦ en mejores manos. De momento, Rodr¨ªguez Uribes ha tomado decisiones contrarias a sus dos predecesores. Dos zigzagueos en decisi¨®n correcta. Pero tambi¨¦n tiene que poner orden en su propia casa: en el sumario aparecen grabaciones de su n¨²mero dos, Fernando Molinero, conchab¨¢ndose con Gonz¨¢lez Cueto, el Rasput¨ªn de Rubiales, uno de los investigados. Algo de todo punto descalificante.
No se me ocurre m¨¢s salida que la intervenci¨®n de la FIFA, al modo de la que tuvo en Argentina a la muerte de Grondona, que ya cont¨¦ aqu¨ª. En su seno hay un espa?ol de buen tono y alto prestigio, Emilio Garc¨ªa Silvero, director legal de la FIFA, que ya pas¨® por la Federaci¨®n. Pero, ay, su hermano Miguel ?ngel, que trabaja en la misma, est¨¢ entre los investigados del Caso Brodie, porque su responsabilidad eran las obras de la misma.
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