El Girona abrasa al Barcelona
El equipo de M¨ªchel se clasifica para la Champions despu¨¦s de volver a ganar al conjunto de Xavi por 4-2
El f¨²tbol abrasador del Girona alcanz¨® su punto culminante con su clasificaci¨®n para la Liga de Campeones despu¨¦s de una estruendosa victoria contra un afligido Bar?a, que para subrayar su pena adelant¨® el alir¨®n del Madrid, ganador ante el C¨¢diz. La blanquirroja ha sido una fulgurante trayectoria in crescendo porque empez¨® por asegurar la permanencia, para despu¨¦s batir el r¨¦cord de puntos, alcanzar m¨¢s tarde Europa y ahora llegar hasta la Champions en una tarde tan memorable en Montilivi como fue la de Montju?c. Hasta ocho goles le ha marcado el Girona al Barcelona. Aquella captura de m¨®vil que retrataba en su momento el liderato del Girona ha sido sustituida por el 8-4 contra el Bar?a.
El mismo marcador en la ida que en la vuelta para subrayar la superioridad del Girona sobre el Barcelona. Aunque ambos competir¨¢n en la Champions, ahora mismo, a falta de cuatro jornadas, el equipo de M¨ªchel disputar¨ªa como segundo la Supercopa. No se sabe la suerte que correr¨¢ el Bar?a porque es un plantel vulnerable y depresivo que se vence a la menor adversidad, v¨ªctima de sus errores y presa f¨¢cil para los equipos agresivos, pasionales y que rebosan confianza y efectividad como el Girona. El Bar?a ha cedido la corona al Madrid y la bandera del juego a un equipo que vive en la llamada dimensi¨®n Michel: una forma de jugar y de vivir el f¨²tbol como no se ve¨ªa hace tiempo en la Liga.
El Girona supo vivir incluso cuando el Bar?a se visti¨® de Girona. El partido empez¨® con empate a uno, dos goles en un minuto, ante el asombro del festivo y enfebrecido Montilivi. Muchos aficionados azulgrana se mezclaban amistosamente con una multitud de hinchas blanquirrojos que ya no iban a ver jugar al Bar?a sino a festejar la victoria del Girona. La rivalidad se daba por descontada en la cancha despu¨¦s del 2-4 de Montju?c. El recuerdo de aquella derrota y el momento de forma de los dos contendientes condicionaron la alineaci¨®n de Xavi. Acert¨® el t¨¦cnico en la puesta de escena cuando sacrific¨® a un tercer delantero -Raphinha- para dar entrada a un cuarto centrocampista -Sergi Roberto-, una f¨®rmula que acostumbra a equilibrar al Bar?a.
El capit¨¢n garantiza una buena lectura del juego y un mejor control del encuentro, dos aspectos que los azulgrana olvidan a menudo y que han penalizado algunos de sus partidos, sobre todo en Montju?c. El Barcelona necesitaba ser m¨¢s consistente, ajustar la presi¨®n en cancha ajena y tener la pelota para enfrentar a un rival punzante como el Girona. Los blanquirrojos se convirtieron durante mucho rato en espectadores del arm¨®nico e intenso despliegue del Bar?a. Las llegadas y remates se suced¨ªan ante Gazzanigga antes y despu¨¦s del gol de Dovbyk. El ariete se anticip¨® a Cubars¨ª y cabece¨® un centro de Iv¨¢n Mart¨ªn, preciso en el recorte a Araujo, en medio del sostenido ataque del Barcelona.
La debilidad defensiva y la falta de punter¨ªa penaliz¨® a los azulgrana desde el 0-1 de Christensen, espl¨¦ndido en el control con el pecho, el giro y el disparo cruzado ante Gazzanigga. El dan¨¦s se descolgaba f¨¢cilmente, percut¨ªan G¨¹ndogan y Ferm¨ªn y desbordaba Lamine Yamal. Apretaba el Bar?a y se cerraba el Girona, aplicado en defensa y venenoso a la contra cada vez que Savinho enfrentaba a Kound¨¦. El desequilibrio del brasile?o en el cara a cara con el franc¨¦s desajustaba a la zaga de un Bar?a din¨¢mico y ¨¢gil en la medular y fluido en su f¨²tbol, perseverante en ataque hasta que Miguel derrib¨® a Lamine Yamal y el ¨¢rbitro pit¨® penalti despu¨¦s de la intervenci¨®n del VAR. Lewandowski transform¨® el penalti: 1-2.
Los blanquirrojos, que tambi¨¦n saben jugar con el marcador en contra, despabilaron a la salida del descanso y se entregaron a un intercambio de golpes con Savinho y Lamine Yamal. La posesi¨®n se reparti¨® m¨¢s por las p¨¦rdidas de bal¨®n de los barcelonistas hasta que volvieron a presionar y a robar el cuero al Girona. M¨ªchel tuvo que refrescar el equipo y los cambios tuvieron un efecto inmediato porque Portu, habilitado por Dovbyk, penaliz¨® un error grave de Sergi Roberto y acto seguido asisti¨® a Miguel para que firmara el remonte en un abrir y cerrar de ojos ante el estupor del Bar?a. El t¨¦cnico tuvo mano de santo porque Portu culmin¨® su soberana actuaci¨®n con un extraordinario gol para cerrar el partido y el marcador: 4-2. El delantero enganch¨® una volea cruzada despu¨¦s de un centro de Savinho y provoc¨® el estallido de Montilivi (14.090 espectadores). Una tormenta de 10 minutos hab¨ªa fulminado a un Barcelona fr¨¢gil mentalmente despu¨¦s de un error no forzado de Sergi Roberto. La historia de cada jornada en el Bar?a y tambi¨¦n el resumen de los muchos partidos del Girona.
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