As¨ª es la realidad virtual que ayud¨® a recuperar al mejor Courtois

Carlo Ancelotti ha bromeado estos d¨ªas con el entretenimiento que le procuran las disquisiciones sobre el portero que elegir¨ªa para la final contra el Dortmund. Pretend¨ªa alargarlo hasta este s¨¢bado. Pero no dur¨® tanto. Lunin no aterriz¨® este jueves por la tarde en Londres en la expedici¨®n del Real Madrid. Una gripe B le ha tenido cuatro d¨ªas sin entrenar con el grupo, apartado para no extender el virus. En realidad, lo de Ancelotti con la porter¨ªa era eso, un entretenimiento.

Lo que el cuerpo t¨¦cnico hab¨ªa visto de Courtois en Valdebebas y en los cuatro partidos en los que se ha probado no les dejaba dudas. Est¨¢ m¨¢s r¨¢pido y m¨¢s fuerte que antes de romperse el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda el 10 de agosto del a?o pasado. En los ¨²ltimos entrenamientos, seg¨²n una fuente con acceso a la ciudad deportiva, ha dejado incluso algunas paradas del nivel de su incre¨ªble noche de la final de 2022 contra el Liverpool en Par¨ªs. ¡°Ten¨ªa 12 manos¡±, record¨® hace pocos d¨ªas Klopp en una de sus ¨²ltimas charlas con periodistas antes de dejar el banquillo. ¡°Fue por el cabr¨®n de Courtois¡±, dijo de aquella derrota.

Parte de ese punto de mayor velocidad procede del trabajo que hizo sentado, con unas gafas de realidad virtual. El ligamento no fue la ¨²nica complicaci¨®n, como record¨® en una entrevista en As: ¡°Tuve la mala suerte de que me cosieron el menisco, que son seis semanas que no puedes caminar. Tardas un poco m¨¢s en poder empezar la recuperaci¨®n completa. No puedes flexionar m¨¢s de 90 grados por los meniscos, en tres o cuatro meses¡±.

Pero encontraron un atajo en un viejo rival del belga que hab¨ªa pasado por algo parecido. El exportero Urko Pardo, formado en La Masia desde cadetes al filial y nacionalizado chipriota, se enfrent¨® en 2019 a Courtois en un Chipre-B¨¦lgica (0-2). Antes se hab¨ªa roto dos veces los cruzados. ¡°S¨¦ que cuesta mucho volver¡±, cuenta Pardo; ¡°las distancias, los tiros, las sensaciones¡­¡±. Al retirarse empez¨® a trabajar en un proyecto de entrenamiento cognitivo de porteros con realidad virtual, la empresa MentisVR. El a?o pasado complet¨® un caso de ¨¦xito con el portero h¨²ngaro Balazs Megyeri, del Debreceni, que hab¨ªa pasado por lo mismo: ¡°Al volver estaba mentalmente m¨¢s r¨¢pido que antes de la lesi¨®n. En los tiros cercanos, en los pases de la muerte¡­ A veces me manda v¨ªdeos de paradas suyas y me dice: ¡®Mira, esta es de realidad virtual¡±.

Las gafas sit¨²an al portero en el campo, rodeado de jugadores, y le exponen a situaciones de juego cada vez m¨¢s complejas. ¡°Permite entrenar acciones a velocidades que no existen, y acostumbra al cerebro¡±, explica Pardo. La teor¨ªa dice que, de vuelta a la realidad del c¨¦sped, a velocidades normales, todo resulta m¨¢s sencillo.

El d¨ªa que Courtois volvi¨® a jugar, contra el C¨¢diz en el Bernab¨¦u, dej¨® un lance en el que se le vio especialmente activado. Chris Ramos se va solo hacia la porter¨ªa, Courtois sale, para el tiro con el cuerpo y enseguida se lanza a perseguir la pelota a la banda. Su pase es el primero de un contraataque que termina en el 1-0.

Aunque cuando supo que estaba de vuelta fue 10 d¨ªas m¨¢s tarde, contra el Alav¨¦s: ¡°Me hac¨ªa falta un partido como hoy, con muchos disparos. Contra el C¨¢diz hubo un uno contra uno y un tiro lejano. Contra el Granada, m¨¢s juego de pies y poco de parar. Y hoy, muchas paradas. No digo que es donde dudaba, pero s¨ª necesitaba esos tiros cercanos, r¨¢pidos, reflejos...¡±. Pardo entiende ese punto diferencial: ¡°La mente es la que domina todo. La velocidad, la fuerza, la tienen todos. Pero en los momentos decisivos es la mente la que decanta la balanza¡±.

No solo ha vuelto m¨¢s r¨¢pido. ¡°He ganado masa muscular en el tren superior y en las piernas, para proteger las rodillas¡±, dijo en As. Hay mucho trabajo lejos del c¨¦sped, muchas horas en la camilla de fisioterapia de Davide Violatti, y muchas con el readaptador Giuseppe Bellistri para ir acerc¨¢ndose al campo, donde le esperaba Luis Llopis, el preparador de porteros.

Todo ese trabajo de fondo ayud¨® a rebajar el contratiempo que sufri¨® en marzo cuando estaba a punto de volver, la rotura del menisco de la rodilla derecha. ¡°En el momento lo pas¨¦ muy mal, pero esa noche le dije al doctor que mejor que me hubiese sucedido en ese momento que tres o seis meses m¨¢s tarde¡±.

Esa fuerza interior ha resultado determinante, seg¨²n fuentes que han seguido el proceso de cerca: ¡°Ha cre¨ªdo mucho en ¨¦l. Ha sido ¨¦l¡±. Y aqu¨ª est¨¢ de vuelta para su tercera final de la Champions, despu¨¦s de la de Lisboa en 2014, donde no alcanz¨® el cabezazo de Ramos en el 93; despu¨¦s sobre todo de la de las nueve paradas en Par¨ªs. Justo a tiempo: el primer ca¨ªdo de este Madrid de la resistencia, tan golpeado por las lesiones, y pese a todo a un paso de otra Copa de Europa.

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