Carlo Ancelotti busca otro Madrid

Lo habitual es que los equipos cambien despu¨¦s de malos resultados, pero el Madrid lo har¨¢ al rev¨¦s, tras una temporada de gran ¨¦xito. As¨ª lo han querido las circunstancias: Toni Kroos pleg¨® velas en la cima, y Kylian Mbapp¨¦ acept¨® fichar ahora y no en las varias ocasiones que tuvo en el pasado. Un adi¨®s y un hola que empujan a Carlo Ancelotti a reformular un conjunto que cuadr¨® con tino el pasado verano en unas circunstancias que no parec¨ªan las m¨¢s favorables por las lesiones y la ausencia de un nueve puro en la plantilla tras el adi¨®s de Benzema. Lo logr¨® casi a la primera, pero el libreto de la decimoquinta ya no vale al d¨ªa siguiente de levantarla. La salida del alem¨¢n y la llegada del franc¨¦s cambian muchas cosas. Los dos movimientos alteran el patr¨®n de juego de los blancos y obligan a permanecer atentos a algo tan sensible en un vestuario campe¨®n como la integraci¨®n de una estrella planetaria.

El largamente deseado Mbapp¨¦ aparecer¨¢ en un ataque que ha facturado 99 goles este curso: 24 de Vinicius, 23 de Bellingham, 17 de Rodrygo y Joselu, 12 de Brahim y seis de G¨¹ler. Y ese es el reto de Carletto, engrasar la incorporaci¨®n del galo en una parcela que ha funcionado mejor de lo que se esperaba. Si hace un a?o se mov¨ªa en la incertidumbre y la aparente escasez, ahora el escenario es el opuesto, por la suma del ex del PSG y porque hasta un telonero como Joselu viene de resolver una semifinal de Champions. En el caso de que no se marche nadie, el italiano contar¨¢ con ocho nombres que pisan el ¨¢rea, ya que a la lista tambi¨¦n se une Endrick (47,5 millones, 17 a?os), la ¨²ltima adquisici¨®n del colegio brasile?o que aterriza con dos tantos en sus cuatro primeras internacionalidades con la Canarinha.

La suma de Vinicius y Mbapp¨¦, en el c¨¦sped y en la intimidad de la caseta, deber¨ªa determinar el ¨¦xito de la mezcla en ataque. El primero, aspirante como su nuevo compa?ero a algo tan simb¨®lico y jer¨¢rquico como el Bal¨®n de Oro despu¨¦s de marcar en las dos finales de Champions que ha ganado, ya no es, ni quiere ser, solo un extremo zurdo con regate. Ahora tambi¨¦n se siente c¨®modo ocupando el centro del ataque, e incluso como nueve, lo que podr¨ªa ampliar el abanico de opciones para el t¨¦cnico. ¡°Nunca me imagin¨¦ ah¨ª, ten¨ªa mucha dificultad y se lo agradezco a Ancelotti¡±, confes¨® antes de viajar a Londres. ¡°Al principio, le dec¨ªa que no quer¨ªa, pero me ha convencido y me ha hecho mejor. A veces, me dice de ponerme en la izquierda y no quiero. He evolucionado un a?o como jugador como nunca hab¨ªa hecho porque he cambiado por completo mi manera de jugar¡±, cont¨®. Ya no se siente solo un agitador.

Libra por libra, entre el astro reci¨¦n comprado, la estrella manufacturada (Vini), la sorpresa del a?o (Bellingham), los que quieren m¨¢s (Rodrygo y G¨¹ler), y la revalorizaci¨®n de secundarios, el Madrid nadar¨¢ arriba en la abundancia, una circunstancia que Carletto deber¨¢ casar con uno de sus principios hasta ahora innegociables: el equilibrio defensa-ataque. Rodrygo ha sido fijo, aunque en la previa de la final de la Champions, con el fichaje de Mbapp¨¦ dado por hecho, desliz¨® en dos entrevistas que su futuro se podr¨ªa llegar a estudiar. Mientras, la continuidad de Joselu, cedido este curso, la tendr¨ªa que tratar el Madrid con el Espanyol (disputar¨¢ la fase de ascenso) porque lleg¨® con una opci¨®n de compra.

Si en la delantera Ancelotti deber¨¢ gestionar la opulencia, en el medio abordar¨¢ la orfandad de Kroos. Su salida sit¨²a al Madrid en un escenario nuevo para ¨¦l en los tres ¨²ltimos lustros, desde el fichaje de Xabi Alonso en 2009. Primero con el donostiarra y luego con el alem¨¢n, el equipo se ha manejado con grandes resultados durante este amplio periodo con un organizador claro en la salida de bal¨®n. Ahora, no se adivina un heredero n¨ªtido de ese perfil.

Bellingham, cerca del ¨¢rea

En cuanto se conoci¨® la retirada del germano, Ancelotti no ha ocultado que esto le empuja a escarbar otras v¨ªas. ¡°No hay un Kroos en el mercado. Tenemos que reemplazarlo de otra manera, adaptarnos a las caracter¨ªsticas de los otros medios. Podemos pensar que ser¨¢ un juego m¨¢s vertical con futbolistas de mucha energ¨ªa. Hay que verlo¡±, ha comentado mientras preparaba la final de Wembley.

Todo lo que ha adquirido el Madrid o ha ido ascendiendo en los ¨²ltimos a?os responde a un modelo de jugador joven, muy f¨ªsico y con recorrido sobre el c¨¦sped: Camavinga (31 millones, 21 a?os), Tchouameni (80 millones, 24 a?os) y Valverde (cinco millones, 25 a?os). Tres centrocampistas diferentes al director cl¨¢sico que representaba Kroos. A Bellingham (103 millones m¨¢s hasta un 30% en variables, 20 a?os), Ancelotti lo ve m¨¢s cerca del ¨¢rea.

Los tres primeros, cada uno con sus matices, han escudado este curso al mejor Kroos, pero a partir de agosto les tocar¨¢ asumir m¨¢s responsabilidades, como adelant¨® el t¨¦cnico italiano. Eso tambi¨¦n implicar¨¢ el gran salto en la transici¨®n generacional de la medular que Carletto ha ido cocinando a fuego lento. Del ¡°tri¨¢ngulo de las Bermudas¡± de Casemiro, Kroos y Modric que se encontr¨® al llegar en 2021, ya solo queda el croata, cuyo anuncio de renovaci¨®n por otra campa?a tambi¨¦n es inminente, seg¨²n el club. ?l podr¨ªa hacerse cargo de la salida de bal¨®n, aunque su edad (39 a?os en septiembre) y el papel de revulsivo que ha tenido este curso lo colocan como un actor de momentos puntuales m¨¢s que como un titular fijo en un calendario tan abrasivo (siete torneos el pr¨®ximo curso).

Hace 12 meses, Ancelotti tuvo que inventar otro Madrid sin Benzema y con Bellingham. Dispar¨® la producci¨®n anotadora del ingl¨¦s, cre¨® el ecosistema ideal para Kroos y sedujo a Vinicius para que no se redujera al monocultivo de la banda izquierda. El s¨¢bado abroch¨® un curso casi perfecto, pero cuando regrese de vacaciones le espera la tarea de parir otro Madrid.

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