Pablo Longoria: ¡°El Olympique es un miembro m¨¢s de muchas familias marsellesas¡±
El espa?ol, de 38 a?os, presidente de uno de los clubes m¨¢s pasionales de Europa, afronta este domingo el partido m¨¢s importante del a?o contra el Paris Saint Germain
Marsella es una ciudad compleja, multicultural y, a veces, profundamente herida por sus desigualdades. Un norte pobre y un sur rico, cuyas diferencias se disuelven casi ¨²nicamente en una especie de catalizador emocional para la ciudad. El Vel¨®dromo, el estadio del Olympique funciona como una extraordinaria zona franca en la que convergen todas las caras de Marsella. Especialmente cuando se acerca el partido m¨¢s importante del a?o, el Cl¨¢sico, como tambi¨¦n lo llaman los franceses, que enfrenta al Olympique contra el PSG. Una rivalidad at¨¢vica que, sin embargo, encuentra puntos de uni¨®n hoy en su propuesta futbol¨ªstica, comandada por dos aventureros como Luis Enrique y el italiano Roberto De Zerbi, que ha dotado al OM de un juego coral y ofensivo.
El responsable de esta revoluci¨®n, para a?adir m¨¢s ingredientes al cocktail, es un tipo joven, de Oviedo, bigote y perilla de fil¨®sofo que aprendi¨® el oficio ¡ªaunque suene extra?o¡ª jugando a ser director deportivo con el PC F¨²tbol. Un chico, entonces, con una especial sensibilidad para captar el talento en el f¨²tbol que creci¨® como ojeador en equipos como el Villarreal, el Recreativo de Huelva o el Newcastle, y se consolid¨® en el Sassuolo o la Juventus. En 2021, con 34 a?os, Longoria pas¨® directamente de la direcci¨®n deportiva del Olympique ¡ªpropiedad del magnate estadounidense Frank McCourt¡ª, a ser el presidente m¨¢s joven de un club de f¨²tbol europeo. ¡°Claro que me influy¨® jugar al PC F¨²tbol y aquellos juegos durante horas¡±, recuerda sentado en su despacho, donde a trav¨¦s de las ventanas resplandecen los campos de entrenamiento de la ciudad deportiva del OM.
La probeta de Longoria encuentra este domingo un buen term¨®metro en el encuentro contra el PSG. El f¨²tbol de ambos equipos desmiente hoy la vieja idea del f¨²tbol an¨¢rquico y atl¨¦tico de la liga francesa, apretada los puestos de mando de la clasificaci¨®n, que se reparten ambos equipos y el M¨®naco. ¡°El nivel t¨¢ctico ha aumentado much¨ªsimo en los ¨²ltimos a?os y la calidad del espect¨¢culo es superior al de otras ligas en Europa. Hay que vivirla para entenderla¡±, explica. ¡°Aqu¨ª existe todav¨ªa una sensaci¨®n de que se puede jugar al f¨²tbol todo el d¨ªa. El sistema permite que el f¨²tbol de proximidad, de barrio, de base sea un engranaje de la formaci¨®n. La libertad que tiene el jugador todav¨ªa para intentar determinadas acciones hace que explote m¨¢s ese talento que en pa¨ªses como Espa?a, donde todo est¨¢ estructurado en torno al juego¡±, insiste en su despacho de la ciudad deportiva, desde donde puede verse a los empleados recortar el c¨¦sped de los campos de entrenamiento.
La figura de Longoria encarna tambi¨¦n un cierto exotismo en Marsella. ?Un ovetense de 38 a?os presidiendo un club casi tribal como el OM? ¡°La ciudad lo acepta porque Marsella est¨¢ hecha de muchas nacionalidades y de la b¨²squeda de un equilibrio. Y esa apertura forma parte de su manera de ser¡±, apunta. Pero tambi¨¦n una personalidad volc¨¢nica y ciclot¨ªmica, dif¨ªcil de dominar cuando las cosas no van bien. El a?o pasado el club termin¨® octavo, alejado de las competiciones europeas. Y, sobre todo, de lo que Longoria hab¨ªa planeado. Cuatro entrenadores distintos y una decepci¨®n en la grada dif¨ªcil de gestionar.
Toc¨® cambiar radicalmente y buscar ingresos (el d¨¦ficit se ha reducido dr¨¢sticamente y las entradas por patrocinio han aumentado un 70% desde su llegada). Tambi¨¦n buscar un nuevo proyecto. ¡°La idea era dar estabilidad a trav¨¦s de un entrenador que fijase un plan muy claro con el f¨²tbol en el centro¡±, explica entrecortando las frases con silencio y mezclando a veces el espa?ol y el italiano. ¡°Y al mismo tiempo es una cuesti¨®n de cultura y valores alrededor del equipo, desde el propietario hasta el ¨²ltimo de los empleados. El a?o pasado quiz¨¢ hubo una visi¨®n m¨¢s de corto plazo, de intentar clasificarnos para Champions, y fuimos hacia ese perfil de jugador que nos pod¨ªa dar eso, pero hubo un distanciamiento. El nivel de identificaci¨®n entre club y lo que ve¨ªamos en el campo no encajaba¡±.
La respuesta a la crisis, con enfrentamiento incluido con los ultras, fue el italiano Roberto De Zerbi: uno de los entrenadores m¨¢s codiciados e innovadores de Europa, se?alado por Pep Guardiola como uno de los grandes, que hab¨ªa hecho una buena temporada con el Brighton. Pero el t¨¦cnico de Brescia exig¨ªa un ambiente de trabajo y una confianza determinadas. ¡°De Zerbi ya era contracultural en Italia o Inglaterra. Pero es as¨ª porque tiene una fuerte identidad, y tambi¨¦n un componente de genialidad. Como club hay que crearle el campo de cultivo para que pueda expresarse con total libertad. En verano de 2022 ya pensamos en ¨¦l y ten¨ªa ofertas de muchos clubes europeos¡±. Longoria comenz¨® a picar piedra y despu¨¦s de una videollamada de cinco horas ¡ªhablamos de por qu¨¦ nos gusta el f¨²tbol y de Marsella¡ª logr¨® convencerle.
El Olympique es un animal extra?o en el f¨²tbol. En muchos aspectos se parece al N¨¢poles, aunque su presidente prefiera compararlo al Boca Juniors o a la Roma, ¡°por la pasi¨®n del entorno¡±. Pero es el ¨²nico club de la ciudad y la referencia deportiva de casi todas las familias. ¡°El club forma parte de la ciudad, y eso quiz¨¢ es dif¨ªcil de entender en ciudades espa?olas, donde generalmente hay dos o m¨¢s equipos. Aqu¨ª el segundo equipo deportivo es el hockey hielo. El Olympique fagocita tantos fen¨®menos aqu¨ª, pero tambi¨¦n el inter¨¦s deportivo: es como un miembro m¨¢s en muchas familias. Puede gustarte o no el f¨²tbol, pero casi todo el mundo tiene una relaci¨®n con ¨¦l. Y eso no se puede crear, pero es tu responsabilidad alimentarlo. ?C¨®mo? V¨ªnculos simb¨®licos. Por ejemplo, hacemos una campa?a en la que cuando nace un ni?o siempre recibe una pieza de ropa del equipo, para que cada marsell¨¦s sea del Olympique desde el primer d¨ªa. O las iniciativas para rehabilitar campos¡±.
Marsella (861.635 habitantes) es la segunda ciudad en poblaci¨®n de Francia, pero tambi¨¦n es el lugar donde se entremezclan algunos de los barrios m¨¢s pobres del pa¨ªs. Hay un cierto orgullo de clase en la lucha futbol¨ªstica contra la capital que se vive de una forma ¨²nica en el V¨¦lodrome. ¡°Hay pocos partidos en Europa que generen tanta pasi¨®n. Es ese sentimiento de pertenencia del marsell¨¦s, es jugar en casa contra la capital. Y forma parte de tu ADN, porque puedes hacer sentir orgullosa a tu gente. Y a nivel deportivo, claro, es un partido que nos puede dejar en lo alto de la clasificaci¨®n¡±. Tambi¨¦n consolidar a Longoria como uno de los grandes gestores del f¨²tbol europeo.
Clasificaci¨®n
Clasificaci¨®n | PT | PJ | PG | PE | PP |
---|---|---|---|---|---|
1
PSG
|
20 | 8 | 6 | 2 | 0 |
2
MON
|
20 | 8 | 6 | 2 | 0 |
3
MAR
|
17 | 8 | 5 | 2 | 1 |
4
LIL
|
14 | 8 | 4 | 2 | 2 |
5
LEN
|
14 | 8 | 3 | 5 | 0 |
Clasificaci¨®n | PT | PJ | PG | PE | PP |
---|---|---|---|---|---|
1
PSG
|
20 | 8 | 6 | 2 | 0 |
2
MON
|
20 | 8 | 6 | 2 | 0 |
3
MAR
|
17 | 8 | 5 | 2 | 1 |
4
LIL
|
14 | 8 | 4 | 2 | 2 |
5
LEN
|
14 | 8 | 3 | 5 | 0 |
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