Berrinche de Florentino P¨¦rez con el Bal¨®n?de?Oro

Celebro mucho haber explicado en mi art¨ªculo los entresijos de la votaci¨®n del Bal¨®n de Oro, que permiten desechar cualquier posibilidad de apa?o. El que lo desee, puede recuperarlo para conocer el asunto. No es, en ning¨²n caso, una mesa camilla en la que se re¨²nan Ceferin y dos m¨¢s para chinchar al Madrid. No es siquiera, como dice la nota del club, ¡°el Bal¨®n de Oro de la UEFA¡±. La UEFA ha aparecido este a?o para apoyar la gala, pero el premio lo da France Football, el jurado lo elige la revista, de ella nos vienen las comunicaciones y a ella enviamos nuestra elecci¨®n.

Durante d¨ªas, en un ejercicio de optimismo aventurado, se ha extendido por Espa?a la seguridad de que el Bal¨®n de Oro lo ganar¨ªa Vinicius, en atenci¨®n a su buena temporada. No me hubiera extra?ado, tan es as¨ª que yo le vot¨¦ primero, adjudic¨¢ndole 15 puntos. Pero sab¨ªa que pod¨ªan lastrarle dos h¨¢ndicaps, su mala Copa Am¨¦rica, y esas reacciones en el campo, mal controladas.

Bien, no lo ha ganado. Resulta que lo ha ganado Rodri, un colosal mediocampista, sin su magia, pero jugador de enorme rendimiento y estabilidad.

Y la reacci¨®n de Florentino ante la noticia, conocida a primera hora de la tarde, me ha parecido desproporcionada. El Madrid es creador de la Copa de Europa, de la que el Bal¨®n de Oro es un ap¨¦ndice de primera hora, tuvo que ver mucho con el magn¨ªfico desarrollo de esta competici¨®n en sus inicios, y en estos a?os vuelve a reinar orgulloso sobre ella, sin que sea impedimento su intento de sustituirla por una fantasiosa Superliga al margen de la UEFA. Que, como se ve, no ha tomado ninguna represalia por ello.

Que por tan poca cosa el Madrid, el club del ¡°cuando pierden dan la mano¡±, d¨¦ una patada a la mesa, tiene dos explicaciones: la soberbia creciente de Florentino y la acumulaci¨®n de malas noticias en estos d¨ªas.

Y no me refiero al 0-4, al fin y al cabo, un incidente futbol¨ªstico. Hace tiempo que arrastra el fracaso de la Superliga y ahora se encuentra con un grave quebranto en su proyecto econ¨®mico, basado en un desafuero. Los vecinos le han parado los conciertos, lo que va a rebajar notablemente los ingresos previstos (ya cobr¨® 360 millones a cuenta de las nuevas posibilidades del estadio) y va a hacer in¨²til el enorme gasto del hipogeo, ideado para ello. Hoy mismo acude a juicio el administrador ¨²nico de la sociedad Real Madrid Estadio S.L., por la querella interpuesta por los vecinos, gente de vuelo y conocimiento, que no resisten vivir con ese ruido. La posibilidad de insonorizar el estadio me parece una quimera. La de insonorizarles las casas a ellos lo veo igual de imposible, aparte de ser una propuesta maligna, para trasladarles la culpa.

La Comunidad le ven¨ªa dando unas licencias muy discutibles para esta actividad, que no es la propia del estadio. El Ayuntamiento pretend¨ªa regalarle un t¨²nel-parking para que, entre otras cosas, los VIP pudieran aparcar en los s¨®tanos del estadio, requisito para que el estadio pueda albergar la final del Mundial 2030.

Todo eso est¨¢ en el aire, encima Mbapp¨¦ no termina de funcionar, aunque eso es lo de menos, y en las tripas del cuerpo t¨¦cnico hay disensiones y se buscan chivatos en dos direcciones, la del presidente y la del exterior.

Todo junto quiz¨¢ pueda explicar esta ofuscaci¨®n. Pero en ning¨²n caso justificarla.