Expl¨ªcaselo con pol¨ªtica
Veo f¨²tbol por todas partes, lo veo, lo huelo, lo pienso sobre casi cualquier tema, como con las reacciones a las elecciones en Estados Unidos
En ocasiones, veo f¨²tbol por todas partes. Lo veo, lo huelo, lo pienso sobre casi cualquier tema, aunque no tenga ninguna conexi¨®n aparente. Son cosas t¨¢cticas o de gesti¨®n de grupo. En estos ¨²ltimos d¨ªas me ha vuelto a pasar con las reacciones a las elecciones en Estados Unidos. No soy una especialista en pol¨ªtica ni pretendo abrir ning¨²n debate profundo, pero quiero hacer el ejercicio de cruzar lo com¨²n de ambos mundos.
He escuchado que Kamala Harris ha hablado m¨¢s de Trump que de s¨ª misma y que haberse enfocado tanto en ¨¦l, y tan poco en sus propios argumentos, le ha impedido hacerse m¨¢s fuerte como nueva candidata. No he podido evitar conectar eso con la preparaci¨®n de un partido de f¨²tbol: t¨² conoces tus caracter¨ªsticas, analizas al rival y planteas una estrategia operativa. Cuando toca traslad¨¢rsela a la plantilla hay que acertar entre cu¨¢nto hablas de ti y cu¨¢nto espacio le das al adversario. Y no es f¨¢cil dar con la tecla. No es solamente cuesti¨®n de acertar con la dosis de virtudes o defectos para no sobredimensionar ni menospreciar al otro, sino que, en la medida en que hables m¨¢s de ¨¦l que de ti, parece que le maximizas y te desvirt¨²as. ?Cu¨¢nto vas a querer condicionarles y cu¨¢nto vas a dejar que te condicionen? El f¨²tbol es un juego de oposici¨®n y se hace complicado no tener en cuenta lo que quiere hacer ¡ªy hace¡ª el contrario, pero encontrar la dosis justa te acerca o te aleja a la victoria. Parece que lo mismo pasa en pol¨ªtica.
Otra clave apuntaba al hecho de que la confrontaci¨®n y esa ret¨®rica constante de confusi¨®n y miedo, termina erosionando tanto que agota la energ¨ªa. Es tal la tensi¨®n discursiva y el desgaste emocional de esa batalla perpetua, que el d¨ªa del combate, est¨¢s exhausta. Trasladado al f¨²tbol me lleva al t¨ªpico partido trabado y hostil, que suele terminar beneficiando m¨¢s a quien se maneja bien en lo turbio, que al que pretende un duelo limpio y justo. P¨¦rdidas de tiempo, protestas constantes, faltas fingidas. Al l¨ªmite del reglamento. Y ruido. ?Desesperas? ?O inhalas-exhalas? El ¨¦xito de un entrenador seguramente radique en su capacidad de mantener la lucidez, especialmente, en los d¨ªas en que lo que ocurre en el campo se parece poco a lo que ser¨ªa su juego ideal.
El votante de Trump se ha camuflado entre perfiles que van mucho m¨¢s all¨¢ del estigmatizado texano de rancho. Su mensaje ha calado entre m¨¢s grupos sociales. Entender las motivaciones y los ideales de a quien te enfrentas es clave para salir victoriosa de un duelo. En f¨²tbol, hay que intentar detectar los patrones principales de un rival, sin obviar aquellas otras cosas que, ante ti, podr¨ªa llegar a hacer. Luego el secreto est¨¢ en condensar la informaci¨®n para, ni saturar a la jugadora, ni dejar de darle herramientas que pueda necesitar.
Otra reflexi¨®n: ?es m¨¢s f¨¢cil construir o destruir? El f¨²tbol no se pone de acuerdo, cegado por debates casi filos¨®ficos sobre estilos m¨¢s ofensivos o m¨¢s defensivos. Hay equipos proactivos y equipos reactivos. En pol¨ªtica ¡ªy en f¨²tbol¡ª, quien marca la agenda suele tomar ventaja. En f¨²tbol ¡ªy en pol¨ªtica¡ª se trata de mover al rival para atacarle por donde te conviene.
A Kamala le ha faltado tiempo para desmarcarse de Biden y hacer una campa?a m¨¢s personal, dicen. M¨¢s suya. Los entrenadores siempre andamos pidiendo m¨¢s margen para instaurar nuestro modelo en un equipo. 100 d¨ªas no siempre da para cambiar inercias y dejar tu sello sin los vicios heredados. ?Entonces qu¨¦, aceptamos los parecidos?
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