Ancelotti: ¡°Bellingham ha vuelto¡±
El jugador marc¨® un gol y regal¨® otro frente al Girona antes de ser sustituido por una sobrecarga en la pierna
Se cumpli¨® la hora de partido y se hizo el silencio, un corro alrededor de Bellingham, que se quejaba de dolor sobre el c¨¦sped. De repente, dos o tres compa?eros se giraron hacia el banquillo del Madrid y pidieron el cambio con cara de circunstancias. No pod¨ªa seguir el mejor, el que con sudor, toque y punter¨ªa hab¨ªa decidido el envite. ¡°Bellingham est¨¢ bien. Ten¨ªa un poco de cansancio en la pierna y ha preferido no arriesgar en los ¨²ltimos minutos¡±, explic¨® despu¨¦s Carlo Ancelotti, el t¨¦cnico madridista, tranquilizador. ¡°Sobrecarga¡±, agregaron desde el cuerpo m¨¦dico blanco, que, sin embargo, explicaron que Mendy s¨ª tuvo un pinchazo en el muslo derecho y que se perder¨¢ el pr¨®ximo envite de la Champions en B¨¦rgamo. ¡°El resto tienen golpes, nada m¨¢s¡±, ampli¨® Ancelotti; ¡°y Rodrygo no se ha encontrado bien y se ha quedado a trabajar en Valdebebas, pero estar¨¢ disponible¡±.
Durante la primera media hora del encuentro, la pelota fue del Girona para sonrojo de un Madrid que hac¨ªa v¨¢lida esa frase de que sin bal¨®n ni pases no hay remedio para la soledad del delantero. Ah¨ª estaba Mbapp¨¦, perdido por Montilivi, desconectado del juego porque, entre otras cosas, sus compa?eros no atendieron a sus tropecientos desmarques. El problema es que durante mucho tiempo la frase se hizo extensible a la soledad del enganche, de un Bellingham que se rebel¨®.
Despu¨¦s de que llegara el autocar blanco al estadio, entremezclados los abucheos de los hinchas con los v¨ªdeos de los m¨®viles para no perder detalle, Bellingham, en lo que ya es su ritual, sali¨® al c¨¦sped con el celular en las manos y los auriculares en las orejas. Un paseo en solitario, una toma de contacto con la hierba. Luego, en el calentamiento y para ejercitar el pase, se junt¨® con Mbapp¨¦ ¡ªya se sabe, esa ley no escrita del vestuario en la que los buenos se buscan¡ª y demostr¨® su car¨¢cter. Resulta que fall¨® un disparo y se choc¨® las manos con rabia, aspavientos. Al siguiente s¨ª que hizo diana y la sonrisa volvi¨® a su cara. Hasta que empez¨® el duelo.
Al contrario de lo que muchas estrellas entienden como un asunto de estado que sus carreras sean hacia delante y no hacia atr¨¢s porque los goles y las ocasiones salen de sus botas, Bellingham dignifica el oficio con esfuerzo. Tambi¨¦n, claro, con un f¨²tbol exquisito y remate oportuno. Pero sin la pelota entre los pies, el ingl¨¦s corri¨® por tres, dirigi¨® a sus compa?eros con los brazos y la voz, y tanto val¨ªa para cortar una contra como para despejar un saque de esquina. S¨ª que protestaba, ahora sin vehemencia, que el Madrid no mezclara ni se encontrara sobre el tapete. Pero en vez de vencerse, dio un paso hacia atr¨¢s para recibir m¨¢s balones, para participar del juego, para, de paso, recordarles que eran el Madrid. Y entonces vio puerta por quinta jornada seguida.
¡°Ha vuelto, est¨¢ en buena forma¡±, resolvi¨® Ancelotti; ¡°tras su gol hemos tenido m¨¢s claridad¡±. Es el Bellingham omnipresente de inicios del curso anterior, el que abr¨ªa bocas. El que desgaj¨® al Girona, su rival preferido en la Liga; cuatro goles en tres encuentros (con tres tantos, las v¨ªctimas son Bar?a, Osasuna y Almer¨ªa). ¡°Es uno de los mejores jugadores del mundo. Mira que hab¨ªamos hablado y trabajado que no pod¨ªa recibir y girarse, que entraba desde la segunda l¨ªnea¡¡±, lament¨® M¨ªchel, entrenador del Girona; ¡°pero en su gol hemos estado blandos y luego ha dado otro gol. Dos chispazos suyos y se ha acabado el partido¡±
Con el viento a favor, el Madrid se hizo reconocible en Montilivi, por m¨¢s que Mbapp¨¦ pudo ver la segunda tarjeta amarilla por robar un bal¨®n con la mano. Nada que inquietara a Bellingham, que volvi¨® a ejercer de Midas cuando cogi¨® el esf¨¦rico en la medular y puso un pase a la carrera a G¨¹ler, que super¨® a Gazzaniga. Varios fueron a abrazar al turco; la mayor¨ªa le hicieron la mel¨¦ al ingl¨¦s. ¡°Arda ha hecho un gol fant¨¢stico, trabaja mucho y ayuda al equipo. El gol le quita presi¨®n porque es un joven con mucha presi¨®n alrededor. Tambi¨¦n lo han hecho bien Mbapp¨¦, Brahim¡ Poco a poco volvemos¡±, convino Ancelotti. Pero con Bellingham en el campo todo es m¨¢s f¨¢cil y es mejor.
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