Un Atl¨¦tico venido a m¨¢s visita a un Real Madrid en modo subsistencia

Mira el campeonato desde la cima de la clasificaci¨®n, pero el equipo est¨¢ como el tiempo, un d¨ªa bien, otro mal, otro m¨¢s o menos. Hasta ahora, cuando le toc¨® enfrentar a un grande cayeron rayos y truenos. Ahora se viene un Atl¨¦tico venido a m¨¢s y un City venido a menos, en ninguno de los dos casos conviene confiarse. Tampoco sus rivales, porque es en situaciones dif¨ªciles cuando el Madrid saca el arsenal cultural que le dio gloria. Lo hizo antes. Lo hizo muchas veces. Lo seguir¨¢ haciendo.

El Atl¨¦tico est¨¢ de fiesta y hasta se anima a cantar que es el equipo que manda en la capital. Est¨¢ bien, se le concede. Siempre y cuando acepten que el Madrid manda en el mundo. Si se trata de agrandarnos, nos agrandamos todos.

Estamos ante un gran Atl¨¦tico. Un equipo que compite sin freno, como le gusta al Cholo, y con jugadores con buen pie que se est¨¢n animando a ir un poco m¨¢s all¨¢. Once muy buenos que empiezan y otro pu?ado que termina los partidos aportando energ¨ªa y categor¨ªa. Hac¨ªa tiempo que no juntaba una plantilla tan capaz. El aporte de los argentinos es muy importante, gente que conoce el oficio, que siente el f¨²tbol, que hace vestuario y con un reciente campeonato del mundo. Nadie que fue campe¨®n sale del campeonato igual que entr¨®. Milagros de la confianza y del ego, que cuando se trata de desafiar a un p¨²blico conviene tenerlo alto.

La figura del 9 explica la riqueza de los recursos. El Atl¨¦tico encontr¨® en Juli¨¢n Alvarez a un jugador que es ¨ªdolo sin ser divo. Un crack sacrificado y con ganas de seguir aprendiendo. Tipos as¨ª arrastran al resto con la fuerza del ejemplo sin necesidad de hablar. Pero si el partido pide otra cosa, que se quite la infanter¨ªa para dar paso a la fuerza a¨¦rea, capitaneada por Alexander Sorloth. Griezmann es otro jugador que est¨¢ en la cumbre y lo consolid¨® todo: su juego, su relaci¨®n con la afici¨®n, su complicidad con Simeone. De Paul crece en cada partido, reclamando con brillantes actuaciones papeles cada vez menos secundarios. En cuanto al Cholo, meti¨® a un hijo en la ecuaci¨®n con un alt¨ªsimo rendimiento y el aporte vitam¨ªnico propio del apellido, energ¨ªa sacada del pozo de pasi¨®n por el f¨²tbol que es un privilegio gen¨¦tico de la familia Simeone.

El equipo sigue siendo pr¨¢ctico porque su l¨ªder siempre lo fue, pero esta temporada le agreg¨® una cuota mayor de f¨²tbol porque los jugadores tambi¨¦n tienen algo que decir en un partido y en el Atl¨¦tico los hay muy buenos.

Esos son, a toda confianza y orgullo, los que visitar¨¢n el Bernab¨¦u hoy. Y espera un Madrid al que, cuando parece encontrarse, se le cruza una lesi¨®n o un mal resultado que no le ayudan a afianzarse. All¨¢ arriba tiene misiles, en el medio cuesta encontrar el equilibrio porque a¨²n no nos animamos a recitar la alineaci¨®n de memoria, y atr¨¢s la fatalidad obliga a llenar con chicos posiciones que requieren madurez y experiencia. A la espera de que vengan tiempos mejores que consoliden, el Madrid resiste en modo subsistencia. Tambi¨¦n lo sabe hacer, pero necesitar¨¢ que la afici¨®n, que va al Bernab¨¦u con la desconfianza y el recelo de un gato, ponga de su parte algo m¨¢s de pasi¨®n, porque en las pr¨®ximas semanas esperan peligrosos cruces de caminos.