Brais M¨¦ndez: ¡°Los futbolistas somos mercanc¨ªa, pero dejamos que sea as¨ª¡±

El jugador de la Real Sociedad Brais M¨¦ndez (Mos, Pontevedra; 28 a?os), que este mi¨¦rcoles recibe al Madrid en la ida de las semifinales de Copa (21.30, La 1 y Movistar), es uno de los futbolistas espa?oles que m¨¢s visibilidad ha dado a la salud mental. Cuando lleg¨® al primer equipo del Celta procedente de la cantera, los silbidos de Bala¨ªdos lo metieron en el hoyo y ahora, con la distancia de quien super¨® el mal trago, le gusta hablar de ello. ¡°Creo que puedo ayudar. Muchos nos toman como referentes, pero tambi¨¦n hay que contarles que somos personas normales¡±, explica despu¨¦s de un entrenamiento en la ciudad deportiva de Zubieta. Camiseta blanca ancha, barba arreglada y el cuerpo relajado.

Pregunta. Dice el exjugador de la Real Zuhaitz Gurrutxaga, que ha relatado sus episodios de ansiedad, que se habla mucho de f¨²tbol, pero poco de lo que sienten los futbolistas.

Respuesta. Es verdad. Eres el futbolista y, un poco, el mono de feria en todos los aspectos. El que tiene que aguantar la rabia de la gente porque, lo t¨ªpico que te dicen, ganas mucho y te ve todo el mundo.

P. ?Son un poco mercanc¨ªa?

R. Somos mercanc¨ªa, pero tambi¨¦n dejamos que sea as¨ª. Somos empleados de una empresa a la que nos debemos. Y alrededor hay otras, como la FIFA, UEFA, federaci¨®n, LaLiga¡­ Somos actores principales, pero tambi¨¦n un poco mercanc¨ªa.

P. ?Recuerda el primer d¨ªa que le pitaron en un estadio?

R. No tanto, pero s¨ª uno que se me qued¨® grabado. Fue una ¨²ltima jornada de Liga con el Celta, en casa, donde nos salvamos. Era mi primer a?o, acababa de ir a la selecci¨®n y escuch¨¦ silbidos. No entend¨ªa nada, la situaci¨®n del equipo era complicada y fue duro. Recuerdo que me puse a llorar en el banquillo y tambi¨¦n cuando d¨¢bamos la vuelta al campo por la salvaci¨®n.

Despu¨¦s de ser pitado [en los inicios en el Celta], en los partidos me fui haciendo peque?ito. Me encantaba entrenar, pero no competir

P. ?Ah¨ª fue consciente de que hab¨ªa un problema?

R. No, no sab¨ªa qu¨¦ me pasaba y, a ra¨ªz de eso, fui teniendo inseguridades. Me encantaba entrenar, pero no competir. Las sensaciones en los partidos siempre eran malas. Te vas haciendo peque?ito. Parec¨ªa una pel¨ªcula de terror. Hasta que un amigo de mi padre pidi¨® hablar conmigo porque ¨¦l hab¨ªa pasado por algo parecido. Acced¨ª y, desde entonces, empec¨¦ a trabajar con profesionales.

P. ?Cu¨¢nto le cost¨® volver a sentirse bien?

R. No mucho, como un mes. Yo tambi¨¦n puse mucho de mi parte, pero aquello me marc¨®. Cuidamos todos los m¨²sculos, pero al m¨¢s importante no le damos la misma relevancia.

P. ?Se pitan m¨¢s a los futbolistas t¨¦cnicos?

R. Puede ser. No somos jugadores de levantar la grada con una entrada, de hacer una carrera y que todo el estadio estalle. A m¨ª se me ha tachado de fr¨ªo muchas veces. No soy de los que regalan una carrera, o ve que no llega a un bal¨®n y lo intenta. Prefiero dosificar ese esfuerzo. Nunca he dudado de mi manera de jugar y de ser.

P. ?Sigue yendo a un psic¨®logo?

R. Hablo con ¨¦l de vez en cuando. Me viene bien, me desahogo.

P. Y colabora con la ONG gallega Igaxes.

R. Ellos dan visibilidad a j¨®venes en situaciones complicadas, sin recursos, y aporto mi granito de arena para darles un futuro mejor, que no se sientan discriminados. Este verano hicimos un torneo de f¨²tbol playa contra el odio.

Se me ha tachado de fr¨ªo, no regalo una carrera, pero nunca he dudado de mi manera de jugar

P. ?Alg¨²n jugador le ha pedido ayuda de forma discreta?

R. Alguno se ha acercado. Si no ¨¦l, su entorno para saber c¨®mo lo hab¨ªa gestionado. As¨ª que a alguno habr¨¦ ayudado.

P. ?Y usted se ha acercado a alguien porque ha visto que lo estaba pasando mal?

R. No, cada uno tiene que hacer lo que considere. Entiendo que otro sea m¨¢s cerrado y no quiera tratar estos temas con rivales o compa?eros de profesi¨®n. Cuando est¨¢s en la ¨¦lite, la competencia es contigo mismo, tus compa?eros y los rivales. Es mucha presi¨®n. La que te pones y te ponen, m¨¢s el ruido externo.

P. ?Y cu¨¢l es peor?

R. Contigo mismo, sin duda. La autoexigencia es la que te puede tumbar. Cuando te vas martirizado a casa es lo que te mete en el hoyo. Yo aprend¨ª a domarla. El a?o pasado, nos elimin¨® el Mallorca en las semifinales de Copa y yo fall¨¦ un penalti decisivo. Pero hab¨ªa entendido que eran cosas del f¨²tbol.

P. Acaba de ser padre. Se habla poco de la paternidad en los deportistas de alto nivel.

R. Yo le tengo que estar muy agradecido a mi pareja. Ella es la que atiende a la ni?a por las noches cuando quiere comer o necesita cualquier cosa. A veces, incluso, me voy a otra habitaci¨®n para descansar. Me levanto a las ocho para entrenar. Y como los d¨ªas post partido me cuesta mucho dormirme, intento que esas noches mi pareja descanse. Yo entreno por las ma?anas, por las noches descanso y tambi¨¦n tengo viajes, as¨ª que ayudo cuando puedo. Recuerdo que dio a luz y al d¨ªa siguiente estaba entrenando. Tampoco creo que concibamos cogernos una baja de cuatro meses porque nos gusta lo que hacemos.

P. Tambi¨¦n perder¨ªa el sitio en el equipo.

R. M¨¢s que eso, el vestuario es una familia. Ser¨ªa como extra?o volver a los cuatro meses. Yo no ser¨ªa capaz.

P. ?Ya sabe qu¨¦ va a hacer despu¨¦s del f¨²tbol?

R. Lo tengo m¨¢s o menos claro. Me gustar¨ªa dedicarme a mi familia e irme a Canarias porque me gusta la tranquilidad y el buen tiempo. E intentar ayudar a los m¨¢s j¨®venes, sea en el deporte o en la vida. No tener una rutina todo el a?o, porque no servir¨ªa para eso, pero s¨ª estar presente y echar una mano en lo que necesiten. Un estilo mentor¨ªa, que sientan un apoyo, estar cerca por si tienen alg¨²n problema. Los j¨®venes ven mucho f¨²tbol y ver que un exjugador est¨¢ cerca les puede ayudar. Estoy trabajando en ver c¨®mo se puede crear una red o algo as¨ª para ello.

Cuando me retire, me gustar¨ªa ser como un mentor para j¨®venes

P. Ha marcado en cuatro de sus ¨²ltimos cinco partidos. ?C¨®mo analiza su temporada?

R. Me ha costado un poco fluir. Por momentos, no estaba c¨®modo, no encontraba muy bien el sitio. Pero es normal que ocurra esto.

P. ?C¨®mo llega la Real?

R. Nos cost¨® arrancar. Lleg¨® gente joven, algunos extranjeros y todo necesita un proceso de adaptaci¨®n. Los rivales tambi¨¦n te conocen, pero ahora estamos compitiendo bien.

P. ?De qu¨¦ les vale la experiencia del a?o pasado contra el PSG para enfrentarse de nuevo a Mbapp¨¦?

R. No te puedes despistar. En Par¨ªs estuvimos muy bien y en un peque?o despiste se te va la eliminatoria. Una desconexi¨®n de 20 segundos te cambia el partido.