Zverev, oro al cuello y alianza con Graf
El alem¨¢n, verdugo de Djokovic en las semifinales, se impone al ruso Khachanov (6-3 y 6-1) y se convierte en el segundo tenista de su pa¨ªs que gana los Juegos tras su predecesora, en Se¨²l 88
La foto final retrata en lo m¨¢s alto a Alexander Zverev, feliz y sonriente sobre su 1,98 de estatura, con la medalla de oro al cuello. En realidad, una m¨¢s para la colecci¨®n, porque el alem¨¢n luce abalorios y cadenas all¨¢ por donde va. ¡°Aunque esta no se parece en nada a las otras que suelo llevar¡±, dice despu¨¦s de haber tumbado en la final de este domingo (6-3 y 6-1) a otro gigant¨®n protot¨ªpico, el ruso Karen Khachanov, y de formar una alianza hist¨®rica con la tenista m¨¢s laureada del tenis alem¨¢n. Steffi Graf, 22 grandes y premios de todos los colores, logr¨® el oro en Se¨²l 88 y ese a?o bord¨® un hito ¨²nico e irrepetible, el Golden Slam. A ello aspiraba Novak Djokovic, pero el serbio, ya se sabe, colaps¨® hace un par de d¨ªas ante el nuevo campe¨®n.
¡°No he ganado el oro para m¨ª, sino para toda Alemania¡±, subraya el vencedor, siempre bajo la lupa medi¨¢tica de su pa¨ªs, capaz de lo mejor y lo peor. A sus 24 a?os, Zverev combina la pisada de una figura con los derrapajes de un adolescente. Se?alado desde hace a?os como uno de los potenciales dominadores del circuito el d¨ªa de ma?ana, ofrece una de cal y otra de arena. En Tokio, sin embargo, la trazada ha sido lineal y ascendente, de menos a m¨¢s, pr¨¢cticamente perfecta; sin despistes y con la guinda de la eliminaci¨®n del n¨²mero uno, tras haber despachado previamente a Gal¨¢n, Basilashvili y Chardy, y en ¨²ltima instancia a un jugador con un patr¨®n similar, el bombardero Khachanov.
De pistolero a pistolero, el alem¨¢n impuso su pedigr¨ª y logr¨® lo que no consigui¨® Boris Becker: el oro individual. ¡°No me importa lo que ¨¦l diga¡±, se distanciaba Zverev en la semana previa al pistoletazo de salida en los Juegos, cuando el t¨®tem volvi¨® a recordar la incapacidad del chico para lograr un Grand Slam. Hac¨ªa hincapi¨¦ Becker en que a su edad, ¨¦l ya hab¨ªa levantado cinco de los seis majors que conquist¨®, y dos trofeos de la Copa Davis, entre otros m¨¦ritos; tambi¨¦n, en que Zverev suele disolverse con frecuencia en los grandes escenarios, donde su registro m¨¢s significativo es la final que perdi¨® el curso pasado en Nueva York, frente al austriaco Dominic Thiem.
Becker, sin embargo, no logr¨® rebasar los octavos en su ¨²nica participaci¨®n ol¨ªmpica. Fue en Barcelona 92, batido ese d¨ªa por el franc¨¦s Fabrice Santoro; no obstante, s¨ª se colg¨® el oro en el dobles junto a Michael Stich. ¡°Nos conocemos desde hace a?os, sabemos lo que pensamos el uno del otro. No me interesa en absoluto lo que diga sobre m¨ª. Mi preocupaci¨®n es el oro. Me he preparado a conciencia para conseguirlo¡±, dec¨ªa Zverev hace unos d¨ªas, seguro de s¨ª mismo aun sabiendo que en el caso de progresar, seguramente se cruzar¨ªa con Djokovic. ¡°Puedo ganarle¡±, dijo convencido el d¨ªa previo. Y le tumb¨®. Como lazo, una actuaci¨®n redonda contra Khachanov.
Comparaciones, trofeos y cr¨ªticas
En consecuencia, otra alhaja para su cuello. Esta m¨¢s pesada, de un valor incalculable. ¡°Ha sido la mejor semana de mi vida¡±, contesta a los periodistas presentes, no sin recordar que el t¨ªtulo tiene mucho m¨¦rito, m¨¢s all¨¢ de la ristra de bajas en la cita ol¨ªmpica. ¡°Han venido los mejores, el ¨²nico que no ha estado ha sido Rafa [Nadal]; el resto, han venido todos¡±, remarca sin citar a Roger Federer y recordando las dur¨ªsimas condiciones bajo las que ha transcurrido el torneo ol¨ªmpico, envuelto en una hostil mezcla de calor y humedad muy por encima de la esperada.
Comparado con sus compa?eros de generaci¨®n y desprendiendo permanentemente la sensaci¨®n de que su rendimiento no es acorde a su verdadero potencial, ¨¦l saca pecho y recita: ¡°He ganado la Copa de Maestros, cuatro Masters 1000, 15 t¨ªtulos de la ATP y ahora el oro ol¨ªmpico¡ Todos los especialistas piensan que los dem¨¢s [por Daniil Medvedev y Stefanos Tstitsipas, especialmente] son mejores que yo. Pueden decir lo que quieran¡±. Controvertido y criticado, a?ade su oro al de Graf y al resto de los metales que obtuvo Alemania: Tommy Haas se adjudic¨® la plata en S¨ªdney 2000 y Angelique Kerber la de 2016, y en los dobles los libros recogen el bronce de Goellner y Prinosil en el 96, y el de la propia Graff y Kohde-Kilsch en el 88.
CARRE?O YA LUCE EL BRONCE
En la ceremonia que dio carpetazo a la competici¨®n de tenis, intensa y emocionante en Tokio, el alem¨¢n pos¨® en lo alto del podio, flanqueado por su adversario y Pablo Carre?o, que el d¨ªa anterior hab¨ªa derrotado al serbio Novak Djokovic en el duelo por el tercer y cuarto puesto. Para los tres, esta era su primera experiencia ol¨ªmpica.
Por exigencias del protocolo y con el fin de que los tres galardonados coincidieran en la foto, el espa?ol (30 a?os y und¨¦cimo del mundo) tuvo que esperar veinticuatro horas a recibir el bronce. Ya es de su propiedad, y se trata de la 13? medalla que obtiene el tenis espa?ol en unos Juegos.
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