L¨¦on Marchand, sucesor de Phelps en el trono de la nataci¨®n, busca el oro ol¨ªmpico en Par¨ªs
La estrella de Francia dice que aprovechar¨¢ la presi¨®n que sufre: ¡°Mi objetivo es ser campe¨®n, y tengo cinco oportunidades de conseguirlo en cinco pruebas¡±
¡°?Los m¨¢s bajitos delante!¡±, grit¨® la animadora del acto en el que ayer pos¨® el equipo de nataci¨®n de Francia, en el centro de exposiciones de La Villette. Los 29 nadadores m¨¢s r¨¢pidos del pa¨ªs anfitri¨®n se formaban ante las c¨¢maras en v¨ªsperas de unos Juegos llamados a transformar Par¨ªs y alterar el rumbo de una naci¨®n en busca de nuevas se?as de identidad. Entre ellos pasaba desapercibido la estrella. L¨¦on Marchand, el emblema elegido por Louis Vuitton, patrocinador de los Juegos y primera empresa europea que super¨® los 500.000 millones de d¨®lares en capitalizaci¨®n burs¨¢til, mide apenas 1,87. Su complexi¨®n le sit¨²a en el rango de los m¨¢s bajitos y enjutos de la piscina. En un deporte dominado por tipos que rozan los dos metros, el muchacho de Toulouse que soporta sobre sus hombros toda la presi¨®n de ser la figura local de los Juegos se ha convertido en el nadador m¨¢s completo del mundo por condiciones dif¨ªciles de advertir a simple vista.
¡°Cuando lleg¨® a Phoenix, ¨¦l era un pich¨®n¡±, recuerda Fernando Canales, entrenador estadounidense asociado durante a?os a Bob Bowman, el t¨¦cnico que form¨® a Michael Phelps y que convenci¨® a Marchand para que se uniera a su equipo en la Universidad de Arizona en 2021. ¡°?Lleg¨® bamby! F¨ªsicamente estaba tierno. Era muy humilde, muy buena persona, muy educado. Lo m¨¢s impresionante era su fluidez en el agua. Me recordaba a Anthony Ervin en los Juegos de S¨ªdney. Adapta su cuerpo para evitar el roce en el agua. Se va colocando de manera asombrosa. Lo ves hacer un largo y dices: ¡®?wow!¡¯. Y lo ves al d¨ªa siguiente y va mejor todav¨ªa. Roza menos. Cada vez menos. Es una nutria¡±.
Dennis Auguin, director t¨¦cnico de Francia, subraya la misma idea: ¡°Atraviesa muy bien el agua. Esa es su mayor capacidad, y es algo que en la nataci¨®n te da muchas ventajas porque este es el deporte de la resistencia. El agua ofrece resistencia al cuerpo. El agua te frena mucho. Y la capacidad excepcional de L¨¦on para atravesar el agua es algo que se puede trabajar pero, b¨¢sicamente, es algo con lo que se nace. Luego, ¨¦l domina todo el abanico de habilidades que hacen al nadador total. Es un maestro de la t¨¦cnica. Este es el trabajo que permite que haya un nivel de rendimiento tan grande. Es la mezcla del talento natural y el ejercicio repetitivo¡±.
¡°Esto es como el piano¡±, concluye Auguin. ¡°Un gran nadador es como un gran pianista que conoce de memoria sus escalas. Una vez que dominas los fundamentos musicales a base de repetici¨®n puedes empezar a tocar lo incre¨ªble. Ya no hay restricciones¡±.
Sexto en los Juegos de Tokio en la final de 400 metros de estilos combinados, la prueba que consagra a los nadadores totales, Marchand era un anfibio t¨¦cnicamente formado cuando a sus 19 a?os lo reclut¨® Bowman. Desde entonces ha ganado cinco t¨ªtulos mundiales. El a?o pasado en Fukuoka bati¨® el legendario r¨¦cord de Michael Phelps en 400m estilos de los Juegos de Pek¨ªn 2008. Marc¨® 4 minutos 2,50 segundos y dej¨® atr¨¢s los 4m 3,84s del mejor de todos los tiempos. La haza?a dispar¨® las expectativas. Era todav¨ªa un estudiante. Le quedaba una temporada en Arizona, en donde llev¨® a la Universidad a lo m¨¢s alto del campeonato universitario de Estados Unidos mientras los organizadores de los Juegos de Par¨ªs le se?alaban como al elegido. A falta de Kylian Mbapp¨¦ en el cartel, el rubio de Toulouse pod¨ªa dar el pego.
Ahora Marchand tiene la misma edad que ten¨ªa Phelps cuando acometi¨® ¡ªde la mano de Bowman¡ª la misi¨®n de colgarse ocho oros en Pek¨ªn y situarse en una categor¨ªa aparte. El plan del franc¨¦s no es tan ambicioso. ¡°Mi objetivo es ser campe¨®n ol¨ªmpico¡±, dijo ayer, ¡°y tengo cinco oportunidades de conseguirlo en cinco pruebas: 400 y 200 estilos, 200 mariposa y 200 braza. Este es el plan A. Pero despu¨¦s de nadar los 400 estilos decidiremos qu¨¦ hacer porque los 200 braza y los 200 mariposa coinciden el mismo d¨ªa. Esto es como un regalo que abrir¨¦ el domingo y volver¨¦ a abrir los d¨ªas siguientes. La presi¨®n va a ir en aumento y es por eso que miro al 400 estilos del domingo como una liberaci¨®n. La oportunidad de poder por fin tirarme a la piscina y ver de qu¨¦ soy capaz¡±.
Marchand nunca fue, como Phelps, un chico conflictivo en una familia dislocada. Es producto del cartesianismo no de la rabia existencial. ?l reconoce que adem¨¢s de la gu¨ªa de Bowman cuenta con el asesoramiento regular de sus padres, C¨¦line Bonet y Xavier Marchand, exnadadores ol¨ªmpicos con Francia, y de un psic¨®logo, Thomas Sammut, con quien hace el ¡°entrenamiento mental¡±. El esquema de Sammut se refleja en las palabras del nadador, cuando advierte que no aspira a cinco oros sino a uno solo con cinco oportunidades, una por prueba. Escurre as¨ª, en la medida de lo posible, la presi¨®n de ser el hombre que cargue con la responsabilidad de culminar los Juegos de Par¨ªs como una gesta que enorgullezca a sus paisanos.
Fernando Canales sol¨ªa saludarle por las ma?anas en la piscina de Phoenix. ¡°Comment ?a va Leoncito?¡±, le dec¨ªa, y el pich¨®n se re¨ªa. Hoy L¨¦on Marchand es un monstruo de la nataci¨®n. Arizona qued¨® atr¨¢s. Anhelante le espera la multitud en Par¨ªs.
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