Remco Evenepoel ya es campe¨®n ol¨ªmpico, lo que Eddy Merckx nunca consigui¨®
En una accidentada y lluviosa contrarreloj por el centro de Par¨ªs, el belga se impuso al italiano Filippo Ganna y Van Aert, plata y bronce
La tecnolog¨ªa odia a la fuerza. Los materiales se rebelan contra la voluntad de Oier Lazkano, que pinch¨® en el Tour en el momento clave de la grava de Troyes, la etapa que m¨¢s deseaba, y, tres semanas m¨¢s tarde, un cambio electr¨®nico se rebel¨® en la contrarreloj ol¨ªmpica. Lazkano sali¨® a tomar Par¨ªs y en la Bastilla, justamente, dijo basta, traicionado por los cambios de su bicicleta, un solo plato, 60 dientes, que se quedaron bloqueados en el momento de la revoluci¨®n. El mando del manillar de contrarreloj no funcionaba. La cadena se qued¨® clavada en un pi?¨®n duro y sal¨ªa con tanto desarrollo de tanta curva, 27 en total, que le costaba Dios y ayuda volver a coger cadencia. Y, dado lo peligroso del recorrido, deb¨ªa cogerlas con las manos abajo, en el manillar de carretera. Luego, la cadena enloqueci¨®. Se elev¨® hasta la corona m¨¢s grande. ¡°Tuvimos que cambiar de bici¡±, dice Pascual Momparler, el seleccionador. ¡°Fue la sentencia. Se descentr¨® del todo ya. Y es una pena, porque podr¨ªa haber quedado 10? o 11?¡¡±
Tampoco habr¨ªa cambiado mucho su tarde, tanta agua en Par¨ªs, si no hubiera sufrido la aver¨ªa. El vitoriano, que acab¨® 26? de 32, y entr¨® comi¨¦ndose las vallas de la ¨²ltima curva, saliendo de Saint Germain por el Quai d¡¯Orsay, tanta literatura y poder, y girando a la derecha hacia la l¨ªnea de meta, trazada en el centro del puente de Alejandro III, no perder¨ªa m¨¢s de medio minuto entre el par¨®n y el cambio de bici. Remco Evenepoel, campe¨®n ol¨ªmpico a casi 54 por hora antes de cumplir 25 a?os, le aventaj¨® en casi tres minutos (2m 56s) en los 32,4 kil¨®metros de recorrido, pista de patinaje empapada que el belga convirti¨®, con su potencia, en circuito de motociclismo.
El oro ol¨ªmpico acrecienta un palmar¨¦s en formaci¨®n, en el que ya figuran un arco¨ªris en l¨ªnea (2022) y otro contrarreloj (2023), aparte de la Vuelta del 22 y dos Liejas.
Plato de 64 dientes que, puro flow, mueve ligero, Evenepoel, ¨²ltimo caj¨®n del podio del Tour hace seis d¨ªas, encabez¨® el de los Juegos como tambi¨¦n hab¨ªa encabezado en una Glasgow tambi¨¦n lluviosa y peligrosa en el pasado Mundial por delante del mismo Filippo Ganna que en Par¨ªs sufri¨® un escalofr¨ªo con una rueda patinante y qued¨® tambi¨¦n segundo, a 15s. El favorito para completar el podio, y repetir Escocia en Francia, el gal¨¦s Josh Tarling, que curveaba como nadie, arriesgando m¨¢s que nadie, pasando a mil¨ªmetros de las vallas, sin rozarlas, pinch¨® la rueda delantera. Pese al cambio de bici en la esquina del bulevar de las Hijas del Calvario, aceras desiertas, solo cedi¨® 27s a Evenepoel y 2s a Wout van Aert, que qued¨® tercero, segundo belga en el podio, segundo hijo de Eddy Merckx, que lo gan¨® todo, pero nunca fue campe¨®n ol¨ªmpico. En sus tiempos, los Juegos solo admit¨ªan amateurs. A los 19 a?os particip¨® en Tokio 64. Fue 12?. La medalla de oro fue para un italiano de 24 a?os llamado Mario Zanin, del que despu¨¦s solo se supo que gan¨® una etapa en la Vuelta del 66.
Aparte de agradecerle a Tarling su pinchazo, Van Aert quiz¨¢s le deba el podio al riesgo que asumi¨® al atreverse a montar una rueda lenticular delantera, una pr¨¢ctica abolida por considerarse rid¨ªcula hace d¨¦cadas. Aunque el agua supon¨ªa un riesgo, la ausencia total de viento hizo del recorrido de Par¨ªs un laboratorio ideal. Seg¨²n los c¨¢lculos del sabio del aerodinamismo brit¨¢nico B Xavier Disley, la rueda le supuso al segundo belga un ahorro de cinco vatios. En meta solo aventaj¨® en un vatio a Tarling.
Van Aert, 1,90m, y Ganna, 1,93, y m¨¢s ancho y grandote a¨²n, abrazan a Evenepoel, 1,71m y su cara de pillo callejero al que le empieza a crecer el pelo despu¨¦s de que se lo cortaran al cero, parecen hermanos mayores protectores, el primo de Zumosol o as¨ª, y hasta tendr¨ªan ganas de cogerlo en brazos, tanta ternura les despierta a los gigantes el ciclista que a Merckx ya deslumbr¨® antes que a nadie. ¡°Ho, ho, ho¡±, advert¨ªa el Can¨ªbal a los periodistas belgas inconscientes de lo que se aproximaba. ¡°He visto un j¨²nior que, uff, c¨®mo va a ser¡±. Hablaba de Evenepoel, con el que despu¨¦s, conscientemente no ha sido muy cari?oso ¨C¡±me encanta picarle, provocarle, para que vaya siempre m¨¢s all¨¢¡±, admite el mejor ciclista de todos los tiempos--, pero al que no pierde vista. ¡°Pero tiene que estar contento por haber quedado tercero en el Tour¡±, les dice a los colegas belgas antes de verle deambular por Par¨ªs como una m¨¢quina, perfectamente acoplado, magia aerodin¨¢mica.
La australiana Grace Brown, La carrera femenina fue catastr¨®fica para algunas de las favoritas, como la norteamericana Chloe Dygert o la belga Lotte Kopecky. Se impuso claramente la australiana Grace Brown, la ¨²nica que no patin¨®, con 1m 31s de ventaja sobre la brit¨¢nica Anna Henderson y 1m 32s sobre Dygert. Tambi¨¦n se fue al suelo la espa?ola Mireia Benito, que acab¨® 22?.
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