Por fin, el Sena (sin plan B, ni Z)
Par¨ªs gana la apuesta y logra celebrar pruebas ol¨ªmpicas en el r¨ªo. ¡°Sab¨ªamos que lo lograr¨ªamos¡±, nos dice Pierre Rabadan, responsable de los JJ OO en el Ayuntamiento
Par¨ªs, 4 A.M. La ciudad duerme.
Pierre Rabadan se despierta en medio de la noche y su primer gesto es verificar que, despu¨¦s de las dudas y turbios augurios, despu¨¦s de a?os en que este momento nunca llegar¨ªa y de unos ¨²ltimos d¨ªas de nervios y retrasos, ha llegado el momento. Buenas noticias. Por fin ser¨¢ posible ba?arse en el Sena. Rabadan, mano derecha de la alcaldesa Anne Hidalgo y responsable en el Ayuntamiento de la cartera Juegos Ol¨ªmpicos y Sena, saborea el momento.
¡±Alegr¨ªa y felicidad¡±. Unas horas despu¨¦s, este antiguo jugador de rugby y descendiente de espa?oles que emigraron a Argelia primero y al sur de Francia despu¨¦s, le describe al peat¨®n sus sensaciones. A estas horas, mi¨¦rcoles al mediod¨ªa, ya se han podido celebrar las pruebas de triatl¨®n despu¨¦s de haberse aplazado a principios de semana por el mal estado del agua. En este momento, culmina un esfuerzo de casi una d¨¦cada y 1.400 millones de euros para sanear el r¨ªo y permitir de nuevo ba?arse en ¨¦l. ¡°Es el resultado del trabajo de centenares de personas¡±, dice. ¡°Hubo burlas, pero esto demuestra que el trabajo da resultados¡±.
Una cloaca. Un nido de enfermedades. Un caldo p¨²trido. T¨®xico.
Durante d¨¦cadas, mientras lo cantaban los poetas y los artistas lo pintaban, el Sena carg¨® con la peor de las reputaciones.
Que se haya celebrado el triatl¨®n no es el fin de la historia. Las pruebas de los pr¨®ximos d¨ªas estar¨¢n sometidas a las mismas condiciones de higiene, que pueden retrasarlas. En 2025, cuando en tres puntos del Sena a su paso por Par¨ªs el ba?o se abra al p¨²blico, las condiciones tambi¨¦n ser¨¢n estrictas.
Y, sin embargo, lo sucedido el mi¨¦rcoles en Par¨ªs es un triunfo. Barcelona recuper¨® el mar en 1992. Par¨ªs, en 2024, recupera el r¨ªo. Lo recuper¨® simb¨®licamente en la ceremonia del 26 de julio con los atletas desfilando por el Sena. Lo recupera al cumplirse el objetivo de celebrar, en el esplendoroso escenario del puente de Alejandro III, una prueba acu¨¢tica.
El Sena, desde hace unos d¨ªas, ya no se ve igual. Los JJ OO, por usar un t¨¦rmino en boga, lo han resignificado.
Par¨ªs ya no se ve igual. Los monumentos (la Torre Eiffel, el Grand Palais, el Louvre, los Inv¨¢lidos) que los parisinos ya est¨¢n acostumbrados a ver y que acaban por no apreciar, se han fundido con el deporte y la competici¨®n. Se ven distintos. Se reaprecian.
¡°Cuando alguien se entera de que he vivido en Par¨ªs casi veinte a?os¡±, escrib¨ªa Julio Ram¨®n Ribeyro en sus Prosas ap¨¢tridas, ¡°me dice siempre que me debe gustar mucho esta ciudad. Y nunca s¨¦ qu¨¦ responder.¡± Al peat¨®n le pasa lo mismo. Pero estos d¨ªas Par¨ªs vive un Sommerm?rchen, un cuento de verano, como se dijo de Alemania durante el Mundial de f¨²tbol en 2006. Las sensaciones son parecidas. Hay euforia. Y alivio, porque todo est¨¢ saliendo tan bien despu¨¦s de tanto tiempo temiendo que todo saldr¨ªa tan mal.
Sommerm?rchen. ?Un cuento de hadas?
Quiz¨¢s. Ah¨ª est¨¢n, en esta ma?ana abrasadora, unos puntitos perdidos en el agua, los triatletas que remontan la corriente dificultosamente, como estas pesadillas en las que uno camina sin avanzar. Y aqu¨ª est¨¢n las multitudes en los muelles y una ciudad en simbiosis con el r¨ªo.
Pierre Rabadan, Monsieur Seine, est¨¢ exultante. Sab¨ªa que Par¨ªs se la jugaba y que, si esto no sal¨ªa, todo el proyecto, que es deportivo y a la vez ecol¨®gico, pod¨ªa quedar en duda.
¡°Sab¨ªamos que lo lograr¨ªamos, aunque no sab¨ªamos cu¨¢ndo ser¨ªa el d¨ªa-D, y ha sido hoy¡±, me dice. ¡°No hay plan B, ni C, ni Z. Hay un plan que ha salido bien¡±.
Puedes seguir a EL PA?S Deportes en Facebook y X, o apuntarte aqu¨ª para recibir la newsletter diaria de los Juegos Ol¨ªmpicos de Par¨ªs.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.