Espa?a est¨¢ en su punto
Instalada en Palmerston North, Nueva Zelanda, la selecci¨®n, supervisada por 31 asistentes, alterna recreaci¨®n con duras pr¨¢cticas para preparar el Mundial
¡°?Ritmo, ritmo, ritmo!¡±, gritan desde el cuerpo t¨¦cnico de la selecci¨®n espa?ola cuando las jugadoras hacen un ejercicio que mezcla rondos con definici¨®n en porter¨ªas peque?as. ¡°?R¨¢pido, r¨¢pido!¡±, exigen, conscientes de que el juego a uno o dos toques siempre incomoda al rival, sabedores de que la posesi¨®n y la precisi¨®n en el pase es una se?a de identidad de La Roja. Tambi¨¦n porque durante los primeros d¨ªas el jet lag se notaba mucho, noches de sue?o lac¨®nico e interrumpido. Pero esa pretensi¨®n y esa intensidad es ya el pan de cada d¨ªa para las futbolistas, que acumulan dobles sesiones ¡ªnormalmente sobre el c¨¦sped por la ma?ana y en el gimnasio por la tarde¡ª en su cuartel general de Palmerston North (Nueva Zelanda) a la espera de que hoy d¨¦ el pistoletazo de salida a su Mundial (09.30; La 2 y RTVE Play). ¡°Las jugadoras se han exigido mucho y los entrenamientos han sido muy intensos¡±, expone el seleccionador Jorge Vilda. ¡°Ha sido una preparaci¨®n incre¨ªble. Ahora debemos saber gestionar la presi¨®n¡±, corrobora la segunda capitana Esther Gonz¨¢lez.
Alumnas aplicadas
Despu¨¦s de jugar el ¨²ltimo encuentro preparatorio ante Vietnam, en el que Espa?a descosi¨® al rival (9-0), la selecci¨®n cogi¨® el s¨¢bado un vuelo regional de Auckland a Palmerston North. Poco m¨¢s de una hora para disfrutar el domingo de un d¨ªa libre para desconectar y recargar las piernas en la que cada una hizo lo que quiso, sobre todo paseos a orillas del r¨ªo Manawatu adem¨¢s de por el parque The Square. Tampoco, claro, faltaron las ya famosas partidas que hacen al Virus ¡ªjuego de cartas en las que hay que propagar las enfermedades o curarse¡ª y Brandy, una suerte de parch¨ªs con cartas. Pero el lunes recuperaron la rutina en la centenaria instituci¨®n de la Universidad de Massey, donde cada d¨ªa acuden cerca de 30.000 estudiantes en las diferentes ramas estudiantiles y donde Espa?a se ejercita sobre dos campos de hierba natural, que, debido a las pertinaces lluvias, se embarraron un poco. Antes, en cualquier caso, recibieron una bienvenida de las autoridades locales y miembros destacados de la comunidad maor¨ª, que participaron en discursos y en un colorido acto mediante instrumentos taonga puoro, que seg¨²n la tradici¨®n son una forma ¨²nica de conectar con la historia y el esp¨ªritu de su pueblo, adem¨¢s de canciones del coro Manu Kura.
El asueto, sin embargo, dur¨® poco. M¨¢s que nada porque adem¨¢s de las dobles sesiones ¡ªtrajeron infinidad de cajas desde Madrid con todo el material¡ª, ya han visto v¨ªdeos de las rivales en la fase de grupos, practicado jugadas de estrategia y pulido a¨²n m¨¢s el 4-3-3 que pretende utilizar el seleccionador como base. ¡°Aunque no estamos cerrados a ning¨²n sistema¡±, remarca. De paso, las apuestas en los entrenamientos hacen pi?a porque el equipo o la jugadora que pierde el ejercicio tiene que cantar o bailar delante de todas en alg¨²n momento durante el d¨ªa. ¡°Por suerte, como equipo tenemos un objetivo com¨²n, todas con la misma idea y mentalidad. Sabemos a lo que venimos. Estamos fuertes y unidas¡±, resuelve Esther Gonz¨¢lez.
Entre ellas tambi¨¦n lo hace Alexia Putellas, ganadora de los dos ¨²ltimos Balones de Oro, que pudo participar unos pocos minutos al final del curso con el Barcelona tras recuperarse de una rotura de ligamentos de la rodilla, tambi¨¦n salir de la partida en un amistoso antes del Mundial. ¡°Encendiendo los motores en Nueva Zelanda¡±, escribi¨® en las redes sociales la futbolista para atajar el runr¨²n sobre su estado de salud, pues estuvo varios d¨ªas entren¨¢ndose aparte, aquejada de molestias. Pero ya lo hace con el grupo, vitaminas para el equipo porque su fama ¡ªen Avil¨¦s, donde jugaron un amistoso, no le dejaban apenas andar del mismo modo que en Palmerston la reconocen aunque lleve una capucha¡ª es acorde con su f¨²tbol.
Pero la preparaci¨®n no se queda ah¨ª, pues entre el cuerpo t¨¦cnico, que consta de 31 personas, ha viajado un pod¨®logo, Javier Alfaro, que trata de revisar y mejorar la mejor arma de las futbolistas, los pies; adem¨¢s de un nutricionista, Gonzalo Garea, que se ocupa de forma individualizada de las dietas y suplementos alimenticios de las jugadoras, tanto en la ingesta de bebidas como de comida. Ocurre, en cualquier caso, que en esta ocasi¨®n el cocinero Luigi no ha podido traerse comida desde Espa?a porque Nueva Zelanda no permite meter alimentos en el pa¨ªs. Pero en Copthorne ¡ªel hotel en el que se ha hospedado la selecci¨®n, todas las jugadoras con habitaciones individuales, y que est¨¢ a escasos seis kil¨®metros de la Universidad¡ª no falta de nada.
En contraposici¨®n al ritmo fren¨¦tico de la selecci¨®n, sucede que en Palmerston North reina la calma, lejos del posible bullicio del Mundial porque no es una sede del torneo. No hay carteles que lo anuncien, tampoco hinchas fervientes. Aunque el Mundial se sigue en la cadena Sky, que bombardea permanentemente con reportajes sobre los equipos.
Camino a Wellington
Palmerston North es una ciudad con bastante tr¨¢fico, pues por algo es la mayor regi¨®n de Manawatu-Wanganui con unos 80.000 habitantes, tambi¨¦n la segunda ciudad no costera m¨¢s grande de Nueva Zelanda. As¨ª, entre inmensos prados de c¨¦sped regados por la lluvia y aulas repletas de estudiantes, entre casas unifamiliares apenas salpicadas por edificios, la selecci¨®n ha seguido con su puesta a punto antes de comenzar su Mundial. Por el camino se dio una tarde de aut¨®grafos para los aficionados locales, la sesi¨®n fotogr¨¢fica organizada por la FIFA tanto del equipo junto como de cada jugadora para las alineaciones y goles en la televisi¨®n, y varios momentos de atenci¨®n a la prensa. Ayer, sin embargo, Espa?a cogi¨® el autob¨²s para viajar a Wellington, un poco m¨¢s de hora y media de trayecto entre sinuosas carreteras envueltas de infinitos campos de hierba reluciente ¡ªno hay d¨ªa que no chispee un poco¡ª donde las ovejas se multiplican, salpicadas por monta?as peladas (pero verdes, claro) o de frondosas arboledas. Al final del camino aparece majestuoso el Oc¨¦ano Pac¨ªfico.
Despu¨¦s de hacer una visita de reconocimiento al Sky Stadium ¡ªpatrocinio que la FIFA se lo quita para devolverle su antiguo nombre: Wellington Regional Stadium¡ª y la rueda de prensa del seleccionador y Esther Gonz¨¢lez, las jugadoras realizaron la ¨²ltima sesi¨®n en Newton Park para no castigar el c¨¦sped donde se celebrar¨¢ el encuentro. Eso ser¨¢ ante Costa Rica, el estreno de su Mundial al que llegan en su punto.
Jorge Vilda: ¡°Nos falta ser las mejores como en las inferiores¡±
Vilda quiere ganar pero le importa el cómo. “Tenemos un estilo reconocible y reconocido por todo el mundo. Hay una expectación grande con lo que podemos hacer, lo que es un privilegio y motivación extra. Queremos ganar, jugarlo bien, mostrar cómo es España, con nuestro juego atractivo, expuso”. Aunque la historia dice que la selección nunca ha ganado una eliminatoria en los grandes torneos. “En las categorías inferiores somos las mejores del mundo con diferencia. Es lo que nos falta en la absoluta”, convino. Para empezar toca Costa Rica. “Es un rival muy competitivo, aguerrido, que se cierra bien en defensa, con jugadoras peligrosas al contragolpe y en las transiciones”, reflexionó.
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