La lecci¨®n de aquellas a las que llam¨¢bamos ¡°las pedorras¡±
Posiblemente, ninguna selecci¨®n ha viajado al Mundial tan respaldada como Espa?a. Un trabajo modelo a lo largo de siete a?os que explica, junto a la calidad de las jugadoras, un desempe?o que ha cautivado al pa¨ªs
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¡°?Rogelio! ?Entrega el partido de las pedorras que hay que cerrar!¡±. El partido de las pedorras era el de chicas en el argot del redactor jefe de Marca de primeros de los setenta, donde hice mis primeras felices armas como periodista. No lo culpen. Su forma de expresarse no era singular, sino general.
Se estaba viviendo por entonces el rebrote del f¨²tbol femenino en Espa?a tras un lejano amago en los a?os diez, las Spanish Girl¡¯s Club de Barcelona que lleg¨® a entrenar el m¨ªtico Paco Bru. Aquello se apag¨® entre comentarios como el que se pudo leer en El Mundo Deportivo el 11 de junio de 1914: ¡°A las descendientes de la madre Eva, el f¨²tbol les obliga a adoptar tan poco adecuadas como inest¨¦ticas posiciones que eliminan la gracia femenil¡±.
En los setenta, aquello renaci¨® a impulsos individuales. En Madrid, a cargo de un heroico Rafael Muga; en Barcelona, por un grupo de chicas que interesaron al Bar?a de Agust¨ªn Montal, a las que lleg¨® a entrenar Ramallets; en A Coru?a, por el colegio Karbo¡ Un poco por aqu¨ª y por all¨¢ fueron surgiendo iniciativas que As, reci¨¦n fundado, y Jos¨¦ Mar¨ªa Garc¨ªa, acogieron con inter¨¦s. No as¨ª el presidente de la Federaci¨®n, P¨¦rez Pay¨¢: ¡°No estoy contra el f¨²tbol femenino, pero tampoco me agrada. No lo veo muy femenino desde el punto de vista est¨¦tico. La mujer en camiseta y pantal¨®n no est¨¢ muy favorecida. Cualquier traje regional le sentar¨ªa mejor¡±. Con todo, se lleg¨® incluso a crear una selecci¨®n que debut¨® contra Portugal en Murcia. S¨¢nchez R¨ªos, ¨¢rbitro de Primera, acept¨® dirigirlo, pero la Federaci¨®n se opuso. Acab¨® haci¨¦ndolo, pero vestido de ch¨¢ndal.
Fue una lucha r¨ªo arriba con una figura, Conchi Amancio, que fichar¨ªa como profesional por Italia. Jug¨® en cinco equipos all¨ª, lleg¨® a hacer unos ahorros, pero se le esfumaron por una operaci¨®n de ligamento que hubo de pagarse ella misma, como la estancia en el hospital. Luego, a¨²n jug¨® en Inglaterra, donde lleg¨® a entrenar y se titul¨® en Terapia Nutricional.
Aquel intento tuvo que superar dos contras bufas: un partido de folkl¨®ricas contra finolis, con Lola Flores y Encarnita Polo de respectivas capitanas y Manolo G¨®mez Bur fungiendo de masajista rijoso; y una pel¨ªcula infame, Las Ib¨¦ricas F.C., desfile de macizas de aquella ¨¦poca del protodestape. La Secci¨®n Femenina de Pilar Primo de Rivera advirti¨® a todas sus delegaciones que se opusieran al f¨²tbol femenino.
Pero el impulso sigui¨®. Mar¨ªa Teresa Andreu, portera del Bar?a cuando las entren¨® Ramallets, consigui¨®, tras un viaje inaudito a Madrid en 1980 (v¨¦ase El viaje rel¨¢mpago que revivi¨® al f¨²tbol femenino, en EL PA?S del 11 de marzo de 2019) que la Federaci¨®n de Pablo Porta abriera un portillo min¨²sculo al f¨²tbol jugado por mujeres.
Muy en precario, pero empez¨® a haber una Liga a partir de la 88-89. Pas¨® apuros, cambi¨® varias veces de nombre, pero la cosa fue poco a poco calando en los clubes masculinos profesionales, que abrieron secciones m¨¢s o menos oficiales: los vascos, el Levante, el Bar?a, el Atl¨¦tico¡ Un efecto domin¨® que arrastr¨® a todos.
Era algo a¨²n menor, pero exist¨ªa. Y desde 1988 hubo tambi¨¦n selecci¨®n, ya amparada por la Federaci¨®n, si bien el seleccionador era un tipo un tanto troglodita llamado Ignacio Quereda que aguant¨® 17 a?os hasta que Villar, ante evidencias indisimulables, le sustituy¨® por el actual, Jorge Vilda, hijo de un hist¨®rico secundario de los banquillos, ?ngel Vilda. Jorge Vilda hab¨ªa entrenado a la sub-17 y sub-19.
Villar no cuid¨® mucho del f¨²tbol jugado por mujeres, por decirlo piadosamente. De hecho, se lo fue arrebatando Javier Tebas, que lo movi¨® junto a Jaume Roures y le dio visibilidad en Gol TV.
El gran vuelco vino con Rubiales, que desde que lleg¨® se esforz¨® en recuperar para la Federaci¨®n competencias que por la pasividad de Villar hab¨ªa ido adquiriendo Tebas. El campeonato de Liga (Liga F se llama) tiene desde hace un a?o consideraci¨®n profesional y ha ca¨ªdo del lado de LaLiga, pero en lo que se refiere a la selecci¨®n la tarea ha sido soberbia y explica lo que estamos viviendo.
El presupuesto ha pasado de tres millones a 27. En 2018 hab¨ªa una sola persona responsable del femenino, diluida entre las selecciones inferiores. Ahora hay una responsable, Ana ?lvarez, a cargo de un equipo de siete personas. De cuatro selecciones activas se ha pasado a seis, al crear la sub-15 y sub-23 (una m¨¢s que en el masculino, donde no existe la categor¨ªa sub-23). La selecci¨®n femenina tiene campo, gimnasio y vestuario propios, as¨ª como material de ¨²ltima generaci¨®n con sus nombres, no como antes, que usaba el mismo del masculino, sin personalizar. El equipo de t¨¦cnicos y analistas se ha multiplicado. Antes hab¨ªa muy pocos y cobraban por d¨ªas trabajados. Ahora hay tres analistas propios para cada selecci¨®n, todos con contrato, as¨ª como los correspondientes t¨¦cnicos. Y dos o tres fisioterapeutas permanentes tambi¨¦n para cada selecci¨®n. Las chicas tienen derecho al mismo porcentaje de los ingresos de televisi¨®n que la masculina; si bien, obviamente, la cantidad no es la misma, pues los derechos del f¨²tbol masculino montan mucho m¨¢s. Hasta 2018 la selecci¨®n femenina se ve¨ªa en streaming, ahora todos sus partidos van por alg¨²n canal de TVE.
Han pasado de alojarse en habitaciones dobles a individuales, se les han duplicado las primas y dietas, tienen retribuci¨®n por derechos de imagen, todas las selecciones tienen la misma atenci¨®n (m¨¦dico, cocinero, fisios, utilero) que sus hom¨®logas masculinas. Y existe un Observatorio de Igualdad a cargo de Elvira Andr¨¦s, vicepresidenta de la Federaci¨®n.
A este Mundial la selecci¨®n ha viajado con m¨¦dico, cuatro fisios, nutricionista, marketing, seguridad, cinco de comunicaci¨®n y tres para los viajes. A cada jugadora se le han facilitado 15.000 euros para conciliaci¨®n, por si deseaban acompa?arse de alg¨²n familiar; eso ha permitido a la central Irene Paredes llevar a su hijo.
En este tiempo, Espa?a ha sido campeona del mundo sub-17 y sub-20. El n¨²mero de licencias ha saltado desde 40.000 licencias en 2018 a casi 100.000. Y existe un fondo llamado FUTURA para las jugadoras de las tres primeras categor¨ªas nacionales y la primera de FutSal, a modo de ahorro para su retirada. Las extranjeras pueden acogerse a partir del tercer a?o.
Posiblemente, ninguna selecci¨®n ha viajado al Mundial tan respaldada. Un trabajo modelo a lo largo de siete a?os que explica, junto a la calidad de las jugadoras, su desempe?o en este Mundial que ha cautivado al pa¨ªs.
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