¡®Show¡¯ sin goles entre Dinamarca y T¨²nez
La selecci¨®n africana, pasional y el¨¦ctrica, rebaja el juego racional de los daneses para firmar las tablas en un duelo de gran f¨²tbol
Pocas selecciones se han mostrado m¨¢s reivindicativas y combativas con Qatar que Dinamarca, predispuesta a llevar el brazalete OneLove en favor de los derechos del colectivo LGTBI hasta que la FIFA intermedi¨® y neg¨® la mayor. Tambi¨¦n su marca deportiva, Hummel, expres¨® su disconformidad con la violaci¨®n de los derechos humanos, pues cre¨® una tercera camiseta de color negra por completo y adujo: ¡°No queremos ser visibles durante un torneo que ha costado la vida a miles de personas¡±. Pero ese tono batallador lo plasm¨® mejor en el campo T¨²nez, conjunto aguerrido y gallardo como pocos, gasolina pura. Aunque ni uno ni otro encontr¨® la mejor expresi¨®n del f¨²tbol, un gol que festejar.
Resulta que las ?guilas de Cartago ten¨ªan la capacidad de apretar al bot¨®n del hiperespacio en un periquete, jugaban con piernas a motor, intensidad m¨¢xima, presi¨®n asfixiante, f¨²tbol al abordaje que se subrayaba en transiciones fren¨¦ticas. As¨ª se aclar¨® desde el primer minuto, despu¨¦s de que Eriksen se marcara un control-delicatessen de los suyos y Laidouni se lo reba?ara con una entrada a ras de suelo para festejarlo con rabia, vehemencia y frenes¨ª. Delirio en las gradas y comunicado expr¨¦s de T¨²nez: para ganarles se necesitar¨ªa algo m¨¢s que calidad.
Pero el arrebato tunecino tambi¨¦n se daba con el bal¨®n en los pies, pues atacaban todos a una, como si no hubiera un ma?ana, como si cada ofensiva fuera la ¨²ltima. Siempre con Jebali y sus desmarques de ruptura como finalidad; siempre con Msakni como capataz y distribuidor en los metros finales, presto a los desmarques de apoyo y a los pelotazos desde lejos, como ese que noque¨® por momentos a Christensen al poner la cara delante del bal¨®n al estilo Bruce Harper, o como ese otro de Drager, que tambi¨¦n rebot¨® en el cuerpo del zaguero del Bar?a y por poco no se col¨® a gol, ya estatua y rezos de Schmeichel. Aunque ninguna ocasi¨®n como la de Jebali tras un pase-chut de Msakni que le plant¨® ante el portero, resuelto con una picadita irreverente y replicada con un manotazo a tiempo para ser, por el momento, una de las paradas del Mundial.
Pero Dinamarca, recordemos, no estaba para disfrutar, sino para reivindicarse. Caso de Eriksen, que en la pasada Eurocopa se desplom¨® al suelo por un paro card¨ªaco que por poco le arrebata la vida, ya sin importar el f¨²tbol. Pero lo suyo siempre fue la pelota y volvi¨® a la Premier ¡ªdonde dejan jugar con un desfibrilador interno¡ª, primero al Brentford y ahora en el Manchester United, donde destila su calidad y finura, su f¨²tbol virguero y golpeo magn¨¦tico. Y a la que se fue desbravando la fiereza y la combusti¨®n tunecina, tambi¨¦n su presi¨®n adelantada, a la que el tapete dej¨® de ser un aut¨¦ntico pinball, fue emergiendo su figura, al fin con huecos para descontar l¨ªneas de presi¨®n con el pase vertical. As¨ª, el peque?o dan¨¦s era la catapulta ¡ªtambi¨¦n Kjaer desde la ra¨ªz¡ª que abr¨ªa el juego a los costados para las ascensiones de Maehle y Kristensen, surtidores de centros que para su infortunio siempre quedaron hu¨¦rfanos de rematador.
Mastic¨® las jugadas Dinamarca y madur¨® el encuentro, cada vez m¨¢s efervescente sobre la hierba, mezclas superlativas por dentro ante la telara?a tunecina hasta que Olsen marc¨® desde fuera del ¨¢rea ¡ªtanto anulado por fuera de juego como le ocurriera a Jebali en el primer acto¡ª, advertencia que secund¨® Dolberg con un testarazo cruzado que Dahmen recus¨®. Y m¨¢s de lo mismo remarc¨® Eriksen con un disparo desde fuera del ¨¢rea con la zurda que se encontr¨® con otra estirada para los flashes del meta tunecino; tambi¨¦n Christensen con cabezazo que, sorprendentemente, Cornelius no acert¨® a completar con un remate en plancha y la porter¨ªa libre, bal¨®n escupido por el poste. Ni siquiera una mano de Meriah en el ¨¢rea ¡ªreclamada por el VAR¡ª bast¨® para que el colegiado deshiciera la igualada. No hab¨ªa tut¨ªa y T¨²nez, ya con la lengua fuera y a la defensiva, sustituidos Jebali y Msakni para ganar ox¨ªgeno en las piernas, se conform¨® con las tablas. Se comprometieron todos, m¨¢s pasional T¨²nez y m¨¢s racional Dinamarca, y se vio mucho m¨¢s f¨²tbol que goles, empate para abrir boca entre dos equipos que tienen mucho que decir.
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