Niclas F¨¹llkrug, vindicaci¨®n del panzer
El t¨ªpico ariete germano, que hasta mayo jug¨® en Segunda con el Werder Bremen, salv¨® a Alemania de la eliminaci¨®n en fase de grupos por segundo Mundial seguido
Cuando Niclas F¨¹llkrug era un alev¨ªn le sucedieron dos cosas que marcar¨ªan su vida. Meti¨® m¨¢s de 160 goles con el Sportfreunde Ricklingen, el club de su barrio en Hannover, y le sustrajeron el incisivo lateral derecho para hacerle una ortodoncia que ¨¦l luego se neg¨® a completar porque detestaba el aparato. Los goles llamaron la atenci¨®n del Werder Bremen, que le reclut¨® para la cantera. El hueco que dej¨® el diente acentu¨® el colmillo en su sonrisa y le vali¨® el apodo por el que hoy le reconocen los hinchas y los compa?eros: L¨¹cke, Hueco en alem¨¢n.
L¨¹cke era un honrado delantero centro del Werder Bremen. Menos conocido en la Bundesliga que en la Bundesliga de Segunda Divisi¨®n, hasta que este domingo en el estadio de Al-Bayt, en la localidad qatar¨ª de Jor, salv¨® a Alemania de quedar eliminada en la fase de grupos por segundo Mundial consecutivo. Su gol en el minuto 83 ante Espa?a asegur¨® el 1-1 y permiti¨® a su selecci¨®n permanecer con posibilidades de clasificaci¨®n hasta la tercera jornada, en donde no tendr¨¢ m¨¢s remedio que imponerse a Costa Rica.
¡°Estoy muy tranquilo en situaciones as¨ª¡±, dijo; ¡°no es el primer gol que hago, ni el primero importante¡±. Ven¨ªa de aprovechar una jugada de Musiala, que le hab¨ªa dejado un bal¨®n dulce en medio del ¨¢rea. Lo clav¨® en el palo m¨¢s desprotegido por Unai y se jact¨® sin presumir de que aquello era su rutina. Su gol al Sandhausen, cuando en octubre de 2021 salv¨® al Werder de permanecer otro a?o en Segunda, le hab¨ªa producido una excitaci¨®n parecida.
F¨¹llkrug sali¨® del Al-Bayt con la serenidad que le brindan 29 a?os de fatigas y un instinto consolidado de cazador de ¨¢rea. Su cerebro procesa con normalidad el fen¨®meno de la oportunidad recurrente. Como le sucede a Lewandowski, nunca comprendi¨® con agudeza el f¨²tbol fuera del ¨¢rea, pero una vez que la jugada se desborda dentro de las cuatro rayas, ¨¦l posee el don de la ubicaci¨®n. Pocos rebotes escapan a su intercepci¨®n y menos centros le sorprenden mal apoyado. Son poderes que su mente atesora desde antes de cruzarse con el primer entrenador. Algo que muchas veces pasa desapercibido en las nuevas eacuelas del f¨²tbol alem¨¢n, tan preocupadas como las espa?olas en detectar exclusivamente al jugador coordinado y sensible con los pies.
¡°Nuestras academias se han concentrado en producir centrocampistas, como Musiala o Kimmich¡±, observa Thomas Hitzlsperger, que fue internacional alem¨¢n y entrenador de la cantera del Stuttgart. ¡°Tenemos muchos centrocampistas pero no hemos desarrollado ni grandes defensas ni un delantero de clase mundial. Hemos concentrado la educaci¨®n en la t¨¦cnica sin prestar atenci¨®n a otras cosas¡±.
¡°No es la panacea¡±
Nunca se sabra qu¨¦ habr¨ªa sido de F¨¹llkrug de no haber sufrido tantas lesiones. Se perdi¨® 990 d¨ªas debido a infortunios a lo largo de su carrera. Fue cedido al Greuther Furth, al N¨¹remberg y al Hannover. Regres¨® al Werder y se perdi¨® otro a?o por una rotura de cruzados. Baj¨® a Segunda y subi¨® otra vez. Esta temporada suma 10 goles en 14 partidos ligueros. Los hinchas del Werder, abiertamente opuestos al Mundial en Qatar, celebran su ¨¦xito en la Mannschaft.
¡°Un delantero centro capaz de aguantar el bal¨®n de espaldas te da alguna opci¨®n diferente, pero no creo que sea la panacea¡±, dijo ayer Danny R?hl, segundo entrenador de Alemania, cuando le preguntaron por qu¨¦ el ¨²inico nueve puro de la plantilla no es titular en lugar de M¨¹ller. ¡±Los t¨¦cnicos debemos pensar en el todo, no solo en las partes¡±.
Niclas F¨¹llkrug ha metido un gol en cuatro remates en este Mundial. Lewandowski promedia uno en siete y Mbapp¨¦ tres en 13. No est¨¢ mal para un especialista en desatascos. Pero la nueva Alemania busca algo m¨¢s que un viejo panzer.
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