Certera emboscada de Pa¨ªses Bajos, que ya est¨¢ en cuartos
La selecci¨®n de Van Gaal se deja dominar en zonas irrelevantes para sorprender a Estados Unidos a la contra con el criterio de De Jong, Depay y Gakpo, m¨¢s la irrupci¨®n de Dumfries
¡°Dominamos¡±, dijo Gregg Berhalter, ¡°pero el f¨²tbol es cruel¡±. El seleccionador de Estados Unidos abandon¨® el estadio Khalifa convencido de que su equipo lo hab¨ªa hecho todo bien. Impecablemente bien, tal vez, pero en momentos y en lugares irrelevantes para el desenlace del partido, conquistado sin sobresaltos por Pa¨ªses Bajos en el curso de una serie de emboscadas muy bien conducidas por De Jong, Depay, Gakpo y el percutor Dumfries.
La organizaci¨®n contribuy¨® a la prosperidad de Estados Unidos en mayor medida que sus jugadores. Por el andamiaje bien desarrollado del 4-3-3 se elevaron los volantes Musah, Adams y McKennie, tres jugadores de grandes limitaciones que con su selecci¨®n se transforman en operarios competentes, seguros para administrar el juego en todos los ¨®rdenes pero insuficientes para conducir a su equipo a lo m¨¢s alto del ¨²ltimo gran escal¨®n. Ah¨ª lo esper¨® Pa¨ªses Bajos. La naci¨®n que cre¨® el modelo que ahora explotan los americanos renunci¨® a su aplicaci¨®n en Qatar. Su seleccionador, Louis van Gaal, hizo el viaje de ida y ahora est¨¢ de vuelta, con tres centrales y dos pivotes, sin verg¨¹enza ni temor al oprobio p¨²blico. La hinchada lo juzga con rigor. Reclaman m¨¢s desparpajo, m¨¢s audacia, menos prudencia. Pero los jugadores est¨¢n bien adiestrados en la inhibici¨®n. Nadie en la selecci¨®n se desprende de la calculadora.
Frenkie de Jong es el m¨¢s dedicado ejecutor de la nueva doctrina. El volante del Bar?a, que siendo canterano del Ajax muchas veces jug¨® de central, y lo hizo magn¨ªficamente bien, es el encargado de administrar el alc¨¢zar. Rara vez se aleja de Van Dijk, su lugarteniente. Entre los dos aseguran que se mantenga la estructura. A sabiendas de que los dominar¨ªan, de entrada dejaron que Estados Unidos les invadiera su campo. Tan seguros se mostraron los holandeses alrededor de sus zagueros que por poco no se meten en un l¨ªo. Ocurri¨® a los dos minutos del comienzo, cuando un bal¨®n rechazado despu¨¦s de un centro acab¨® en Pulisic y Blind rompi¨® el fuera de juego. Mano a mano con el delantero, Noppert desvi¨® el remate con la pierna.
El episodio cambi¨® el destino de la eliminatoria. Prevenidos por el peligro que hab¨ªan corrido, Van Dijk y su reparto intentaron sacar la l¨ªnea a 20 metros de su ¨¢rea mientras los americanos, animados por la ocasi¨®n tan f¨¢cilmente creada, se lanzaron a la carga. Durante unos minutos, Estados Unidos adelant¨® todo su bloque para presionar al hombre. Ahogados por el ¨¦mbolo, los holandeses retrocedieron en busca de una salida cuando surgi¨® la figura de De Jong.
Puntualmente al rescate de la fortaleza, a los 10 minutos de partido el volante escap¨® de su perseguidor meti¨¦ndose con el bal¨®n por detr¨¢s de sus defensas, a lo Beckenbauer, y habilit¨® al hombre m¨¢s libre, Timber, para que iniciara la jugada con una entrega al lugar m¨¢s poblado de la cancha. Entonces, paradoja, se hizo la luz. Aquel movimiento que Van Gaal hab¨ªa se?alado que necesitaban para hacer la transici¨®n con m¨¢s agilidad fue activado por Depay. El delantero baj¨® a apoyar a Timber a un toque, a lo Benzema, con tanto criterio que hizo que el r¨ªgido Klaasen jugara suelto para Gakpo, en una sucesi¨®n escalonada que arrastr¨® la presi¨®n americana al medio y despej¨® la banda para la llegada de Dumfries. El centro y la definici¨®n de Depay fueron coser y cantar.
Pa¨ªses Bajos llev¨® el partido a donde quiso. No precis¨® la posesi¨®n para provocar que Estados Unidos solo tuviera la pelota en zonas fr¨ªas. Lejos del ¨¢rea de Noppert, en el c¨ªrculo central, o en las bandas, en donde los centros de Dest y Pulisic resultaban inocuos. Confundidos por la sensaci¨®n de dominio, los americanos se dejaron sorprender al contragolpe. A un minuto del descanso, otro centro de Dumfries, soldado del carril previamente despejado, fue rematado por Daley Blind, el otro lateral, que corri¨® a celebrarlo con los suplentes y con su padre, el m¨ªtico Danny, mano derecha del seleccionador.
El 2-1 de Estados Unidos fue producto de otro fuera de juego mal tirado, despu¨¦s de un c¨®rner. Centr¨® Pulisic y remat¨® de espuela ¡ªde chiripa¡ª Haji Wright. La dicharachera afici¨®n estadounidense lo celebr¨® con un optimismo desbordante. Injustificado por lo que ocurr¨ªa en el campo, en donde De Jong cortaba l¨ªneas de pase, Van Dijk mov¨ªa la l¨ªnea, Depay pon¨ªa el toque liberador y Dumfries galopaba hacia la gloria por la parte del campo que sus compa?eros le hab¨ªan despoblado a conciencia. Robinson el lateral americano, lo perdi¨® de vista, Pulisic ni se plante¨® seguirle, y McKennie le descuid¨® por vigilar a Gakpo. Fue as¨ª que el unidimensional carrilero del Inter alcanz¨® el ¨¢rea otra vez, sistem¨¢tico como un aut¨®mata, y a pase de Blind meti¨® el definitivo 3-1.
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