El sue?o imposible de Gon?alo Ramos
El sustituto del enfadado Cristiano Ronaldo dice que nunca imagin¨® un ¡®hat-trick¡¯ en un Mundial
Con 4-1 y una hora de juego, la secci¨®n portuguesa de la grada de Lusail se acord¨® de que Cristiano Ronaldo no estaba sobre la hierba. Y lo invoc¨®: ¡°?Ronaldo, Ronaldo!¡±. Una vez. Dos veces. Tres veces. En las pantallas apareci¨® el atacante, enviado al rinc¨®n de pensar por el seleccionador despu¨¦s de insultarle cuando lo cambi¨® en el partido contra Corea. Apretaba la mand¨ªbula, consciente de que todos lo miraban.
Pero enseguida lleg¨® el 5-1, el tercer gol de la noche de Gon?alo Ramos, un chico de 21 a?os del Benfica que ocup¨® el lugar del mito en el once titular como si correteara por el jard¨ªn de casa. ¡°Ni en mis mejores sue?os imaginaba empezar con un hat-trick¡±, dijo con una sonrisa feliz. La misma con la que record¨® los delanteros que le hab¨ªan inspirado: ¡°Cristiano Ronaldo, Lewandowski...¡±.
Y eso que CR hab¨ªa aireado su descontento desde el calentamiento. Futbolista sin club tras su ruptura con el United, compareci¨® sobre la hierba de Lusail con el aire de quien acaba de sufrir un doble destierro, el ¨²ltimo de su selecci¨®n. Caminaba desubicado entre los suplentes. Contemplaba los ¨²ltimos tiros de los titulares, desentendido de los ejercicios del resto. Se mov¨ªa despacio, muy despacio, hasta quedarse parado. Pis¨® un bal¨®n y permaneci¨® con ¨¦l bajo la bota, la mirada perdida, brazos en jarras. Cuando regres¨® del ensimismamiento reparti¨® algunos abrazos y se fue al vestuario.
No tiene equipo, pero le queda la grada, nost¨¢lgica de cuando rein¨®. Apareci¨® su cara en las pantallas durante el himno, la hinchada se agit¨® como si fuera a tirar una falta. A partir de ah¨ª, soport¨® la tortura del banquillo devor¨¢ndose las u?as.
Desde all¨ª contempl¨® c¨®mo despegaba el futuro y tambi¨¦n c¨®mo a parte del pasado, a¨²n m¨¢s pasado que ¨¦l, a¨²n le quedaba un pase. Primero con Jo?o F¨¦lix, otro descontento en su club, aunque menos abrasivo que Cristiano y su entrevista at¨®mica antes del Mundial. Contra Suiza, exhibi¨® la ligereza de un liberado. Flotaba. Y asisti¨® a Ramos, otro pedazo de futuro, para el primero. El delantero del Benfica es el jugador m¨¢s joven en marcar un triplete en un mundial desde el h¨²ngaro Fl¨®ri¨¢n Albert en 1962.
Despu¨¦s regres¨® el pasado que resiste, con un cabezazo de Pepe, ya con 39 a?os, el m¨¢s viejo en anotar en una eliminatoria.
Cuando Fernando Santos decidi¨® por fin permitir a Cristiano entrar al campo, el partido ya iba 5-1, pero la grada lo vio preparado en la banda y rugi¨® como si se hubiera producido un gol. Y lo mismo cuando entr¨® al trote, ya con el brazalete que Pepe se hab¨ªa acercado a devolverle. El entusiasmo estaba tan encendido que, mientras, Gon?alo Ramos se retiraba al banquillo sin que apenas nadie lo despidiera con un aplauso, tras acumular tres goles y una asistencia.
La agitaci¨®n por la esperanza de que el 7 marcara se trag¨® todo. Lo hizo, pero en fuera de juego por varios metros, y las tribunas la tomaron contra el juez de l¨ªnea, enfadados realmente con el paso del tiempo. Ramos se llev¨® el bal¨®n del partido, y Cristiano escap¨® con el ce?o fruncido el primero hacia el camerino, mientras sus compa?eros a¨²n celebraban sobre el c¨¦sped. Parece dif¨ªcil, pero Santos no quiere saber m¨¢s del berrinche: ¡°Como dije, es algo que ya est¨¢ terminado¡±.
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