La cuadrilla de Scaloni
El seleccionador argentino se rode¨® de tres exjugadores, Pablo Aimar, Walter Samuel y Roberto Ayala, tan inexpertos como ¨¦l en el banquillo pero bendecidos ahora por Messi
Hace 10 d¨ªas, despu¨¦s de pasar a cuartos, Messi se sent¨® en la sala de prensa en calidad de ¡°hombre del partido¡±, como casi siempre en el Mundial, y lo primero que recibi¨® no fue una pregunta, sino una petici¨®n. ¡°Leo, no s¨¦ qu¨¦ decirte, simplemente escucharte¡±, le soltaron desde abajo. Como a un profeta. A lo que el 10 respondi¨® con una colecci¨®n de t¨®picos. El martes, tras clasificarse para la final, el astro volvi¨® al mismo sitio, y entonces s¨ª habl¨®. Locuaz como pocas veces, el dedo del genio se?al¨® a Lionel Scaloni y su equipo de ayudantes, un gesto simb¨®lico de la comodidad hasta ahora de La Pulga en ese vestuario. ¡°Argentina tiene un cuerpo t¨¦cnico muy bueno que no deja nada al azar. Cada detalle te lo hace saber y despu¨¦s pasa. Nunca estamos perdidos¡±, enfatiz¨®.
Se refer¨ªa, adem¨¢s de al entrenador, a Pablo Aimar (43 a?os) ¡ªsu ¨ªdolo en la infancia¡ª, Walter Samuel (44) y Roberto Ayala (49); un fino ex mediapunta y dos antiguos centrales contundentes, tres exjugadores de la Albiceleste que atravesaron parte de la sequ¨ªa de 28 a?os sin t¨ªtulos y que, sobre todo, se sentaron en ese banquillo con la misma inexperiencia que el t¨¦cnico de Pujato. Los cuatro han viajado en cuatro a?os de la nada en la direcci¨®n a la final de un Mundial. Pocas crecidas como esta.
El primero en entrar en la cuadrilla de Scaloni fue Aimar, viejos compa?eros desde que, igual que Walter Samuel, se proclamaron campeones del mundo sub-20 en 1997, en Malaisia. Al exjugador del Valencia y Zaragoza no parec¨ªa interesarle demasiado lo que hace ahora cuando iba de corto. ¡°No s¨¦ dirigir a 25 tipos y hacerlos estar contentos. S¨¦ que de los 25, 23 no me van a querer porque los jugadores somos as¨ª¡±, asegur¨® en el pasado. Sin embargo, consumida la carrera en el c¨¦sped, termin¨® siguiendo el camino de tantos. Entr¨® en la federaci¨®n, acompa?¨® al actual seleccionador en la sub-20 y, sobre todo, result¨® una de las claves llegado el momento de mantener la primera conversaci¨®n con Messi. Seg¨²n desvel¨® este peri¨®dico, la participaci¨®n en ese encuentro virtual de Aimar, el jugador favorito de peque?o del 10, allan¨® las cosas. Scaloni, h¨¢bil diplom¨¢tico, empez¨® con este movimiento a seducir a la estrella.
Coincidencia incompleta en 2006
Entrenador sub-17, a Pablo Aimar le gusta siempre que puede reivindicar el papel de formador, la creatividad en los chicos y la tolerancia al error. Con los mayores y bajo el fuego abrasador de un Mundial, Scaloni, seg¨²n su gente cercana, aprecia el respeto y la tranquilidad que genera, un factor de equilibrio teniendo en cuenta la impulsividad del primero. Su llanto tras ganar a M¨¦xico en un duelo cr¨ªtico (segunda jornada) y el seleccionador habl¨¢ndole al o¨ªdo es una de las fotos del paso de Argentina por Qatar.
Los tres asistentes compartieron concentraci¨®n en el catastr¨®fico Mundial 2002 (eliminados en la fase de grupos), aunque una lesi¨®n de Roberto Ayala impidi¨® el pleno en el campo. Cuatro a?os m¨¢s tarde, en Alemania, la reuni¨®n fue m¨¢s grande y todav¨ªa pudo ser mayor: en octavos, contra M¨¦xico, coincidieron unos minutos sobre el c¨¦sped Scaloni, Ayala, Aimar (sali¨® en el 76) y Messi (en el 84). Solo falt¨® Walter Samuel, que no fue convocado. ¡°No quer¨ªa ni ver los partidos¡±, confes¨® despu¨¦s.
?l fue el segundo de la terna en unirse al equipo, en agosto de 2018. Se conoc¨ªan desde los 10 a?os. Samuel, del pueblo de Firmat, pasaba a recoger a Scaloni, de Pujato (a unos 70 kil¨®metros), para ir juntos a entrenar a Newell¡¯s. Una relaci¨®n que continu¨® hasta la oferta que le hizo. ¡°Fue una sorpresa cuando Lionel me llam¨®. Siempre hab¨ªamos hablado de f¨²tbol, pero nunca me esper¨¦ esa llamada¡±, reconoc¨ªa hace unos meses el excentral, que firm¨® por el Madrid en 2014 con el sobrenombre de ¡°El Muro¡± y se march¨® un a?o despu¨¦s en cascotes (los cuatro jugaron en Espa?a). Samuel, como Aimar, tampoco pens¨® mucho en entrenar y no ha tenido reparos en admitirlo. ¡°Yo no le prestaba atenci¨®n a la t¨¢ctica, solo jugaba. Cuando dej¨¦ de hacerlo y entr¨¦ en un cuerpo t¨¦cnico [antes estuvo en el Lugano e Inter], empec¨¦ a formarme¡±, explic¨® a principios de a?o. El cari?o y la proximidad personal con Scaloni le acerc¨® a la Albiceleste.
El escepticismo inicial de Ayala
Si estos dos m¨¢s Aimar pertenec¨ªan a la misma generaci¨®n, el Rat¨®n Ayala es anterior, as¨ª que el factor de carne tuvo menos peso en su caso. Accedi¨® al grupo en enero de 2019 y antes, cuando a¨²n no se sab¨ªa el futuro de Scaloni, el excentral del Valencia y Sevilla no ocult¨® en p¨²blico el escepticismo que le generaba el actual entrenador, una sensaci¨®n compartida entonces por la mayor¨ªa. ¡°Uno mira la historia y piensa que el t¨¦cnico debe tener un cierto recorrido¡±, afirm¨® en un programa de televisi¨®n. No obstante, por cortes¨ªa o sinceridad, le concedi¨® un margen de confianza: ¡°Tendr¨¢ poca historia, pero no sabemos de su capacidad para trabajar. ?l se form¨®, hizo su curso. Debe tener una idea. Hoy los resultados le van acompa?ando¡±, apostill¨®. Poco despu¨¦s, entrar¨ªa en el mismo barco.
¡°Cuando las cosas est¨¢n dif¨ªciles, dice las palabras adecuadas. Es muy positivo y se asegura de que los jugadores est¨¦n siempre en alerta. Walter y el Rat¨®n huelen el peligro, los errores, y Pablo en la parte ofensiva fue el mejor¡±, comentan desde el entorno de Scaloni sobre sus tres ayudantes. Los cuatro hombres a los que ungi¨® Messi en v¨ªsperas de la final.
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