El US Open, el Abierto m¨¢s abierto
Nueva York es el grande m¨¢s oscilante de los ¨²ltimos a?os, plagados de alternativas en los dos cuadros. Federer (2008) y Serena (2014), los ¨²ltimos en repetir t¨ªtulo
Pocos pasos despu¨¦s de cruzar el umbral de la puerta, Carlos Alcaraz reclama una chaqueta para mantener el calor corporal porque la sala de conferencias del US Open se ha transformado estos d¨ªas en algo as¨ª como Siberia. ¡°Uf, aqu¨ª hace mucho fr¨ªo, ?no?¡±, transmite el tenista despu¨¦s de haber vencido a Lloyd Harris (6-3, 6-1 y 7-6(4), en 2h 28m) y haberse ganado as¨ª una cita hoy (18.00, Movistar) con el brit¨¢nico Daniel Evans. No es el ¨²nico que hace la observaci¨®n. ¡°?Tiene que hacer tanto fr¨ªo aqu¨ª? Esto parece una c¨¢mara criog¨¦nica¡¡±, protestaba el d¨ªa anterior Novak Djokovic, mientras el ruso Daniil Medvedev incid¨ªa: ¡°S¨¦ que en Estados Unidos enfermar¨¦, lo del aire acondicionado es una verdadera locura¡±.
En la voz de Alcaraz se advierten los s¨ªntomas de un ligero constipado, lo que no impide que la temperatura de su tenis siga subiendo en este torneo que transcurre entre olor a marihuana, perritos calientes y estornudos. Al optimista despegue del martes frente a Dominik Koepfer a?adi¨® el jueves una actuaci¨®n notable contra Harris, subrayando la idea de que hoy por hoy, no existen candidaturas m¨¢s rotundas que la de ¨¦l y Djokovic. El serbio, de vuelta en Flushing Meadows tras dos a?os de ausencia, tambi¨¦n fluye estos d¨ªas sobre el cemento neoyorquino, pero repasa con recelo la historia porque si hay un territorio desgobernado en el tenis es el US Open.
Dominador absoluto en Australia (10 trofeos) y casi solapado a Roger Federer en la hegemon¨ªa de Wimbledon (7), al balc¨¢nico no hay escenario que se le resista m¨¢s que Nueva York, donde no gana desde 2018 y solo ha triunfado en tres ocasiones, 2011 y 2015 previamente. Perdi¨® cuatro finales por el camino. ¡°F¨¢cil, f¨¢cil. Sin problema¡ En tres sets¡±, bromeaba esta semana cuando le planteaban si el Nole actual ser¨ªa capaz de superar al de hace una d¨¦cada.
Hay que rebobinar todav¨ªa m¨¢s, hasta 2008, 15 a?os, para dar con el ¨²ltimo hombre que logr¨® revalidar el t¨ªtulo. Fue Federer, que en esa fecha complet¨® el ramillete de ¨¦xitos que inici¨® en 2004. Desde entonces, nueve campeones diferentes. Rafael Nadal fue capaz de ganar cuatro veces y Djokovic tres, pero entre medias el palmar¨¦s refleja incursiones triunfales de toda ¨ªndole: del bocinazo de Juan Mart¨ªn del Potro en 2009 (contra el suizo) a la campanada de Daniil Medvedev (contra el de Belgrado) hace dos a?os. Entre medias, nombres inesperados como los de Marin Cilic, Stanislas Wawrinka o Dominic Thiem, y la meritoria corona de Andy Murray en 2012. El ¨²ltimo en conquistar el salvaje oeste del tenis fue Alcaraz, encumbrado hace un a?o.
Cuesti¨®n de gasolina
¡°?Federer fue el ¨²ltimo? Bueno, es una motivaci¨®n. La verdad que ser¨ªa incre¨ªble que pueda compartir ese logro con ¨¦l. Vamos a intentarlo, para m¨ª es un aliciente bastante positivo¡±, contesta el de El Palmar a la pregunta formulada por este peri¨®dico.
Sabe perfectamente Alcaraz que transita sobre arenas movedizas. Por una raz¨®n u otra, el US Open se ha convertido en un atractivo carrusel en el que nadie consigue adue?arse del tim¨®n de mando. El factor fundamental es el agotamiento. Completados los dos primeros tercios de la temporada, los tenistas llegan con el dep¨®sito de gasolina justo y la mayor¨ªa de ellos arrastrando problemas f¨ªsicos que suelen intervenir de manera decisiva en el desarrollo del torneo. Bien lo saben Nadal y Djokovic, obligados a retirarse ¨C2018 y 2019 respectivamente¨C por diferentes contratiempos. El desenlace, pues, no est¨¢ nada claro y contrasta con las jerarqu¨ªas m¨¢s definidas que se han establecido en Melbourne, Par¨ªs y Londres.
La imprevisibilidad es extrapolable al cuadro femenino. Dominado durante la primera d¨¦cada de los 2000 por Venus Williams (dos premios), Justine Henin (otros dos) y Kim Klijsters (tres), el declive progresivo de Serena Williams plante¨® una din¨¢mica radicalmente diferente. La estadounidense fue la ¨²ltima jugadora capaz de retener el t¨ªtulo (2012-2014) y a continuaci¨®n el paisaje cambi¨® por completo. De 2015 aqu¨ª, pr¨¢cticamente una alternativa tras otra. Naomi Osaka alz¨® dos cetros, pero ninguna defendi¨® la primera posici¨®n. A partir de ah¨ª, pelotazos como los de Flavia Penetta ¨Cque anunci¨® su retirada el mismo d¨ªa del ¨¦xito¨C y espejismos como los de Sloane Stephens, Bianca Andreescu o Emma Raducanu, hoy d¨ªa descabalgadas. Solo Iga Swiatek, la ¨²ltima ganadora, parece postularse con determinaci¨®n gracias a su salto sobre cemento.
Ante este horizonte incierto, Alcaraz ¨C¨²nico superviviente espa?ol tras la ca¨ªda ayer de Alejandro Davidovich ante Tommy Paul, 6-1, 6-0, 3-6 y 6-3¨C aprieta los dientes y se eleva con un juego superior. Todos le temen, incluido el propio Djokovic. Se expresa Evans, siguiente en pasar por la silla del dentista: ¡°Si opta por jugar variado tendr¨¦ mis opciones, pero tambi¨¦n puede optar por sacarme a palos de la pista¡¡±.
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