Tras la gloria ol¨ªmpica, vuelve el Djokovic sindical: ¡°El sistema falla¡±
El campe¨®n de 24 grandes critica el trato desigual hacia los jugadores, en funci¨®n del estatus, y llama a la colectividad para abordar casos como el positivo de Sinner
Cuenta una persona que sigue el rastro de Novak Djokovic que las interrupciones de los entrenamientos de los dos ¨²ltimos d¨ªas ¡ªmedia hora de ensayo el viernes y otra media hora el s¨¢bado, antes de retirarse al vestuario¡ª tal vez procedan de unas leves molestias en la zona cervical. Y, en ese caso, el origen tal vez pueda estar en el peso de la medalla de oro que se colg¨® hace tres semanas en Par¨ªs. ¡°Fue un momento de orgullo sentirla alrededor del cuello; probablemente, el sentimiento m¨¢s intenso que he tenido sobre una pista de tenis¡±, contesta a los periodistas el de Belgrado, que despu¨¦s de ganar todo lo habido y por haber en su deporte, contin¨²a hambriento. Quien pudiera pensar que el ¨²ltimo bocado hist¨®rico pod¨ªa haberle saciado, 37 a?os ya, est¨¢ muy equivocado. Lo que hay por delante, dice y repite, es demasiado jugoso como para conformarse.
¡°Mi objetivo siempre es ganar, y ese pensamiento no ha cambiado esta temporada. Todav¨ªa siento el impulso, a¨²n quiero hacer m¨¢s historia y disfrutar del circuito¡±, responde, sabiendo que si logra coronarse el 8 de septiembre por quinta vez en Nueva York, igualar¨ªa el r¨¦cord de los plusmarquistas modernos ¡ªJimmy Connors, Pete Sampras y Roger Federer, en orden secuencial¡ª y, sobre todo, deshar¨ªa el empate a 24 grandes con la australiana Margaret Court. M¨¢s que suculento, este ¨²ltimo reto, de modo que no piensa levantar el pie del acelerador, en contra de lo sugerido por aquellas voces que deslizan que el c¨¦nit ol¨ªmpico tal vez pudiera haber apagado el apetito. M¨¢s selectivo que nunca, pero tan predispuesto como siempre a la batalla, anticipa: ¡°Juego el lunes [contra Radu Albot, en la madrugada espa?ola] y no puedo esperar a estar bajo las luces. El ruido y la energ¨ªa de este estadio son simplemente diferentes a los de cualquier otro estadio¡±.
La purpurina de las noches de Flushing Meadows inspira al tenista serbio, quien a su vez acepta el rol de espejo para las presentes y futuras generaciones. Dice Djokovic que desea que el tenis siga ganando adeptos, as¨ª como que su tes¨®n pueda servir de referencia a las figuras que van llegando; tambi¨¦n asume que su cr¨¦dito ira agot¨¢ndose con el paso del tiempo, y de ah¨ª que al margen de lo que pueda seguir consiguiendo, m¨¢s o menos trofeos, le aguarda un compromiso superior de aqu¨ª en adelante. Una cuesti¨®n muy personal, sin duda estructural: la PTPA (Professional Tennis Players Association). Viejo zorro, cita las siglas cuando un reportero norteamericano le pregunta por el caso Sinner, sabiendo que la respuesta tendr¨¢ m¨¢s eco que ninguna otra de esta ¨²ltima intervenci¨®n medi¨¢tica. Combativo por naturaleza, apunta, se?ala y retrata al sistema. Alto y claro, denuncia las fisuras.
Desde hace tiempo, la aspiraci¨®n de Djokovic va m¨¢s all¨¢ de los trofeos y afecta directamente al engranaje. Impulsado por un esp¨ªritu gremial que le ha reportado el apoyo de numerosos jugadores del circuito, quienes encuentran en sus proclamas sindicales una voluntad m¨¢s altruista que la de los otros t¨®tems, pretende intervenir y redise?ar el funcionamiento por medio del organismo que fund¨®, precisamente, hace cuatro a?os en Nueva York. Entonces, habi¨¦ndose desmarcado ya del Consejo de Jugadores (Players Council) de la ATP ¡ªtras haberlo presidido de 2016 a 2020¡ª, anunci¨® al mundo que ¨¦l y los suyos velar¨ªan verdaderamente por los derechos de los profesionales, independientemente del estatus de estos. En resumen: el tenis es de los tenistas. Traducido: una mayor porci¨®n del pastel econ¨®mico y mayor poder de decisi¨®n para los protagonistas, m¨¢s ayudas para los jugadores m¨¢s modestos y el aumento significativo de la cifra de aquellos y aquellas ¡ªunos 400 hoy d¨ªa, calcula ¨¦l¡ª que puedan vivir de ello.
El jugador, por delante
Pese a que lo niegue, la creaci¨®n de la PTPA no deja de ser un pulso en toda regla a los rectores actuales de la raqueta ¡ªATP (hombres), WTA (mujeres) e ITF (federaci¨®n internacional)¡ª y una maniobra para que las cosas funcionen de otra manera, as¨ª que insiste en las deficiencias a ra¨ªz de lo sucedido con el procesamiento del positivo de Sinner.
¡°Casos como este son la raz¨®n por la que fundamos la asociaci¨®n. El ethos [de origen griego, algo as¨ª como los rasgos definitorios de una comunidad] de la PTPA es el jugador, representar al cien por cien los derechos de los jugadores y asegurarnos de cubrir todos los rincones posibles para que puedan vivir de nuestro deporte. Creo que hay que mejorarlo¡±, introduce. ¡°Estamos hablando y trabajando sobre muchos temas. Creo que la PTPA a¨²n no ha sido reconocida como nos gustar¨ªa, por muchas razones en las que no voy a entrar ahora¡±, prosigue. Y profundiza: ¡°Respecto a lo de Jannik, nosotros abogamos por protocolos justos y claros, y por un enfoque estandarizado de este tipo de casos. Entiendo la frustraci¨®n de algunos jugadores por la falta de coherencia [refiri¨¦ndose a que el italiano haya podido seguir compitiendo, pese a que la prueba antidopaje revelara la irregularidad en marzo]. Seg¨²n tengo entendido, su caso se resolvi¨® b¨¢sicamente en el momento en que se anunci¨®, pero creo que pasaron cinco o seis meses desde que le dieron la noticia a ¨¦l y a su equipo¡±.
Cree Djokovic, siguiendo el paso de otros tenistas de m¨¢s o menos peso que van pronunci¨¢ndose, que se ha fallado en el fondo y la forma, que no se mide por el mismo rasero a todos los profesionales y que el timing no ha sido el adecuado. ¡°Hay muchos problemas en el sistema. Vemos falta de protocolos estandarizados y claros. Puedo entender el sentimiento de muchos que se preguntan si se les trata de la misma forma. Esperemos que los rectores de nuestro deporte puedan aprender de esto y mejorar de cara al futuro. Creo que colectivamente debe haber un cambio, eso es obvio. Ha habido casos similares, iguales o casi iguales que no han tenido el mismo resultado, y ahora la cuesti¨®n es si se trata de los fondos, de si un jugador puede permitirse el lujo de pagar una cantidad significativa a un bufete de abogados para que lleven su caso de una forma m¨¢s eficiente. No lo s¨¦. Creo que es algo que debemos investigar colectivamente¡±, plantea.
Abanderado de su pa¨ªs en los Juegos de 2012, se erige ahora Nole como defensor de sus colegas y llama a un nuevo orden m¨¢s justo, o cuando menos m¨¢s equidistante. Todo, por supuesto, sin perder ese apetito eterno por seguir levantando trofeos y luciendo medallas. Tras la gloria ol¨ªmpica en Par¨ªs, vuelve a la carga en el asfalto de Queens.
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