Nadal y el tri¨¢ngulo con Federer y Djokovic: de la media naranja a la fricci¨®n al l¨ªmite
El tenista mallorqu¨ªn encontr¨® el contrapunto ideal en el suizo, pero luego choc¨® con el esp¨ªritu voraz del balc¨¢nico, vencedor final en una rivalidad de ensue?o
Qui¨¦n le iba a decir a Roger Federer, a aquel Federer que dominaba el circuito con pu?o de hierro y que estaba predestinado a gobernar el tenis de forma autocr¨¢tica durante muchos a?os, que el chico al que invit¨® al box en Indian Wells (2004) para que viera su partido de cuartos terminar¨ªa acorral¨¢ndolo. ¡°La derecha es su mejor golpe, y tambi¨¦n su movilidad por toda la pista. Tiene un car¨¢cter distinto y conf¨ªa mucho en su capacidad de lucha. Le pega a la bola con mucho efecto y eso hace que el bote sea muy alto. He intentado evitarlo, pero no pude¡±, dec¨ªa el suizo solo dos semanas despu¨¦s de aquella invitaci¨®n, cuando el espa?ol ya le hab¨ªa rendido por primera vez. Sucedi¨® en Miami, en el antiguo Cayo Vizca¨ªno. Uno ten¨ªa 22 a?os, hab¨ªa ganado todos sus partidos excepto uno desde noviembre y era el incontestable rey del circuito; el otro, de 17 a?os, definitivamente se hab¨ªa destapado: doble 6-3, en 70 minutos. Fue la primera vez de las 40 que se enfrentaron.
¡°Como tenistas somos completamente distintos, pero si hablamos de nuestra forma de ver la vida, somos muy similares¡±, expon¨ªa Nadal en el O2 de Londres, casi dos d¨¦cadas despu¨¦s de aquel cruce en Florida, emocionado ante el adi¨®s de su rival m¨¢s admirado. Se iba Federer, el hombre al que martiriz¨® con su drive y sus efectos; el socio ideal, la media naranja deportiva de una rivalidad tan antag¨®nica como ejemplar. Nunca dos propuestas tan contrapuestas mezclaron tan bien, porque al atractivo contraste en la forma se a?adi¨® un fondo com¨²n. Nadal no se entiende sin Federer, de la misma forma que la desbordante irrupci¨®n del espa?ol dimension¨® a¨²n m¨¢s la grandeza del suizo. Es la mezcla perfecta. Hubo altibajos detr¨¢s de la id¨ªlica relaci¨®n ¡ªdivergencias durante la presidencia conjunta del Consejo de Jugadores de la ATP¡ª, pero la caballerosidad presidi¨® siempre el nexo.
¡°Siento su pasi¨®n por m¨ª, supongo, por mi persona; y eso es algo que me enorgullece. Siempre hemos estado muy conectados. Ha sido genial, creo que hemos disfrutado de nuestra compa?¨ªa¡±, dec¨ªa Federer en su despedida profesional, 2022. Atr¨¢s quedaban confrontaciones deliciosas, ninguna como la que protagonizaron en La Catedral de Wimbledon en 2008. Aquel episodio evidenci¨® que Nadal hab¨ªa llegado para hacer sufrir a Federer, que al a?o siguiente padec¨ªa tambi¨¦n en Melbourne ¡ªel famoso ¡°God, its¡¯ killing me (Dios, esto me est¨¢ matando)¡±¡ª y que, por entonces, no daba con la soluci¨®n para que su rev¨¦s resistiera al castigo. S¨ª lo consigui¨® en la recta final de su carrera, cuando reformul¨® su estrategia y transform¨® su reverso, defensivo hasta ese punto, en una herramienta ofensiva, anticip¨¢ndose al posible vuelo de la pelota mediante el bote-pronto.
As¨ª se adjudic¨® el suizo la ¨²ltima gran final que disputaron (Australia 2017) y el ¨²ltimo encuentro (Wimbledon 2019). En todo caso, Nadal fue capaz de asaltar su reino verde (1-3) y de jugarle de t¨² a t¨² en r¨¢pida (9-11), mientras que el genio no termin¨® nunca de dar con la v¨ªa para replicar sobre arcilla (14-2). El historial entre ambos refleja un 24-16 favorable al espa?ol, que adem¨¢s logr¨® adelantarle en la gran carrera hist¨®rica. No pudo, sin embargo, con la tercera pieza del gran tri¨¢ngulo. All¨¢ por 2006, un tal Novak Djokovic asomaba y del d¨²o se pas¨® a las tres voces. Prevalece al final la del serbio, que domina el particular contra ambos ¡ª27-23 con el de Basilea y 31-29 con el de Manacor, en el pulso m¨¢s repetido de la historia¡ª y ha conseguido imponerse tambi¨¦n en el escenario de los Grand Slams. Frente a la armon¨ªa y las caranto?as dedicadas en un v¨ªnculo, las chispas y la aspereza del otro.
¡°Para ¨¦l s¨ª hubiera sido una frustraci¨®n m¨¢s grande no conseguirlo [el r¨¦cord de majors]. Y a lo mejor por eso lo ha conseguido, porque ha llevado la ambici¨®n al m¨¢ximo. Yo he sido ambicioso, pero con una ambici¨®n sana que me ha permitido ver las cosas con perspectiva, no estar frustrado, no cabrearme m¨¢s de la cuenta en la pista cuando las cosas no iban bien. Es mi forma de vivirlo, son culturas distintas¡±, manifest¨® Nadal en septiembre del a?o pasado, a lo que Djokovic contest¨® mes y medio despu¨¦s: ¡°Voy a por todos los r¨¦cords posibles, nunca he tenido problemas en decirlo. Y es por eso que no le gusto a ciertas personas. Yo no finjo como otros y digo que los r¨¦cords no son mi objetivo para luego comportarme de manera diferente¡±.
Entre Nadal y Nole ha existido tradicionalmente fricci¨®n, de la misma forma que uno y otro se profesan un gran respeto deportivo. Ambos han chocado dial¨¦cticamente en diversas ocasiones, dirigi¨¦ndose pullas entre l¨ªneas o mensajes soterrados, pero en paralelo han librado algunas de las batallas m¨¢s emocionantes de la historia de su deporte. Recu¨¦rdese la final m¨¢s larga de todos los tiempos ¡ª5h 53m en Australia 2012¡ª, o pasajes como el del ¡°?hala Madrid! que influy¨® en el cierre de la final de Roland Garros en 2014, o el del techo cerrado y la suspensi¨®n en la semifinal de Wimbledon 2018. ¡°Empezamos as¨ª, y yo quer¨ªa mantener esas condiciones. Me expres¨¦ porque me preguntaron mi opini¨®n¡±, aleg¨® Djokovic.
Nunca hubo excesivo feeling, ni mucho menos amistad, pero el reconocimiento es rec¨ªproco y del mismo modo que cuando se march¨® Federer se fue una parte del espa?ol ¡ª¡±de alguna manera, se va una parte de mi vida y es dif¨ªcil¡±, declaraba el segundo¡ª, ahora que este desaparece del plano se va una parte del balc¨¢nico, que en su momento se?alaba: ¡°Rafa es un gran guerrero, mi mayor rival; hay que respetarle y admirarle. Tengo toneladas de respeto hacia ¨¦l. Es un luchador incansable. Recuerdo que McEnroe dec¨ªa que cuando Borg se retir¨®, una parte de ¨¦l tambi¨¦n lo hizo, aunque ¨¦l continuara jugando. Y mi sentimiento es muy similar, es una sensaci¨®n extra?a¡±.
Nadal, por su parte, destaca la versatilidad de un adversario que le oblig¨® a reinventarse y a dar permanentemente otro plus, plasmado sobre todo en la final que disputaron en octubre de 2020 en Roland Garros. Esa tarde, el espa?ol bord¨® el juego durante hora y media, hasta que Nole logr¨® al menos enredar en el tercer parcial. En base a esa acci¨®n-reacci¨®n que define el litigio entre los dos, el serbio respondi¨® dos a?os despu¨¦s en Par¨ªs. C¨®mo no. ¡°Es el tenista perfecto, no tiene puntos d¨¦biles. Aunque juegue en tierra, en dura o en hierba, es capaz de ganar. Incluso en aquellos d¨ªas en los que las cosas parecen no salirle como quiere, tienes la sensaci¨®n de que terminar¨¢ ganando¡±, le describ¨ªa el balear en 2021. Y a?ad¨ªa este a?o, en una entrevista concedida a La Sexta: ¡°Los n¨²meros dicen que s¨ª, para m¨ª, s¨ª; es el mejor que yo he visto. La imagen que proyecta es peor de lo que realmente es. Creo que es una buena persona; con sus errores, porque creo que con su comportamiento los acent¨²a y cuando veo a alguien con tant¨ªsimo ¨¦xito enfadarse tanto jugando, no me gusta. Pero creo que es bueno¡±.
Retirado Federer y de salida ahora el mallorqu¨ªn, ya solo queda en pie el serbio, el ¨²ltimo trazo del tri¨¢ngulo equil¨¢tero.
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