Medvedev, el gigantesco c¨²mulo de la frustraci¨®n de un tenista herido

Para abrir boca en Tur¨ªn, show. Pero no precisamente del bueno. Daniil Medvedev, ese tenista que navega entre dos mares tan antag¨®nicos, pura paz fuera del rect¨¢ngulo y un volc¨¢n dentro, explota despu¨¦s de ceder el primer parcial frente a Taylor Fritz a consecuencia de las tres dobles faltas que ha cometido de manera sucesiva. Entonces, agitado ya ese interior del ruso, escupe con fuerza la lava: una raqueta reventada contra el suelo, otra volando fuera del l¨ªmite de la pista, malabarismos varios e incluso un amago de restar con la raqueta al rev¨¦s que corrige en ¨²ltima instancia, cuando el runr¨²n ya se ha apoderado del Inalpi Arena y la gente piensa que el protagonista, derrotado (6-4 y 6-3) y completamente crispado en la apertura de la Copa de Maestros, est¨¢ tom¨¢ndole el pelo a todo el mundo.

¡°Desgraciadamente, no me sale nada y me enfado, me frustro. Pero esta vez no ha sido con nada en particular, sino conmigo mismo. Me frustro¡±, razona ante los periodistas el de Mosc¨², 28 a?os, con voz de chico bueno y como quien nunca ha roto un plato. ¡°Ay, Daniil¡­¡±, suele decirse entre bambalinas, llegando a comprenderse la situaci¨®n de un jugador que ha recibido por todos lados; de las leyendas y de los que acaban de aterrizar. Algo se rompi¨® ah¨ª dentro cuando Rafael Nadal le tumb¨® en Melbourne hace dos a?os cuando, ya se sabe, dominaba por dos sets y acab¨® mordiendo incre¨ªblemente el polvo. As¨ª que, pese a los t¨ªtulos, el prestigio adquirido y los piropos recibos, ¨¦l arrastra y arrastra. Demasiados golpes. Un grande, un cetro maestro, n¨²mero uno. S¨ª, piensa para sus adentros, pero pod¨ªa haber llegado mucho m¨¢s lejos y alcanzado una dimensi¨®n mayor.

El caso es que, como bien dice ¨¦l, no le sale nada. Desde que Jannik Sinner le remontara otros dos parciales en la final de Australia de este a?o, no ha terminado de enderezar un rumbo que definitivamente ha ido torci¨¦ndose en la recta final de una temporada en la que su casillero de premios tal vez termine vac¨ªo. La derrota contra Fritz, muy inspirado con el servicio, le sit¨²a ahora ante el abismo y, en cambio, multiplica las opciones de progresar hacia las semifinales del norteamericano, el cuarto tenista que m¨¢s victorias (50) acumula en 2024, solo por detr¨¢s de Alexader Zverev (66), Sinner (65) y Alcaraz (52). Finalista tambi¨¦n en el US Open, ¨¦l sonr¨ªe y despotrica el vencido.

¡°Despu¨¦s de ese break [en el segundo parcial] he pensado que ya hab¨ªa perdido el partido. Ok, no me importa. Pero ten¨ªa que terminar, no pod¨ªa retirarme¡±, indica a la vez que apunta a las pelotas, cuyo peso y cuya composici¨®n, remarca, hace que el juego se alargue de forma constante y dificulte mucho que los tiros puedan desbordar al rival. ¡°No me sorprende en absoluto, lo veo desde hace dos o tres a?os, d¨ªa tras d¨ªa. Cada entrenamiento y cada partido son una lucha. Ahora no siento ning¨²n placer de estar en la pista¡±. No alberga, pues, demasiadas esperanzas para lo que resta de semana, al admitir que est¨¢ deseando que termine el curso para disfrutar del descanso.

¡°Al cien por cien, y es la primera vez que lo digo¡±, contesta con la buena educaci¨®n que le caracteriza, siempre generoso en las respuestas y el razonamiento por mucha que le vengan mal dadas. ¡°Por lo general, las ATP Finals [el torneo] no han sido f¨¢ciles para m¨ª. La ¨²nica vez que gan¨¦ fue cuando comenz¨® el a?o en el US Open [en 2020, por la interrupci¨®n por la pandemia], as¨ª que fue un poco diferente. Desde hace mucho tiempo lucho contra algo que no depende de m¨ª. Soy un buen luchador, el n¨²mero cuatro del mundo, aunque pueda caer al cinco si Taylor juega bien aqu¨ª; y seguir¨ªa siendo bastante decente... Pero estoy cansado de luchar contra algo que no depende de m¨ª. Voy a ver c¨®mo va. Si no funciona, me voy de vacaciones y tan feliz¡±, remata en la sala de conferencias.

A excepci¨®n de ese terreno prohibido para ¨¦l que supone la tierra batida, Medvedev se desempe?a desde hace un lustro como uno de los competidores m¨¢s s¨®lidos y feroces del circuito. Presente casi siempre en las cotas finales de los torneos, no ha habido a?o en el que no haya probado bocado desde 2018; a partir de ah¨ª, garant¨ªa de trofeos ¡ªseis Masters 1000, adem¨¢s de la corona maestra, el US Open de 2021 y la Copa Davis; un total de 20¡ª y un crecimiento interceptado por las flechas lanzadas por parte de Nadal y Djokovic, primero, y de Alcaraz y Sinner, despu¨¦s. Nunca baja los brazos el gigant¨®n, pero el castigo le gu¨ªa con frecuencia hacia el cortocircuito. De todos los colores, los ha firmado. Hay tambi¨¦n cruce de cables en Tur¨ªn, se expone a quedarse en blanco y desde el exterior vuelve a brotar la expresi¨®n, mitad censora, mitad emp¨¢tica: ¡°Ay, Daniil¡­¡±.