Alcaraz y Sinner, mano a mano en el Masters de la nostalgia

Entrada la tarde, a eso de las cinco, cuando las nieblas de los Alpes empiezan a colarse ya entre los soportales y la humedad va envolviendo los cuerpos, la se?orial y apacible Tur¨ªn se transforma en algo m¨¢s parecido a Roma o N¨¢poles que al ordenado norte piamont¨¦s: suenan sin parar los cl¨¢xones, se repiten los volantazos y el tr¨¢fico congestiona de arriba abajo la Corso Filippo Turati. La huelga del transporte p¨²blico se hace notar con fuerza y tranv¨ªas y autobuses dejan de circular, as¨ª que Alessandro, feliz taxista ¨¦l, prefiere tom¨¢rselo con filosof¨ªa y silba: ¡°?Es m¨²sica popular!¡±, dice ri¨¦ndose el conductor conforme suena por la radio una extra?a mezcla de merengue y canci¨®n cl¨¢sica italiana, y ¨¦l baquetea con los dedos con alegr¨ªa, de la misma forma que afronta este Masters de la melancol¨ªa y de la ausencia Carlos Alcaraz. El murciano tambi¨¦n quiere dar un volantazo e ingresar en un club especial.

¡°Vengo a este torneo de una manera un poco diferente, con mucha motivaci¨®n. El a?o pasado fue un final de a?o dif¨ªcil para m¨ª porque no pude jugar a mi mejor nivel. Los dos ¨²ltimos partidos aqu¨ª fueron bastante buenos, pero los anteriores no, as¨ª que me di cuenta de que ten¨ªa que cambiar algo de cara a esta ¨¦poca, como he hecho ahora. Vengo aqu¨ª con el objetivo de ganar¡±, expone el de El Palmar, que por la ma?ana ha tenido raci¨®n doble de ensayo frente a Daniil Medvedev ¡ªbuen ritmo, buenos puntos¡ª y que conf¨ªa en mejorar la cota alcanzada en su primera participaci¨®n. Entonces choc¨® con Novak Djokovic, que esta vez no est¨¢ ni se le espera por decisi¨®n propia, como tampoco comparecer¨¢n Rafael Nadal, a un suspiro del adi¨®s definitivo, ni el suizo Roger Federer, que desfil¨® por ¨²ltima vez sobre el tart¨¢n maestro hace ya cinco temporadas.

El genio conquist¨® seis t¨ªtulos, por los siete de Nole, el recordman hist¨®rico. Y de vac¨ªo se ir¨¢ el mallorqu¨ªn, buen conocedor de la complejidad del calendario y de la exigente recta final, cuando los f¨ªsicos aguantan ya a duras penas y las mentes tambi¨¦n se quiebran despu¨¦s de m¨¢s y m¨¢s torneos, de m¨¢s y m¨¢s partidos. No le gustar¨ªa a Alcaraz terminar el d¨ªa de ma?ana con la espina, de modo que se aplica, se esmera y aprieta: un esfuerzo m¨¢s. ¡°El a?o pasado no empec¨¦ bien desde el principio, as¨ª que esta vez voy a intentar mantener el mismo nivel todo el rato y hacer un buen tenis¡±, abunda el espa?ol, reunido en el grupo con Alexander Zverev, Andrey Rublev y Casper Ruud y, de manera objetiva, aliado con la fortuna en el sorteo; logr¨® evitar a Jannik Sinner, el coco que amenazaba, as¨ª que al italiano le tocar¨¢ debatir con Medvedev, Taylor Fritz y Alex de Mi?aur.

Tras dos d¨¦cadas de asistencia de Los Tres Gigantes, con presencia ininterrumpida de uno, otro o el tercero desde 2001, el torneo incide en la nueva realidad; o sea, Sinner y Alcaraz al frente, con el resto a rebufo y sudando algo m¨¢s que tinta para intentar que los dos nuevos referentes caigan en las grandes citas. No pudo ser en Australia, Roland Garros, Wimbledon ni el US Open, e intentar¨¢n que sea ahora en Tur¨ªn, donde Djokovic triunf¨® en los dos ¨²ltimos ejercicios y cuatro veces consecutivas antes de que se produjese el baile intermedio: de 2016 a 2021, cinco vencedores diferentes; uno de ellos, y por partida doble, Zverev, el hombre al que conviene marcarle de cerca porque sabe manejar el escenario y adem¨¢s viene de conquistar Par¨ªs-Bercy. Su ca?¨®n, bajo techo, es todav¨ªa m¨¢s ca?¨®n.

Un a?o de ¡°ocho y medio¡±

¡°Es uno de los mejores del mundo, por supuesto. No me gusta enfrentarme a Sascha por sus saques y sus tiros, pero voy a intentar encontrar la parte bonita de jugar con ¨¦l. Es un gran trabajador y ha ganado grandes t¨ªtulos, m¨¢s de 20 trofeos¡±, remarca Alcaraz, en busca de la linealidad que no encontr¨® hace un a?o ¡ªdemasiado oscilante en direcci¨®n a las semifinales¡ª y deseoso de poder redondear su magn¨ªfico curso con un ¨¦xito que, en t¨¦rminos nacionales, solo alcanzaron Manuel Orantes (1976), ?lex Corretja (1998) y Garbi?e Muguruza (2021). ¡°Dir¨ªa que ha sido un a?o de ocho y medio o nueve; podr¨ªa haber sido mejor con la medalla de oro [en los Juegos Ol¨ªmpicos de Par¨ªs] o con otros torneos, pero dir¨ªa que un ocho y medio¡±, resuelve con exigencia, a la caza y captura a partir del lunes del sobresaliente que, por ahora, se resiste a concederse.

A sus 21 a?os, Alcaraz contin¨²a puli¨¦ndose y su trayectoria a partir de septiembre expresa una evoluci¨®n; no sin muchas curvas, eso s¨ª, en medio de un contexto (dura-techo) en el que no termina de sentirse c¨®modo por ahora. Independientemente de la mayor o menor influencia que tuviera ese d¨ªa la grada, cedi¨® la semana pasada ante Ugo Humbert en Par¨ªs-Bercy, donde no fue capaz de resistir a la velocidad de la pista. ¡°Deber¨ªa haber venido antes para adaptarme¡±, se afe¨®, de modo que nada m¨¢s poner el pie en Tur¨ªn, el mi¨¦rcoles, se dirigi¨® al Inalpi Arena para empezar a testear la superficie con un sparring.

¡°He aprendido mucho este a?o¡±, afirma. ¡°Me conozco m¨¢s como persona y como jugador, s¨¦ mejor qu¨¦ necesito hacer dentro y fuera de la pista, aunque algunas derrotas hayan sido dolorosas¡±, prolonga. ¡°No se trata solo del objetivo que puedas tener en la pista, sino tambi¨¦n de lo que tienes que hacer en los d¨ªas libres, de cu¨¢ntos d¨ªas tomarte antes de los torneos o antes de empezar a prepararte para llegar de la mejor manera posible¡±, remata el murciano, que debutar¨¢ el lunes (no antes de las 14.00, Movistar+) contra el noruego Ruud y que posteriormente se medir¨¢ con el alem¨¢n Zverev (mi¨¦rcoles) y el ruso Rublev (viernes). En un principio, el segundo compromiso es el que reviste mayor dificultad, teniendo en cuenta que ha derrotado al n¨®rdico las cuatro veces que se han cruzado y que hace un a?o pudo con el moscovita en estas mismas circunstancias.

El domingo abrir¨¢n el torneo Medvedev y Fritz (14.00) y por la tarde (20.30) se encontrar¨¢n Sinner y De Mi?aur. Todo bajo el recuerdo: por primera vez en 23 a?os, no habr¨¢ rastro de Federer, Nadal ni Djokovic. Otros tiempos, otra ¨¦poca.