Suspensiones de pagos en las agencias de prestamos tinerfe?as
Los impositores de la agencia de pr¨¦stamos Alfonso Santaella Cayol, que acudieron a la junta celebrada en un teatro de la capital, acordaron convocar para el pr¨®ximo d¨ªa 16 una nueva reuni¨®n, esta vez en la plaza de toros, con objeto de obtener la representaci¨®n mayoritaria y legal de los siete mil afectados por la reciente suspensi¨®n de pagos de la entidad, y adoptar la soluci¨®n que se estime mas aceptable, que evite las subastas del patrimonio de la agencia por parte de la autoridad judicial, y solucionar as¨ª de modo privado el destino de casi tres millones de pesetas, con un futuro hoy incierto.
La ca¨ªda de las agencias
Todo comenz¨® hace unas semanas cuando se conoci¨® la desaparici¨®n de dos de los apoderados de la agencia de pr¨¦stamos Jos¨¦ Santaella Tuells, una de las cinco entidades de su g¨¦nero existentes en Santa Cruz de Tenerife y quiz¨¢s la m¨¢s peque?a de todas. El descubierto que dejaron tras de s¨ª, antes de marcharse de la isla -presumiblemente con rumbo a Venecia- es del orden de los trescientos millones de pesetas. La propietaria de la agencia se vio obligada a declarar la quiebra en un desesperado intento de salvar el dinero de sus confiados impositores. Al conocerse la noticia, pronto cundi¨® el p¨¢nico entre los miles de grandes y peque?os ahorradores de las otras agencias, que comenzaron a presentarse en masa ante sus respectivas oficinas con el fin de llevarse cuanto antes su dinero. Las agencias Alfonso Santaella Cayol y Melo, comenzaron a tambalearse. La falta de liquidez de la primera -su abogado ha declarado que s¨®lo se guardaban en caja de doscientos a trescientos millones de pesetas para hacer frente a imprevistos, y el resto invertido ¨ªntegramente en la provincia- y la negativa de los Bancos y Cajas de Ahorros a concederles cr¨¦ditos, la oblig¨® a presentar suspensi¨®n de pagos en el juzgado, para evitar desangrar as¨ª un activo que se estima un veinte por ciento superior al pasivo.Siete mil impositores quedaban, desde ese momento, con la angustia de no saber a ciencia cierta la suerte que iba a correr su dinero, Emigrantes, agricultores, comerciantes y propietarios eran los principales clientes de estas singulares agencias de pr¨¦stamos que hab¨ªan llegado a controlar cinto mil millones de pesetas, haciendo fuerte competencia al resto de los intermediarios financieros. El diez por ciento de los fondos depositados en la provincia pertenec¨ªa a las agencias, as¨ª como un volumen econ¨®mico de casi el cuarenta por ciento con respecto a la Caja Provincial de Ahorros.
Empresas en apuros
Las empresas que se manten¨ªan gracias a los cr¨¦ditos de estas agencias corren peligro de derrumbarse. Ya cerr¨® la primera, la f¨¢brica de tabacos Antillana y la concesi¨®n de los autom¨®viles Renault en la provincia se halla tambi¨¦n seriamente afectada. El da?o puede ser incalculable, o, en palabras de, un prestigioso economista insular esto puede producir la hecatombe de nuestra, ya de por s¨ª, maltrecha econom¨ªa, si la salida a la crisis va a ser la de liquidar el patrimonio de las agencias. Dado que ser¨ªa imposible totalmente absorber tal volumen de subastas patrimoniales, los impositores de Alfonso Santaella se proponen ahora arreglar la situaci¨®n privadamente, para evitar la natural depreciaci¨®n que se producir¨ªa en caso de r¨¢pida liquidaci¨®n.Tres son las soluciones que se ofrecen a los siete mil ahorradores: creaci¨®n de una junta de acreedores que proceda a liquidar de acuerdo con la agencia el patrimonio con la lentitud que las circunstancias de la coyuntura lo exijan; ofrecer la cartera total de la entidad a la Caja General de Ahorros de Tenerife, o bien, constituir una sociedad an¨®nima, en la que todos los impositores se convertir¨ªan en accionistas.
?Esto ¨²ltimo ser¨ªa lo m¨¢s grande que los canarios podr¨ªamos hacer por nuestra tierra -declaraba el abogado que se encarga del asunto, Juan Luis Quintero-, ser¨ªa una sociedad de envidiable potencial y riqueza, con la que podr¨ªamos obtener toda clase de cr¨¦ditos para atender nuestras propias necesidades, nuestras industrias y comercios?.
Y hasta que la totalidad de los perjudicados se manifiesten el do mingo d¨ªa 16, en la plaza de toros sobre qu¨¦ hacer con sus dineros, el resto de las agencias aguantan como pueden. El temor ha desaparecido y el paso de los d¨ªas ha hecho que los economistas consultados por EL PA?S coincidan en preguntarse como ha sido posible que el Ministerio de Hacienda, tan celoso fiscal de las actividades de los Bancos y Cajas de Ahorros, haya tolerado la existencia de estas agencias de pr¨¦stamos sin el adecuado control. Al amparo de esta tolerancia, las agencias tinerfe?as, que nacieron en su d¨ªa como meros intermediarios de dinero ajeno, fueron convirti¨¦ndose en aut¨¦nticos Bancos, con libretas de ahorro, cuentas a lazo fijo y oficinas de pago al p¨²blico con lo que sus posibilidades de expansi¨®n y control de inversiones hab¨ªan llegado a l¨ªmites inimaginables
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.