Los partidos, el mes de junio
?Se ha producido un giro en la pol¨ªtica de ataque al paquete reformista? Signos hay de que es as¨ª. Las declaraciones de Gil Robles en Roma y la revelaci¨®n de algunas de sus peticiones al Rey as¨ª lo parecen dar a entender. La oposici¨®n se traslada ahora de modo primordial contra la concepci¨®n y el nal Supremo, podr¨ªa hacer desaparecer la inc¨®mobiscitos del franquismo constituir¨ªa un error irreparable. As¨ª de sencillo. Y si est¨¢ de acuerdo en que nisterio de la Gobernaci¨®n y en el juego que pueda origen de los obst¨¢culos que existen en este terreno. mayor detalle, al parecer, ocupa una parte muy englobado dentro de la mec¨¢nica del sistema institucional. Las Cortes est¨¢n comenzando a informar el proyecto de ley de asociaciones pol¨ªticas. Y se dice que en el seno de la ponencia han existido fuertes divisiones a la hora de dar el paso decisivo, a nivel de denominaciones, de aludir de manera expresa a los partidos pol¨ªticos. Por otra parte, no falta quien cree que el proyecto de creaci¨®n de un Tribunal de Garant¨ªas Constitucionales, como sala del Tribunal supremo, podr¨ªa hacer desaparecer la inc¨®moda referencia a la presencia de un senador y un diputado en la instituci¨®n encargada de vigilar el control de legalidad en el ejercicio del derecho de asociaci¨®n pol¨ªtica. El tema tiene una gran importancia coyuntural. Porque para todos los grupos de la oposici¨®n supone un filtro dif¨ªcilmente digerible la presencia de un miembro de las actuales Cortes, y m¨¢s a¨²n de un miembro del Consejo Nacional, en el Tribunal de Garant¨ªas. Y no se trata, como es f¨¢cil de suponer, de un tema de simple sutileza jur¨ªdica. Es una cuesti¨®n de praxis pol¨ªtica. Entre otras razones, porque la puesta en marcha de las asociaciones o partidos ha de producirse antes de la aprobaci¨®n del Tribunal de Garant¨ªas Constitucionales.
?Los partidos, el mes pr¨®ximo ? La promesa se la ha hecho Fraga a Pallach y Herrera. Mart¨ªn Gamero, como tiene por costunibre, fue mucho menos preciso. Dijo que los partidos entrar¨ªan en el futuro sistema bicameral. ?Pero estar¨¢n funcionando a la hora del refer¨¦ndum? Creo que ser¨ªa un error que no estuvieran. El enfoque del refer¨¦ndum es el principal fallo de la pol¨ªtica del presidente Arias. El resto, m¨¢s o menos, puede tener arreglo. Pero endosarle a la Monarqu¨ªa un tercer refer¨¦ndum que fuera simple continuaci¨®n de los dos grandes plebiscitos del franquismo, constituir¨ªa un error irreparable. As¨ª de sencillo. Y si est¨¢ de acuerdo en que las Cortes no deben retrasar ni boicotear la reforma, tal como dijo Fern¨¢ndez Miranda, lo menos que se puede desear es que la urgencia sirva para conseguir los objetivos precisos en el plazo deseable.
Si se salva, el tema del Tribunal de Garant¨ªas, por otra parte, los ¨²nicos problemas que plantea el proyecto de ley de asociaciones pol¨ªticas se centran en la excesiva intervenci¨®n administrativa del Ministerio de la Gobernaci¨®n y en el juego que queda dar la alusi¨®n a los partidos que postulen sistemas totalitarios. Pienso que la opini¨®n p¨²blica es cada vez m¨¢s consciente de la verdadera naturaleza y origen de los obst¨¢culos que existen en este terreno. La catapulta anatematizadora de Arias en su mensaje de la televisi¨®n contrasta con las palabras de Fraga a "Le Monde?, mucho m¨¢s matizadas y serenas. Donde Arias dice jam¨¢s, Fraga se.apunta a "una primera fase?. Esta cuesti¨®n, con mucho mayor detalle, al parecer ocupa una parte muy importante de las explicaciones que el ministro de la Gobernaci¨®n ofrece a los dirigentes de la oposici¨®n que con ¨¦l conversan. Y en base a tales argumentos, se est¨¢ observando una creciente, convicci¨®n en torno a la base de que puede haber muchos aspectos positivos y aprovechables en la nueva regulaci¨®n del derecho de asociaci¨®n pol¨ªtica. La desaparici¨®n del marco del Movimiento y la p¨¦rdida de toda intervenci¨®n del Consejo Nacional en el asunto son cuestiones claves, pues fueron estos pararrayos los que hicieron fracasar el intento anterior. La cuesti¨®n, por todo ello, se reconduce a la inc¨®gnita de esclarecer si los partidos hoy ilegales, pero en r¨¦gimen de libertad tolerada, dar¨¢n el paso al frente y solicitar¨¢n su reconocimiento legal. La respuesta, seg¨²n el propio Fraga, la podremos tener a finales de junio.
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