Alarma ante el trazado del "Metro" de Bilbao

Cinco asociaciones de vecinos, radicadas en la margen derecha del Nervi¨®n, han remitido al ministro de Obras P¨²blicas, un escrito en el que piden que se paralice la elaboraci¨®n del proyecto t¨¦cnico del Metro, hasta tanto no se corrijan sus interferencias en el plan comarcal del Gran Bilbao y se decida un trazado totalmente subterr¨¢neo.

En la actualidad, este proyecto se encuentra en manos de los t¨¦cnicos de Obras P¨²blicas, que trabajan a marchas forzadas, seg¨²n versi¨®n fidedigna, para ultimarlo en un plazo de dos meses. Desconocemos las razones de estas prisas para un asunto cuya gestaci¨®n ha costado ya m¨¢s de cuatro a?os.El Metro constituye para Bilbao y su comarca una aspiraci¨®n largamente madurada. Acerca de su necesidad, nadie ha puesto el m¨¢s m¨ªnimo reparo y, en l¨ªneas generales, puede decirse que constituy¨® durante muchos a?os casi una utop¨ªa que permitir¨ªa, al fin, salvar la dificultad de la r¨ªa para acercar a sus poblaciones ribere?as, faltas hoy de otro nexo que no sea unos anacr¨®nicos botes, o la barquichuela del puente de Portugalete.

A comienzos de la presente d¨¦cada, las corporaciones vizca¨ªnas crearon una comisi¨®n de comunicaciones para estudiar la viabilidad del Metro y proponer incluso un trazado ideal, a su juicio. La Direcci¨®n General de Transportes Terrestres aprob¨® la red b¨¢sica en octubre de 1974, y al a?o siguiente se redactaron los anteproyectos.

El Gobierno remiti¨® finalmente a las Cortes un proyecto de ley para la creaci¨®n de un consorcio entre el Estado y las corporaciones afectadas por el proyecto. En este consorcio que se constituye, inicialmente, con un capital de 4.000 millones de pesetas, Obras P¨²blicas participa al 50 por 100, mientras que la Diputaci¨®n de Vizcaya y los ayuntamientos se reparten el resto.

Aqu¨ª surge ya el primer problema. El estudio b¨¢sico de costos realizado hace cuatro a?os, estima un costo inicial que supera los 12.000 millones de pesetas. Seg¨²n los m¨®dulos de revisi¨®n, aplicados por el propio Ministerio de Obras P¨²blicas, este presupuesto se convertir¨¢ en 30.000 millones, en pesetas de 1979, fecha para la que podr¨ªa entrar en servicio la primera fase del Metro, seg¨²n los c¨¢lculos m¨¢s optimistas.

Existe, pues, un desfase de 26.000 millones que deber¨¢ financiar el usuario y, en general, el vecino de la comarca, a trav¨¦s de arbitrios de plusval¨ªa. En definitiva, todo hace pensar que Bilbao habr¨¢ de soportar el Metro m¨¢s caro de Espa?a, al tiempo que su estructura tiende a incrementar la especulaci¨®n del suelo.

?Por qu¨¦ el Estado no carga con toda la financiaci¨®n del proyecto, igual que lo ha hecho con los restantes Metros existentes, o en fase de construcci¨®n? La pregunta est¨¢ formulada por un equipo de especialistas que ha estudiado el tema por encargo de las asociaciones.

No terminan aqu¨ª las contradicciones del proyecto. Antes de analizarlo, digamos que la red b¨¢sica tendr¨¢ un trazado en forma de Y, con un recorrido de 30 kil¨®metros, de los cuales cerca de la mitad ser¨¢n de superficie. El trazado incluye una l¨ªnea b¨¢sica, desde Santurce a Basauri, con un ¨²nico salto bajo la r¨ªa, a la altura de Luchana-Baracaldo, y otra desde Bilbao a Algorta. La frecuencia de trenes ser¨ªa inferior a los cinco minutos, con paradas en 27 estaciones.

Los reparos al trazado de la margen derecha se inician por se?alar que se trata de un tramo inhumano, ya que rompe totalmente la vida urbana, en los n¨²cleos que atraviesa. Unos trenes de superficie, con una frecuencia que puede ser de tres minutos, convertir¨¢n la v¨ªa f¨¦rrea en un Muro poco menos que insalvable. Esta objeci¨®n ha sido firmada tambi¨¦n por los Ayuntamientos de Guecho y Lejona.

Hay que, a?adir tambi¨¦n que, seg¨²n los proyectos previos, el traslado desde Santurce a Las Arenas, con la ¨²nica separaci¨®n de la r¨ªa, vendr¨¢ a costar cerca de una hora de viaje.

El Metro deb¨ªa haberse utilizado, se?ala este estudio, para acercar a las poblaciones de las dos m¨¢rgenes de la r¨ªa y romper as¨ª una separaci¨®n clasista entre ambas. Consideran los autores del an¨¢lisis que su trazado tender¨¢ a incrementar las tensiones urban¨ªsticas hoy existentes, sin alterar lo m¨¢s m¨ªnimo la trama actual de la comarca.

En ¨²ltima instancia se afirma que puede perderse la oportunidad de efectuar un ordenamiento m¨¢s racional y humano de esa aglomeraci¨®n urbana que es el Gran Bilbao. Para conseguirlo es preciso, dicen, proyectar, al menos, dos pasos bajo la r¨ªa, adoptar un perfil subterr¨¢neo para todo el recorrido, y en definitiva, crear un Metro en forma de red y no de acuerdo con un esquema paralelo entre ambas m¨¢rgenes.