El teatro, en deuda con Heidegger

Al comentar la muerte de Martin Heidegger ha dicho, en estas p¨¢ginas, Juli¨¢n Mar¨ªas, que ?Heidegger habl¨®, quiz¨¢ demasiado, de la angustia, de la cual se apoderaron los que no eran capaces de seguirlo leyendo?. De esa angustia y de algo m¨¢s se apodero, sobre todo, el teatro que hab¨ªa intentado, sin gran ¨¦xito, apoyarse en el sistema hegeliano. Pero que qued¨® fascinado con los an¨¢lisis del Dasein, el existir humano, la manera de existir del hombre en el mundo, el continuo proyecto de trascendencia de un ser finito. Una de las tendencias de la filosof¨ªa de la existencia -el existencialismo de Heidegger, Sartre y Merleau-Ponty-, con sus est¨ªmulos constantes a la fenomenolog¨ªa, ha se?alado una de las l¨ªneas m¨¢s ricas y clarificadoras del teatro contempor¨¢neo la l¨ªnea que, de una u otra forma, ha denunciado la inautenticidad y banalidad de los comportamientos.