Evoluci¨®n firme hacia una democracia parlamentaria

El diario norteamericano New York Times public¨® en su edici¨®n de ayer un editorial titulado Un rey para la democracia, cuyos p¨¢rrafos m¨¢s interesantes reproducimos:

El Rey Juan Carlos I ha aprovechado la ocasi¨®n de su visita a los Estados Unidos para formular el m¨¢s positivo compromiso de su reinado para la restauraci¨®n de la aut¨¦ntica libertad y el Gobierno democr¨¢tico en Espa?a. La promesa del Monarca, de treinta y ocho a?os, en su discurso a una sesi¨®n conjunta del Congreso, sin duda ha contribuido a reducir cualquier oposici¨®n del Senado a la ratificaci¨®n del tratado, de cinco a?os de duraci¨®n, para la cooperaci¨®n militar y econ¨®mica entr¨¦ Espa?a y los Estados Unidos.

Compromiso democr¨¢tico

Su compromiso con una Espa?a democr¨¢tica ha sido tan pleno como cualquier dem¨®crata podr¨ªa desearlo. No s¨®lo, prometi¨® trabajar en favor de una estructura en la que cada espa?ol pueda tener ?amplio campo para la participaci¨®n pol¨ªtica, sin discriminaci¨®n de ninguna clase?, sino que prometi¨® que la Monarqu¨ªa asegurar¨ªa ?el ordenado acceso al poder de las distintas alternativas pol¨ªticas?; en resumen, la transferencia pac¨ªfica del poder despu¨¦s de unas elecciones libres.

Determinaci¨®n

Su comportamiento en Washington refleja, de hecho, una continuaci¨®n, fuera de Espa?a y en p¨²blico, del reciente comportamiento privado del Rey en su Patria. El Rey por fin ha expresado claramente su determinaci¨®n de romper con la era de Franco. Ha manifestado un profundo disgusto con el lento paso de la reforma proyectada por el primer Ministro.Se han producido frecuentes muestras de los sentimientos democr¨¢ticos del Rey. Su actitud en Washington indica su disposici¨®n a asumir plenamente el papel que ha asignado el ministro de Asuntos Exteriores, Jos¨¦ Mar¨ªa de Areilza como el motor del cambio que va traer la democracia a Espa?a.

El Rey tiene raz¨®n

Sin duda, el Rey tiene raz¨®n sus planteamientos. El futuro pol¨ªtico y econ¨®mico de Espa?a depende de su ¨¦xito en obtener admisi¨®n dentro de la Comunidad Europea, y esto, a su vez, requiere una evoluci¨®n firme hacia una democracia parlamentaria. Interesa sobremanera a los Estados Unidos el ayudar a Espa?a de todos los modos posibles hacia la consecuci¨®n de ese fin.