Regulados los delitos de reuni¨®n y manifestaci¨®n il¨ªcita
La sesi¨®n matinal de la Comisi¨®n de Justicia de las Cortes ofreci¨® el resultado de la aprobaci¨®n del nuevo art¨ªculo 166 del C¨®digo Penal, y el inter¨¦s de polarizar, una vez m¨¢s, las actitudes pol¨ªticas progresivas y regresivas en relaci¨®n, esta vez, con el delito de reuni¨®n y manifestaci¨®n. La votaci¨®n fue de 28 votos a favor, siete en contra y tres abstenciones. El art¨ªculo 171, complementario del anterior, se aprob¨® por la tarde con s¨®lo dos votos en contra.
Se trataba de iniciar la deliberaci¨®n sobre el proyecto de ley de reforma del C¨®digo Penal, que el Pleno de las Cortes, aprob¨® en sus l¨ªneas generales el pasado d¨ªa 9, y sobre el que la Comisi¨®n de Justicia deb¨ªa emitir un dictamen —que de nuevo se elevar¨¢ al Pleno para su aprobaci¨®n definitiva— por el procedimiento de urgencia.
El trasfondo pol¨ªtico del tema radicaba en que el Gobierno hab¨ªa experimentado en aquel Pleno el primer rev¨¦s serio en su programa reformista, y ahora se pretend¨ªa solucionarlo mediante el tr¨¢mite urgente en la Comisi¨®n. Quienes impulsaron aquel tropiezo —ejemplo t¨ªpico, el se?or D¨ªaz-Llanos— continuar¨ªan ahora su labor. Quienes habr¨ªan preferido que la reforma del C¨®digo Penal quedase solucionada en el mismo Pleno que aprob¨® la ley de partidos, mostraban su prisa para que la obstrucci¨®n no se repitiese. Alberto Cerc¨®s, por ejemplo, lamentaba que el Gobierno se arrugara en aquel Pleno y no se atreviera a someter a votaci¨®n la totalidad de la ley, que en su opini¨®n, habr¨ªa resultado aprobada, aunque con muchos votos en contra.
Controversia reglamentaria
La primera ocasi¨®n para expresar reticencias y tomar posiciones sobre el debate la proporcion¨® la interpretaci¨®n reglamentaria del propio cometido que correspond¨ªa a la Comisi¨®n. El informe que la ponencia hab¨ªa presentado al Pleno no habla llegado a aprobarse. En cambio, se hab¨ªan aprobado las l¨ªneas fundamentales del proyecto de ley, que afectaban a puntos concretos del mismo no exactamente coincidentes con el informe inicial de la ponencia, estimado demasiado progresista y al que el Pleno coloc¨® el cors¨¦ de las l¨ªneas fundamentales.
En definitiva, ? ?hay ponencia o no ha ponencia??; ? ?se discute sobre el informe de la ponencia, sobre las l¨ªneas generales aprobadas en el Pleno, o sobre qu¨¦??, se preguntaban D¨ªaz-Llanos y Segovia Moreno. Y se les un¨ªa Hern¨¢ndez Navarro, para declarar lo dif¨ªcil que le resultaba cumplir con rigor su obligaci¨®n.
Al comienzo de la sesi¨®n, Licinio de la Fuente, que debutaba como presidente de la Comisi¨®n, cord¨® a sus antecesores en el puesto —Raimundo Fern¨¢ndez-Cuesta y Fernando Herrero-Tejedor— y ofreci¨® su deseo de ejercer su funci¨®n con prudencia, flexibilidad y firmeza.
Se refiri¨® a la necesidad de comprensi¨®n y tolerancia en los momentos actuales y la conciencia clara de que hemos de colaborar con el Rey, ?en su prop¨®sito de consolidar una Monarqu¨ªa democr¨¢tica, que sea a la vez representaci¨®n de la convivencia y participaci¨®n de todos los espa?oles?.
Se?al¨® que era importante acertar en la armonizaci¨®n de las reformas pol¨ªticas y jur¨ªdico-penales y que en caso de duda, hab¨ªa que aplicar siempre el principio de in dubio pro reo. ?En caso de duda —dijo— pensemos que es mejor correr el riesgo de que pueda ser absuelto un culpable que condenado un inocente, y que es mejor una ley que pueda ser aplicada con rigor que una ley que, por su rigor, no pueda ser aplicada?.
El primer art¨ªculo a reformar del C¨®digo Penal vigente era el 166, que alude a las reuniones o manifestaciones que no son pacificas. La ponencia estim¨® m¨¢s correcto declararlas il¨ªcitas.
Pero el debate se centr¨® en el contenido de tal ilicitud. A parte de otros retoques de menor entidad, algunos de los cuales fueron aceptados, el caballo de batalla de la discusi¨®n radic¨® en la restricci¨®n del derecho que intentaron, adem¨¢s del se?or D¨ªaz-Llanos —opuesto en bloque a la filosof¨ªa y sistem¨¢tica de la regulaci¨®n del derecho de reuni¨®n—, los se?ores Hern¨¢ndez Navarro, Segovia y Palomino, quienes pretend¨ªan nada menos que mantener la ilicitud actualmente vigente en el C¨®digo para las reuniones y manifestaciones que se celebren con infracci¨®n de las disposiciones de polic¨ªa establecidas con car¨¢cter general, en el lugar en que la reuni¨®n o manifestaci¨®n tenga efecto.
La ponencia, en cuyo nombre habl¨® Escriv¨¢ de Roman¨ª, se mostr¨® contraria a volver al texto que se pretende reformar. Ofreci¨® garant¨ªas de que la desobediencia a la autoridad ser¨¢ castigada, pero no mediante el delito de manifestaci¨®n il¨ªcita, sino a trav¨¦s del vigente art¨ªculo 170, que no se reforma. Acept¨® la sugerencia del se?or O?a de aludir a los artefactos explosivos y rechaz¨® la petici¨®n del se?or Hern¨¢ndez Navarro de tipificar penalmente las reuniones o manifestaciones contrarias al orden p¨²blico.
El texto aprobado como nuevo art¨ªculo 166 del C¨®digo Penal, con el resultado se?alado, es el siguiente: ?Son reuniones o manifestaciones il¨ªcitas:
Primero. Las que por su objeto o circunstancias sean contrarias a la moral p¨²blica.
Segundo. Las que se celebren con el fin de cometer alg¨²n delito.
Tercero. Las que se celebren con alguno de los fines previstos en el n¨²mero 3 del art¨ªculo 172.
Cuarto. Aquellas a las que concurra un n¨²mero considerable de personas con armas, artefactos explosivos u objetos contundentes o de cualquier modo peligrosos?.
La enmienda de Hern¨¢ndez Navarro, mediante la que pretend¨ªa que se tipificaran tambi¨¦n las celebradas sin la autorizaci¨®n de la autoridad competente, fue rechazada con seis votos a favor, y la de Palomino —que intentaba a?adir al vigente n¨²mero 1 del art¨ªculo 166 ?... y produzcan alteraciones de orden p¨²blico o que de alg¨²n modo afecten a la paz ciudadana?— obtuvo asimismo s¨®lo cinco votos.
En cambio, Rivas Guadilla, que propugnaba la vuelta al texto del proyecto del Gobierno, obtuvo 12 votos, por lo que su enmienda, aunque fue rechazada, podr¨¢ ser defendida en el Pleno de las Cortes (se exige un m¨ªnimo de diez votos a favor en la Comisi¨®n).
La enmienda de D¨ªaz-Llanos debi¨® traspapelarse y no fue sometida a votaci¨®n antes de cerrar el debate sobre el art¨ªculo. El procurador se enfad¨® e incluso cuando Licinio de la Fuente le ofreci¨® excusas y la oportunidad de someterla a destiempo, renunci¨®, con aire muy ofendido, a pasar por la prueba de los votos...
El presidente de la Comisi¨®n le asegur¨® que no hac¨ªa discriminaciones entre los procuradores. Algunos aplaudieron y el propio D¨ªaz-Llanos se sum¨® ir¨®nicamente al aplauso.
Halcones y palomas
Antes de suspenderse la sesi¨®n para almorzar, se inici¨® el debate sobre el art¨ªculo 171 del C¨®digo Penal, que sanciona la conducta de quienes concurran en reuniones o manifestaciones con objetos peligrosos.
A las cinco de la tarde se reanud¨® el debate sobre este tema y de nuevo se polarizaron las posiciones. La pena de prisi¨®n menor (de seis meses a seis a?os) pareci¨® excesiva a unos y escasa a otros. Entre los palomas se agruparon Esperab¨¦, Escudero, Hern¨¢ndez Claumarchirant, Cabanillas, Meil¨¢n. Entre los halcones, D¨ªaz-Llanos y Hern¨¢ndez Navarro.
El m¨¢s eficaz, legislativamente hablando, fue Hern¨¢ndez Claumarchirant, cuya propuesta de que los tribunales pudieran rebajar en ciertos casos la pena fue aceptada en parte por la ponencia, en nombre de la cual intervino Fern¨¢ndez Nieto. El texto del art¨ªculo 171 fue aprobado —con tos en contra de Hern¨¢ndez Navarro y Botija— con la siguiente redacci¨®n: ?Los que concurrieren a reuniones o manifestaciones llevando armas, artefactos explosivos u objetos contundentes o de cualquier modo peligrosos ser¨¢n castigados con la perla de prisi¨®n menor.
Los Tribunales, atendiendo a los antecedentes del sujeto, circunstancias del caso y caracter¨ªsticas del arma o instrumento portado, podr¨¢n rebajar en un grado la pena se?alada en el p¨¢rrafo anterior?.
La enmienda de Botija, por la que pretend¨ªa que resultaran igualmente penados quienes se introdujeran en manifestaciones licitas y produjeran deterioros, fue rechazada y s¨®lo obtuvo cinco votos a favor.
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