Ferdinand Marcos,
presidente de Filipinas, estaba muy descontento con sus censores cinematogr¨¢ficos y el asunto, al final, ha estallado: cese fulminante del equipo censor que dirig¨ªa una se?ora, do?a Mar¨ªa Roc¨ªo, viuda de un ayudante del se?or presidente, persona con rango ministerial, asesinado en su propio despacho por los descontentos con la dictadura de Marcos. El documento de cese dice literalmente: ?El presidente ha espresado su decepci¨®n por la incapacidad del equipo encargado de velar por la pol¨ªtica de la industria cinematogr¨¢fica, en la que ha proliferado ¨²ltimamente el n¨²mero de pel¨ªculas de sexo y violencia?. Por si fuera poco, los censores en desgracia pueden ser acusados de corrupci¨®n, y se est¨¢ investigando por si existieran ?ciertas relaciones?, entre censores y productores.
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