La concesi¨®n de Pavill¨®n llega ya hasta el a?o 1989

El ¨²ltimo pleno del Ayuntamiento de Madrid, aprob¨® con el voto en contra de dos concejales, los se?ores Gonz¨¢lez Velayos y Marcos de Lanuza, la pr¨®rroga de la concesi¨®n que actualmente rige para la sala de fiestas Pavill¨®n, instalada en la Casa de Vacas, en pleno parque del Retiro, condicionada a la realizaci¨®n de determinadas obras de acondicionamiento del local.

La concesi¨®n de que actualmente disfruta llega en su vigencia hasta el mes de enero del a?o 1981. La pr¨®rroga que ahora se concede alcanza un tiempo de ocho a?os m¨¢s, con lo que el per¨ªodo que ahora queda por delante puede parecer hasta extremadamente largo.?Considero que esta pr¨®rroga de la concesi¨®n que ha otorgado el Ayuntamiento es una atenci¨®n que agradezco al m¨¢ximo?, ha declarado a EL PAIS, Ricardo Garc¨ªa, titular de la misma. ?Yo creo, ha a?adido, que el Ayuntamiento sabe que trata con una persona formal, sobre todo porque la gente que traigo aqu¨ª es muy decente?.

La concesi¨®n est¨¢ en manos de la misma persona desde el a?o 1939, de una forma ininterrumpida. El tema de una pr¨®rroga m¨¢s se plante¨® al solicitar una serie de obras, encaminadas a poder dejar abierto el establecimiento durante el oto?o y la primavera, ya que las condiciones que re¨²ne en la actualidad no son las necesarias para ello.

?Pero esta reforma, dice el se?or Garc¨ªa, la solicit¨¦ hace ahora m¨¢s de un a?o. El presupuesto que ten¨ªa entonces para ello se ha quedado ahora totalmente desfasado y la inversi¨®n que he de hacer ahora, debido al retraso en la aprobaci¨®n, es mucho m¨¢s elevada?. Este presupuesto del que habla el titular de la concesi¨®n se eleva a unos cinco millones de pesetas, y debe estar destinado a acondicionar debidamente el local.

El concejal que con mayor ardor defendi¨® en el pleno la retirada del punto, fue el se?or Gonz¨¢lez Velayos. Para ello, basaba sus afirmaciones, aparte del excesivo tiempo que ahora suma la concesi¨®n, en que con ese desembolso no se llegar¨ªa a poder realizar la gran sala de fiestas ?que necesita Madrid?.

El se?or Garc¨ªa, por su parte afirma: ?Yo solicit¨¦ la pr¨®rroga porque, en el tiempo que me quedaba de concesi¨®n, no era posible llevar a cabo la reforma que precisa la Casa. Adem¨¢s, me he gastado ya una fortuna y tengo que emplear ahora una gran cantidad de dinero?.

Quienes defendieron, en el seno de la Corporaci¨®n municipal madrile?a, la posibilidad de pr¨®rroga fueron los concejales Del Moral y Planelles, argumentando que no era posible pedir una reforma de la Casa de Vacas, sin que a cambio el titular de la concesi¨®n obtuviera un beneficio, que se cifraba en un mayor tiempo de posibilidades de seguir adelante con el negocio.