Influencia negativa de la desaceleraci¨®n econ¨®mica en el cumplimiento de las previsiones
La memoria sobre la ejecuci¨®n del III Plan de Desarrollo en 1975 coincide con la ¨²ltima anualidad de dicho Plan, de ah¨ª que en el resumen elaborado por el Gobierno se presenten tambi¨¦n los resultados del cuatrienio para obtener una visi¨®n del grado de cumplimiento del Plan, que en general se ha visto afectado negativamente por la crisis econ¨®mica.
La memoria consta de tres partes: la primera se refiere a las magnitudes macroecon¨®micas, la ejecuci¨®n de los mandatos legales, del programa de inversiones p¨²blicas y de los principales proyectos. La segunda comprende el conjunto de los an¨¢lisis sectoriales. La tercera, recoge los programas regionales selectivos, planes de desarrollo regional, polos de desarrollo y planes provinciales.La desaceleraci¨®n del nivel de actividad econ¨®mica que sigui¨® a la crisis energ¨¦tica provoc¨® una importante desviaci¨®n entre las tasas de crecimiento de las magnitudes macroecon¨®micas planificadas y las realmente obtenidas. Por ejemplo, el III Plan hab¨ªa previsto, un crecimiento del 9,7 por 100 de formaci¨®n bruta de capital en 1975 y,sin embargo, el crecimiento real de esta magnitud el a?o pasado fue de 3,4 por 100.
Respecto a los mandatos legales, ? puede afirmarse en general, que se han cumplido en forma bastante satisfactoria habi¨¦ndose promulgado a lo largo del cuatrienio numerosas disposiciones ?, dice el resumen de la memoria.
En cuanto al programa de inversiones p¨²blicas (PIP), el hecho m¨¢s destacado sigue siendo la continuaci¨®n del proceso de desaceleraci¨®n en la econom¨ªa iniciado en 1974, como consecuencia de la crisis del petr¨®leo. Aunque el grado del cumplimiento del PIP ha alcanzado un 104,3 por 100 es preciso hacer dos observaciones para enjuiciar correctamente este porcentaje: en primer lugar, el PIP no recoge la aplicaci¨®n del Fondo de Acci¨®n Coyuntural de 1974 y 1975, por 30.000 millones de pesetas (si esta cifra se recogiese, el grado de cumplimiento ser¨ªa del 100,7 por 100). En segundo lugar, los datos figuran en pesetas corrientes, lo que teniendo en cuenta las alzas de precios y costes, significa que la inversi¨®n real ha sido inferior a la programada.
El III Plan puso especial acento en la educaci¨®n, la cultura, la investigaci¨®n cient¨ªfica y el desarrollo tecnol¨®gico. Las actuaciones en el campo educativo se sintetizan en la creaci¨®n de 29.360 puestos de Ense?anza Preescolar; 714.658 de Educaci¨®n General B¨¢sica; 49.190 de BUP y COU; 40.090 de Formaci¨®n Profesional; 1.000 aulas de Educaci¨®n Permanente de Adultos, creaci¨®n de 33 centros de Educaci¨®n Especial; puesta en funcionamiento de 5 nuevas universidades y de la Universidad Nacional de Educaci¨®n Libre a Distancia, etc¨¦tera. Respecto a la vivienda, si bien la oferta de viviendas ha superado en este per¨ªodo las previsiones, a los niveles de precios existentes no ha encontrado demandas suficientes.
La evoluci¨®n del sector agrario durante el cuatrienio del III Plan se ha visto influida por algunos aspectos negativos: las desfavorables condiciones clim¨¢ticas -sequ¨ªa, escasez de pastos, aumento en el consumo de piensos compuestos-, el encarecimiento de materias primas -especialmente, los crudos petrol¨ªferos- y la agudizaci¨®n de los problemas sociol¨®gicos (envejecimiento progresivo de la poblaci¨®n activa agraria).
En el cap¨ªtulo de producciones es de destacar la tendencia descendente en las siembras y producci¨®n de trigo y de remolacha azucarera. En relaci¨®n con el comercio exterior agrario, las importaciones agrarias se han duplicado durante el cuatrienio, mientras que las exportaciones s¨®lo han crecido un 50 por 100. En consecuencia la cobertura agraria es cada vez menor, y el endeudamiento exterior, mayor.
En 1975 los ingresos por turismo solamente crecen un 6,8 por 100, pero en el conjunto del cuatrienio se han superado las previsiones (55 por 100 de aumento, frente al 52 por 100 previsto). El saldo de la balanza tur¨ªstica ha experimentado crecimientos m¨¢s bajos en los dos ¨²ltimos a?os, como consecuencia del fuerte aumento de los pagos por turismo.
Durante el III Plan se registr¨® un aumento del 6 por 100 en la demanda de combustibles s¨®lidos y del 2 por 100 en el de petr¨®leo bruto, una disminuci¨®n de la producci¨®n de energ¨ªa el¨¦ctrica y un crecimiento en la generaci¨®n nuclear y en el empleo de gas natural. Las causas de la detracci¨®n de la-demanda de energ¨ªa primaria obedecen a la crisis econ¨®mica, elevaci¨®n de los precios de las energ¨ªas comerciales y las medidas adoptadas para frenar el consumo.
La evoluci¨®n del sector sider¨²rgico ha sido francamente expansiva, lleg¨¢ndose casi al total autoabastecim¨ªento. El sector de la construcci¨®n se ha visto en el per¨ªodo 1972-75 dominado por bruscas oscilaciones coyunturales.
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