Los desequilibrios de la pol¨ªtica monetaria
Comentando en el anterior Informe (EL PA?S, 1 de julio de 1976), la evoluci¨®n de las disponibilidades l¨ªquidas en el mes de abril indic¨¢bamos que su r¨¢pido ritmo de crecimiento -27,5 por 100 anual- no podr¨ªa mantenerse si las autoridades monetarias deseaban conseguir una tasa de aumento cercana al 17 por 100 durante el primer semestre del a?o.El pron¨®stico parece haberse cumplido. En mayo, las disponibilidades crecieron aproximadamente un 16 por 100 y en junio ha estado en torno al 13 por 100. La desaceleraci¨®n de los dos ¨²ltimos meses no ha podido evitar, sin embargo, que a lo largo del primer semestre esta magnitud clave haya crecido a tasas superiores al 18 por 100.
Aceleraci¨®n del cr¨¦dito y dificultades de liquidez
Abril es tambi¨¦n el mes clave para comprender la evoluci¨®n del cr¨¦dito bancario al sector privado. Su tasa anual de crecimiento fue en ese mes del 36 por 100, para descender en mayo al 25 por 100. Ya indic¨¢bamos en el anterior Informe que la Banca parec¨ªa haber decidido una estrategia expansiva en su pol¨ªtica de adquisici¨®n de activos rentables y que el descenso en las ?peticiones denegadas de cr¨¦dito? de la encuesta del Banco de Bilbao confirmaba esa conjetura. Aun cuando las cifras no son todav¨ªa definitivas, el ritmo de crecimiento del cr¨¦dito bancario descendi¨® en junio hasta un 8 por 100 aproximadamente. Aun cuando, seg¨²n la referida encuesta del Banco de Bilbao, la demanda de cr¨¦dito remiti¨® algo en mayo y junio -a tono con el estancamiento de la actividad-, el agotamiento debe atribuirse a una oferta agarrotada por las dificultades de liquidez. Si la encuesta se?ala un cierto mantenimiento en la tendencia decreciente de las ?peticiones denegadas?, ello debe atribuirse, en gran parte, a la rigidez del proceso de transmisi¨®n de decisiones propias de un sistema bancario de sucursales.Cobra de esta forma importancia capital el an¨¢lisis de la pol¨ªtica de liquidez de las autoridades monetarias. Ya adelant¨¢bamos que ¨¦stas han debido intentar en mayo y junio acercar las tasas efectivas de crecimiento de las disponibilidades l¨ªquidas a los objetivos propuestos. Al coincidir este esfuerzo con la fase expansiva del cr¨¦dito bancario se han producido, inevitablemente, tensiones que el mercado interbancaria ha reflejado y que parte de la prensa se ha encargado de comentar, no siempre con el debido conocimiento de causa.
Como puede observarse en el gr¨¢fico 1, a finales de mayo de mercado comenz¨® a reflejar los problemas de liquidez. El fuerte aumento del tipo interbancario d¨ªa a d¨ªa en la ¨²ltima semana de junio indica las graves dicultades de tesorer¨ªa que ciertos bancos experimentaron a mediados de mes, mientras que el descenso de primeros de julio es prueba de que el Barco de Espa?a intent¨® paliarlas en los ¨²ltimos d¨ªas de junio, inyectando liquidez adicional a trav¨¦s del sistema de cr¨¦ditos a la Banca. La l¨ªnea de dep¨®sitos potenciales del gr¨¢fico 2 traduce visualmente esa actitud m¨¢s expansiva de las autoridades, tras el esfuerzo de contenci¨®n de mayo. Obs¨¦rvese, en efecto, su fuerte pendiente, reflejo de una tasa anual de crecimiento cercana al 23 por 100.
Los motivos de las tensiones en las semanas centrales de julio son muy complejos y conviene analizarlos detenidamente. En primer lugar est¨¢ el fuerte drenaje de Efectivo que los Bancos sufren estacionalmente todos los meses de julio; viene despu¨¦s la actuaci¨®n del Banco de Espa?a a lo largo de estas semanas. De acuerdo con informaciones recogidas del propio mercado y en base a las cifras pertinentes puede reconstruirse el siguiente escenario: dentro de su preocupaci¨®n por desacelerar el ritmo de crecimiento de la liquidez, el Banco de Espa?a adopt¨®, sin embargo, una pol¨ªtica m¨¢s expansiva en las ¨²ltimas fechas de junio, volviendo en los primeros d¨ªas de julio a sus objetivos. La Banca pareci¨® no entenderlo as¨ª e interpret¨® esas facilidades moment¨¢neas corri¨® algo m¨¢s duradero de lo que efectivamente eran: ayuda coyuntural que no cambi¨® de pol¨ªtica. La consecuencia fue las tensiones de los d¨ªas 12 a 15, con tipos al 22 por 100. Esta falta de entendimiento de los aut¨¦nticos objetivos de las autoridades debi¨® de ser especialmente grave para algunos de los grandes Bancos, cuya entrada masiva desquici¨® varios d¨ªas el mercado, impulsando los tipos hacia cotas alt¨ªsimas. Durante las ¨²ltimas sesiones los tipos han vuelto a subir; en este caso la explicaci¨®n habr¨ªa que buscarla en otro lado. Parece que el brusco racionamiento decretado por los grandes ha lanzado a muchos clientes a la busca de fondos entre la Banca peque?a, y ¨¦sta, habitual proveedora del mercado interbancario, se ha colocado tambi¨¦n en posici¨®n demandante.
Advertencia a modo de conclusi¨®n
?Qu¨¦ cabe esperar para los pr¨®ximos meses? La reacci¨®n de las autoridades monetarias ante los sobresaltos del mercado ha sido intentar acomodar, ?dentro de un orden?, las mayores necesidades de liquidez. El d¨ªa 14 bajaron un cuarto de punto el coeficiente de caja de los Bancos -liberando de esta forma unos 7.000 millones en activos l¨ªquidos-, consolidaron cr¨¦ditos y aumentaron en m¨¢s de 5.000 millones las l¨ªneas de redescuento. Pero quiz¨¢ lo m¨¢s rese?able es que pocos d¨ªas despu¨¦s, y seg¨²n informaciones fidedignas, la Banca empez¨® a recibir cr¨¦ditos a corto, en volumen netamente superior a la media de la primera quincena de julio.
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