Libertad de ense?anza para todos
Sentimientos contradictorios son los que produce la lectura de Una alternativa para la ense?anza, del Colegio de Doctores y Licenciados de Madrid. Escrita en estilo tajante, sin matizaciones, sobre un tema que interesa a todos los espa?oles -porque est¨¢ en conexi¨®n con los valores m¨¢s ¨ªntimos de la persona y el sentido de la vida- se presta a desgarradores enfrentamientos.Como aspectos francamente positivos de la alternativa est¨¢n todos los que se refieren a la justicia social: igualdad de oportunidades educativas para todos los ni?os espa?oles desde los primeros a?os de la vida escolarizaci¨®n total y digna sin las enormes desigualdades en instalaciones y medios did¨¢cticos que existen en la actualidad. Respecto al profesorado, hay que estar de acuerdo con la denuncia de la insuficiente retribuci¨®n las condiciones de trabajo muchas veces inadecuadas para la calidad de la ense?anza la inseguridad en el empleo y la falta de participaci¨®n en la marcha de los centros tanto estatales como no estatales. Late en el documento un fuerte sentimiento de clase que aspira a que la sociedad espa?ola reconozca por fin con hechos la dignidad y la importancia de la funci¨®n social de la ense?anza.
Entre los aspectos opinables de la alternativa est¨¢n todos los que se refieren a la organizaci¨®n. Parece razonable el ciclo ¨²nico de ense?anza para todos los alumnos de los cuatro a los diecis¨¦is a?os. Puede parecer ut¨®pica la propuesta de un cuerpo ¨²nico de docentes, para ese ciclo ¨²nico, que supere la actual divisi¨®n entre maestros y licenciados, numerarios y no numerarios, profesores estatales y no estatales; pero, como ideal, puede defenderse. La petici¨®n de un sindicato ¨²nico de trabajadores de la ense?anza es peligrosa porque se presta a manipulaciones pol¨ªticas.
Las dificultades comienzan cuando se analizan los principios que subyacen a los enunciados sobre ense?anza y sociedad. Afirmar rotundamente que la ense?anza es un servicio p¨²blico, equivale a estatalizar la ense?anza, aunque posteriormente se aclare que no se quer¨ªa decir eso. Es afirmar que la ense?anza es competencia exclusiva del Estado. Esta tesis no se admite en ning¨²n pa¨ªs libre de Europa occidental donde se prefiere afirmar m¨¢s matizadamente que la ense?anza es un servicio de inter¨¦s p¨²blico, sometida a una reglamentaci¨®n general y, de ninguna manera competencia exclusiva del Estado. Esta tesis no se alternativa contiene un grave ataque a la libertad de ense?anza cuando afirma textualmente que ?la ense?anza estatal ha de extenderse... hasta absorber las la ense?anzas fundamentales de todos los niveles y modalidades? ?hasta que la ense?anza privada vayan perdiendo sentido de manera gradual?.
Me parece inadmisible la afirmaci¨®n de que ?los fondos p¨²blicos deben destinarse exclusivamente a la el expansi¨®n y mejora de la ense?anza estatal?. Es una recta concepci¨®n del Estado, este no es due?o y se?or absoluto sino mero gestor de esos fondos p¨²blicos.Debe administrarlos entre todos los ciudadanos sin discriminaciones odiosas. Es ir en contra de la verdad a de los hechos presuponer que son pudientes todos los alumnos de la ense?anza no estatal olvid¨¢ndose de los miles que asisten a los centros no estatales de Formaci¨®n Profesional, a los antiguos centros de Patronato, a te las filiales de los institutos, a los muchos centros ubicados en provincias deprimidas o en los suburbios de a las grandes ciudades. Lo que s¨ª es una tremenda injusticia, que poco a poco va descubriendo la sociedad espa?ola, es que se identifique ense?anza gratuita con le ense?anza estatal, a
Sorprende ,en la alternativa el silencio elocuente la sobre un tema tan importante como la formaci¨®n religiosa. Y es porque se propugna una ense?anza laica. ?Los contenidos impartidos en la ense?anza de todos los niveles deber¨¢n atenerse estrictamente a las pautas racionales y cient¨ªficas, prescindiendo de los criterios extracient¨ªficos y sectarios que todav¨ªa hoy le perduran ?. En este p¨¢rrafo muchas personas han visto al un duro ataque a la educaci¨®n cristiana.
En este sentido, es tambi¨¦n un error pedag¨®gico el pluralismo ideol¨®gico que la alternativa propugna en el interior de cada centro sin consideraci¨®n a las diferentes edades de los alumnos. M¨¢s razonable y coherente con el pluralismo de la sociedad espa?ola es la existencia de una pluralidad de centros ideol¨®gicamente diferentes para que las familias puedan elegir el tipo de educaci¨®n que prefieran para sus hijos.
Resumiendo, en una alternativa para la ense?anza juzgo que se debe estar de acuerdo con las aspiraciones a una mayor justicia, pero opino que hay que estar en desacuerdo con la supresi¨®n restricci¨®n de liberta a des. En estos momentos de transici¨®n hacia la democracia lo sensato ser¨ªa una armonizaci¨®n de la justicia con la libertad. Bastar¨ªa una mirada a los pa¨ªses de Europa occidental para encontrar soluciones.
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