Nicol¨¢s Est¨¦vanez: "Memorias de un hombre de acci¨®n"
Un libro casi tan m¨ªtico como su autor. Nicol¨¢s Est¨¦vanez, antes de caer en un olvido casi absoluto, fue una figura rodeada por el halo de la constancia pol¨ªtica y la conspiraci¨®n. Ministro de la Primera Rep¨²blica, exiliado en Par¨ªs por la Restauraci¨®n, representaba algo as¨ª como la integridad personal y el cumplimiento de lo jurado. Baroja nos ha dejado su estampa de hombre ?simp¨¢tico y alegre, un poco terco y arbitrario?, recorriendo nost¨¢lgico el parisiense barrio latino, encerrando en su imagen de militar franc¨¦s del Segundo Imperio un ib¨¦rico recalcitrante.Su libro Fragmentos de mis-memorias. Recuerdos de los a?os 1838-1878, se public¨® en 1903, lo que quiere decir que hoy era casi inencontrable, antes de esta edici¨®n que presenta Jos¨¦ Luis Fern¨¢ndez R¨²a, breve y acertadamente.
Mis memorias,
de Nicol¨¢s Est¨¦vanez. Pr¨®logo de Jos¨¦ L. Fern¨¢ndez R¨²a. Madrid. Editorial Tebas. 1976.
Se explica la admiraci¨®n de Baroja por el personaje. Fue un hombre de acci¨®n, un hombre que atraves¨® todo un siglo de luchas, pol¨ªticas enconadas y de rasgos de impulsivo romanticismo.
Por los recuerdos de Est¨¦vanez pasa su infancia, los primeros a?os de vida militar, la africana guerra del 60, otra guerra colonial en Santo Domingo, los primeros compromisos conspirativos que conducen a la septembrina, siendo los recuerdos de los d¨ªas inmediatos a ¨¦sta los de mayor atractivo de todo el libro. Asistimos con ellos a la din¨¢mica pol¨ªtica que se deshizo con el asesinato de Prim, que desbarat¨® los planes republicanos. Est¨¦vanez abandona la milicia al no poder soportar las contradicciones que luchaban en ¨¦l: la idea de patria, tal como la entend¨ªan las fuerzas mon¨¢rquicas y gubernamentales, y lo que ¨¦l sent¨ªa como Humanidad. El hecho que le hizo saltar fue el famoso fusilamiento de estudiantes en La Habana en 1871.
Mito
Llega la Rep¨²blica y, con ella nuevas turbulencias. Est¨¦vanez llega a ser ministro de la guerra de la Rep¨²blica, por antonomasia, como si no hubiera habido otros cinco y ¨¦l s¨®lo ocupase el cargo dieciocho d¨ªas. De tal modo le mitific¨® la opini¨®n popular.El general Pav¨ªa acaba con la inestable Rep¨²blica, disolviendo el Congreso y facilitando los planes de C¨¢novas, que son precipitados por la proclamaci¨®n de Sagunto.
Est¨¦vanez inicia su prolongado exilio. L¨¢stima que quedaran truncadas sus memorias al llegar a este punto. Nunca se public¨® el ofrecido segundo tomo de sus recuerdos.
Las p¨¢ginas de Est¨¦vanez se salvan por su gusto de la an¨¦cdota. Ve a los personajes desde un nivel prosaico, sin mitificar. Incluye coplas sat¨ªricas o festivas, Con lo que contribuye a preservar el testimonio de esa vida cotidiana -y de un pensamiento- que llen¨® m¨¢s de medio siglo de vida espa?ola. Pero tambi¨¦n pueden sacarse conclusiones m¨¢s profundas y sus palabras nos ayudan al entendimiento del complicado siglo de no interrumpida contienda entre las dos Espa?as.
Babelia
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