Vacaciones estivales
Dentro de su habitual forma de hacer un estilo en apariencia f¨¢cil y natural, como quien narra la vida tal como llega ante sus ojos, Pascal Thomas nos cuenta ahora, tras Los Zozos y No llores con la boca llena, las aventuras de este conejo c¨¢lido, de este animal er¨®tico llamado Will¨ªam Jolivard, entre madres de familia con problemas conyugales, ni?os adolescentes, maridos en busca de aventuras y muchachas de paso, dispuestas a acampar en cualquier parte. Eternamente en busca de pareja. los fracasos del modesto empleado de Banca protagonista se suceden a lo largo de un veraneo gris poco habitual en el cine franc¨¦s: el de cierta humilde mesocracia. Estos ultimos reto?os del ya pasado quiero y no puedo que se re¨²nen en familia para vivir juntos, un mes al a?o dejan pasar los d¨ªas entre mezquinas infidelidades, fustraciones, excursiones absurdas recordando el tiempo en que todav¨ªa eran j¨®venes. Entre tanto m¨ªnimo drama. siempre visto con buen humor Y comprensi¨®n. S¨®lo los ni?os se salvan y ese conejo er¨®tico, que jam¨¢s se cansa de intentar posibles aventuras que nunca se ofende que por debajo de su ¨²nica obsesi¨®n comprende mejor a las mujeres del clan familiar que sus maridos respectivos.Pascal Thomas nos cuenta su historia sin graves puntos de tensi¨®n casi linealmente con Igual simpat¨ªa por sus numerosos personajes, sin alzar a ninguno por encima de los dem¨¢s, diferentes todos perfectamente caracterizados e interpretados, justo y medido. Como en arte nada exige mayor preparaci¨®n que lo espont¨¢neo, sus esfuerzos por parecerlo rozan a veces la monoton¨ªa. Si el arranque es francamente divertido, a mitad del film, cuando el paso del tiempo se remansa, s¨®lo el buen arte de Bernard Menez y los dem¨¢s. lo saca a flote, rumbo al Final donde de nuevo la historia se remonta. El af¨¢n por dar a la pel¨ªcula esa apariencia f¨¢cil y natural ya aludida, se extiende l¨®gicamente a la direcci¨®n de actores y a la fotograf¨ªa. Es como un ejemplo de contracultura subterr¨¢nea ante los empachos habituales de tanto cine de calidad y buen gusto que a menudo nos invade. El riesgo en estos casos reside en que el realizador. en su af¨¢n por ocultarse acabe por resultar omnipresente, mas en esta ocasi¨®n tal cosa no sucede. El espectador conoce a este don Juan coleccionista de avatares amorosos en medio de una sociedad particular a la que el cine franc¨¦s pocas veces se asoma: un pueblo con su pintor tradicional, sus lugares de esparcimiento, sus campos y piscinas tan parecidos a otros campos y pueblos espa?oles, que en ocasiones parece como si en la pantalla no hubi¨¦ramos llegado a pasar la frontera. La diferencia fundamental estriba en el arte de quien los ha conocido y a trav¨¦s de la historia nos los muestra.
El conejo caliente
Gui¨®n: Jacques Lourcelles. Pascal Thomas y Hubert Watriner. Fotograf¨ªa. Cefin Mounier. M¨²sica Vladimir Cosma. Direcci¨®n, Pascal Thomas. Int¨¦rpretes: Bernard llenez, Damei Ceccaldi, Claude Rarrois, Brigitie Gruel. Jeanne Maud. Chamal Pasquet. Comedia. Francia. Local de estreno: cine Gayarre.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.