Clamorosa faena de El Viti

, La corrida comenz¨® en el cuarto toro. El Viti, con la muleta en la mano izquierda, se dobl¨® con el toro perfectamente y remat¨® con un pase de pecho clamoroso. Luego vendr¨ªan derechazos templad¨ªsimos. Lig¨® el afarolado con el de pecho, la plaza era un clamor, el p¨²blico paladeaba cada instante de la gran faena; El Viti, totalmente entregado a su creaci¨®n, estuvo artista impar. El broche de los naturales apretados, lentos, que lig¨® siempre con el de pecho, fueron de gran hermosura. Luego vinieron los adornos torer¨ªsimos a dos manos; l¨¢stima que esta faena no la hubiese hecho en Madrid y ante un toro, porque lo que hizo, de indudable torer¨ªa, fue ante un animalito floj¨ªsimo. Tampoco con el estoque se puede decir que refrendara la gran faena, pues la espada qued¨® atravesada, que sac¨® El Viti astutamente. Antes, en el primer toro, otro animalito que, no se ten¨ªa en pie, hizo una faena correcta ante la indiferencia del p¨²blico.

Mal Angel Teruel. Con las banderillas, el cuento de siempre. Clav¨® mal y a cabeza pasada y auxiliado por un pe¨®n, mientras el toro rodaba por el suelo. La faena la hizo sobre la derecha; empez¨® bien los muletazos, pero sin rematar, dado que llevaba la muleta a media altura. Con el quinto, un animalito que plante¨® m¨¢s dificultades que los otros, estuvo desconcertado y sin sitio; le dio trapazos por la cara. Una mala actuaci¨®n de este afectado torero que si piensa salir a la plaza con tan poco ¨¢nimo volver¨¢ a caer en el olvido como ya le ocurri¨® a?os atr¨¢s.

El Ni?o de la Capea se estir¨® como un gato en una faena retorcida y carente de gusto a su primer animalito. Alg¨²n derechazo fue aceptable; con la mano izquierda dirig¨ªa el tr¨¢fico; el final de la faena fue trapazo, ca¨ªda del toro, trapazo. Al sexto no quiso ni verlo, totalmente. falto de sitio, le quit¨® las moscas.